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Copa América, de las más pobres de la historia

2011-07-25

Uruguay, que tuvo a Luis Suárez como el mejor jugador del torneo, le hizo honor a su...

Por Luis Ampuero, Reuters

BUENOS AIRES - Consumada la final que ganó con autoridad el domingo Uruguay por 3-0 ante Paraguay, el balance de la Copa América de Argentina dejó como saldo uno de los torneos continentales de fútbol más pobres de la historia, tanto en goles como en propuestas de juego de ataque.

El pizarrón táctico, las jugadas preparadas y la recia marca derrotaron por goleada al talento de atacantes como Lionel Messi, Carlos Tevez, Robinho, Neymar, Ganso, Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Radamel Falcao García, entre otros.

El poco juego que pudieron desarrollar las estrellas sudamericanas que brillan en Europa provocó una marcada ausencia de goles convertidos con respecto al torneo anterior en Venezuela.

En 26 partidos en Argentina se anotaron un total de solo 54 goles, mientras que en Venezuela se convirtieron 86 tantos en la misma cantidad de encuentros.

El acierto de los esquemas defensivos, con formaciones de dos líneas de cuatro y dos atacantes, dejó afuera de la competencia a los finalistas de las dos últimas ediciones, Argentina y Brasil, y a equipos como Chile y Colombia, que apostaron sin éxito a un juego más ofensivo con tres delanteros.

Uruguay, que tuvo a Luis Suárez como el mejor jugador del torneo, le hizo honor a su historia alcanzando el décimoquinto título que lo catapultó como el más ganador, dejando atrás a Argentina con 14 trofeos continentales.

El éxito deportivo de Uruguay ratificó de alguna forma el renacer de su fútbol, que comenzó con el cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica, otros logros de sus selecciones juveniles y, a nivel de clubes, con Peñarol como subcampeón de la reciente Copa Libertadores de América que obtuvo el Santos de Neymar.

"Este grupo estuvo muy unido, supo demostrar que no fue casualidad lo del Mundial y demostramos que somos los mejores de América", dijo Suárez.

"Creo que Uruguay obtuvo cosas muy importantes, no tenía que olvidarse de ganar títulos. Hoy volvió a demostrarlo, Uruguay es grande", agregó.

Tabárez, que inculca sus conceptos a partir de la simpleza, dijo que más allá del resurgimiento deportivo de su seleccionado, debe existir algún vínculo con sus antecesores, cuadros que tradicionalmente se caracterizaron por su recia y ordenada marca.

"Ha habido un resurgimiento entre comillas (...) algún vínculo tendremos con aquellos campeones de la primera mitad del siglo XX. Aunque sea somos del mismo país", entendió el "Maestro".

PERU Y VENEZUELA EN ALZA

Las rápidas despedidas de los favoritos Argentina y Brasil, ambos eliminados en definición por penales en cuartos de final, fueron el contrapunto de equipos como Perú y Venezuela, que habían llegado al torneo con más posibilidades de quedar rápidamente en el camino que terminar siendo los protagonistas en la lucha por el tercer puesto.

El técnico uruguayo de Perú, Sergio Markarián, le imprimió al equipo incaico una mayor disciplina y privilegió el rigor del resultado por sobre la estética del buen juego y la habilidad natural de sus jugadores.

Así lo entendieron sus dirigidos, especialmente el delantero Paolo Guerrero, quien se consagró, con 5 conquistas, como el máximo artillero del torneo.

"Perú debe insistir en la eficiencia hasta que logremos consolidar jugadores que nos permitan defender bien, atacar bien y estéticamente ser un equipo que responda a la tradición peruana", explicó Markarián.

Con esas armas, Perú dio cuenta de Venezuela y se quedó con el tercer lugar del torneo con una rotunda victoria por 4-1.

Venezuela, en tanto, dejó de ser la llamada "cenicienta" del torneo, que históricamente disputaba los últimos lugares, para transformarse en un equipo serio, aguerrido y convencido de lo que quiere su técnico César Farías.

Hasta el 4-1 contra Perú por el tercer lugar, Venezuela no había perdido ningún partido en los 90 minutos reglamentarios y terminó el torneo con 7 goles convertidos.

"Pedimos respeto por Venezuela, ya no somos más la cenicienta, hace años que dejamos de serlo", dijo Farías sobre su equipo del que dijo será un duro rival en las eliminatorias para el Mundial 2014 en Brasil.

Una de las enseñanzas que dejó la Copa, según los observadores, es que las potencias del continente deberán replantearse ciertas ideas y maneras a la hora de enfrentar a sus países vecinos en las clasificatorias, mientras que los equipos revelación deberán confirmar su buen momento cuando se midan con los favoritos.



EEM