Internacional - Población

Irene a 100 km de Dominicana que ya enfrenta lluvias y fuertes vientos

2011-08-22

SANTO DOMINGO. (AFP) - Lluvias, ráfagas de viento y fuertes oleajes enfrentaba la tarde de este lunes República Dominicana ante la inmimente llegada del huracán Irene, que estaba a 100 km de su costa para luego seguir su rumbo hacia Bahamas con predicciones de fortalecerse.

Primer huracán de la temporada en el Atlántico en el 2011, Irene se alejó de Puerto Rico, donde causó estragos, y se dirigía con fuertes ráfagas de 130 km/h hacia República Dominicana y Haití, informó en Miami el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en su informe de las 21H00 GMT.

"Irene tiene como objetivo las Bahamas, con pronósticos de convertirse en un huracán más fuerte", advirtió el NHC.

Aunque sigue considerándose categoría uno -la más leve dentro de la escala Saffir-Simpson-, Irene "podría devenir en un huracán más fuerte si continúa moviéndose hacia el centro de las Bahamas", explicó el documento.

Se espera que Irene se mueva de oeste al noroeste en las próximas 24 a 48 horas "y en ese trayecto avanzará hacia el norte de República Dominicana y Haití hoy" lunes, agregó el informe.

A las 21H00 GMT Irene se encontraba a 340 km al sureste de la Isla Gran Turca y a 100 km noroeste del balneario dominicano de Punta Cana (este).

"El centro de Irene se dirige al norte de República Dominicana esta noche. Se acercará el martes a las islas Turcas y Caicos y la madrugada del miércoles se aproximará a Bahamas Central", dijo el NHC.

Autoridades dominicanas habilitaron más de 2.000 refugios y ordenaron nuevas evacuaciones ante la inminente llegada de Irene por la costa norte del país, que experimenta desde la tarde de este lunes aguaceros, ráfagas de viento y oleajes anormales, según organismos de emergencia.

Se ordenó evacuar los poblados aguas abajo de las presas Sabana Yegua, Sabaneta y Valdesia, todas en el sur del país. Más temprano se dispuso la movilización de los habitantes de zonas vulnerables en las provincias de Barahona, San Juan y San Cristóbal, en el centro y suroeste del territorio.

Hasta ahora se había desplazado a 135 personas de sus hogares, aunque esta cifra seguían aumentando.

La capital, Santo Domingo, y otras 23 provincias están en alerta máxima y en amarilla las ocho restantes, mientras las clases en escuelas y universidades fueron suspendidas. El gobierno dispuso además la distribución de más de dos millones de raciones de alimentos en comedores sociales.

En la turística Puerto Plata, en la costa norte, autoridades reportaron fuertes olas que pueden llegar a los 4,5 metros con comportamiento similar en todo el litoral, desde el extremo este hasta el oeste, por lo que se dispuso que las embarcaciones de menor calado deben permanecer en los puertos.

Dominicana comparte la isla caribeña de La Hispaniola con Haití, que ya evitó un desastre climático a principios de este mes cuando la tormenta tropical Emily rozó su territorio. Ahora, sin embargo, Irene reaviva los temores en un país en el que 300.000 personas aún viven en campos de refugiados tras el catastrófico sismo de 2010 que mató a unas 225.000 personas.

Haití, bajo la advertencia meteorológica, se preparaba también el lunes para la llegada del huracán y decretó la alerta roja, conminando a los habitantes de las zonas expuestas a abandonarlas.

"Medidas de prevención han sido tomadas para proceder al desplazamiento de la población en peligro", dijo a la AFP Ronald Semelfort, alto funcionario del servicio meteorológico de Haití.

Por el momento es incierto si Irene llegará a las costas de Florida (sureste de Estados Unidos) o más al norte, pero también al sur del país. Los estados de Carolina del Norte y del Sur estarían en el trayecto eventual del fenómeno climatológico.

De llegar al sureste de Estados Unidos sería el viernes, indicaron los reportes, precisando que las ráfagas de Irene superarán la velocidad actual de 130 km/h.

Irene era hasta el domingo una tormenta tropical que se convirtió en huracán tras su paso por Puerto Rico, donde permanecía cerrado el aeropuerto. Hasta la mañana del lunes había cerca de un millón de personas sin energía eléctrica y 118.000 sin agua potable como secuela del ciclón.

Además unas 600 personas acudieron a refugios.

Más de 50.000 murieron en las últimas cuatro décadas a causa de desastres naturales en la región, donde hubo daños valorados en miles de millones de dólares. La ONU considera a esta región como una de las más vulnerables del mundo al cambio climático.



KC
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