Reportajes

No se es "corrupto" cuando se gana dinero

2011-09-15

En última instancia, la diferencia entre los corruptos y la realeza del corretaje es...

Por DAVID WEIDNER, WSJ

UBS AG aparentemente sería el banco más reciente que se ve perjudicado por culpa de un operador "corrupto". La policía británica arrestó el jueves a un hombre sospechoso de haber cometido fraude luego de que el departamento de fondos que cotizan en bolsa de UBS indicara que el corredor había acumulado US$2.000 millones en pérdidas.

El corretaje en Wall Street, por supuesto, es un juego de dados controlado muy de cerca. Los corredores ponen en riesgo el capital de su firma, pero deben hacerlo con autorización. Como muestra este escándalo más reciente, la autorización es fácil de encontrar o evadir. Y como ha dicho cada "corrupto" en defensa propia, también había ganadores que realizaban operaciones no autorizadas. La diferencia: eran ganadores.

Considere la historia de Nick Leeson, el primer corredor consiguió derribar un banco. Acumuló US$1.000 millones en pérdidas y fue sentenciado a seis años en la cárcel. El banco Barings colapsó por el peso de esta exposición. En una entrevista con MarketWatch en 2004, Leeson afirmó que tomar riesgos excepcionales era común. De hecho usó una cuenta que su equipo había establecido para cubrir pérdidas de un corredor poco experimentado. Y como han sostenido muchos acusados de corrupción, Leeson indicó que el banco lo aprobó tácitamente.

La cantidad de corredores corruptos —hubo al menos 11 desde 1995 que perdieron alrededor de US$10.000 en total— sugiere que Leeson podría tener razón.

Entonces, ¿por qué se permiten las operaciones que van más allá de los límites permitidos? Debido a los ganadores. Por ejemplo Philipp Meyer, un ex corredor de derivados de UBS que dejó el negocio hacia unos años y escribió sobre los excesos del negocio para el diario The Independent. Que queda claro, Meyer nunca dijo que hubiera realizado operaciones no autorizadas, pero sí ofreció su observación sobre el corretaje. "Era bastante claro lo que no le gustaba a El Mercado. No le gustaba ser observado de cerca. No le gustaban las reglas que gobernaban su comportamiento".

Luego está Jerome Kerviel, el principal corredor corrupto de la historia que perdió US$7.000 millones en Societe Generale en 2008. Kerviel afirma que superaba sus límites de crédito con regularidad y que cuando ganó dinero para el banco en 2007, recibió una bonificación de US$416.000 por US$60 millones en ganancias para SocGen.

En última instancia, la diferencia entre los corruptos y la realeza del corretaje es qué resultados tienen sus apuestas, no si toman riesgos extremos. Como indicó Leeson, no hay excusa para no atrapar a un corredor corrupto ahora o incluso hace 18 años: "Un control muy simple lo habría expuesto".



EEM

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