Reportajes

Cástigos más severos a secuestradores y asesinos: Mons. Carlos Aguiar Retes

2011-09-18

Debido a los altos índices delictivos registrados a lo largo y ancho del territorio...

Edmundo Cázarez C., El Periódico de México

*.- La Conferencia Episcopal Mexicana no es un moderno…¡¡ Club de Tobi !!
*.- La sociedad mexicana sumida en profundo letargo de superficialidad
*.- Debe desaparecer el secreto de confesión
*.- La pena de muerte…¡¡no atenta contra Dios!!
*.- Somos religiosos nada más cuando nos conviene
*:- Dios no es exclusivo de la iglesia católica
*.- De piloto aviador y futbolista… ¡¡a sacerdote!!
              
"Como simple ciudadano exijo a las autoridades mexicanas leyes más rígidas para secuestradores y asesinos e impongan cadenas perpetuas más dura que la propia pena de muerte, pues durante los años que les queden de vida, les remorderá la conciencia por el mal que hicieron a los demás" Afirmó en entrevista exclusiva con El Periódico de México, Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana. Asimismo, enfatizó que la tan discutida Pena de Muerte, aunque es totalmente contraria al proyecto de Dios, los hombres se rigen por sus propias leyes: "No hay que dejarle todo a Dios"

Entrevistado en su despacho, adjunto a la Catedral de Tlalnepantla, momentos antes de oficiar la misa dominical en la majestuosa catedral de Tlalnepantla, recuerda con enorme satisfacción sus años de infancia en donde, él mismo, se sorprende porque primero anhelaba ser piloto aviador y luego futbolista profesional. Categórico subraya que Dios no es exclusivo de la Iglesia Católica, que la obligación principal de un Obispo radica en la hermandad, junto con otros obispos y presbíteros, ejercer con total honestidad la paternidad y la atención desinteresada hacia los fieles.

Debido a los altos índices delictivos registrados a lo largo y ancho del territorio nacional, demanda la desaparición del secreto de confesión para colaborar con las autoridades en el combate al crimen organizado. Asimismo, lamentó que la sociedad mexicana se encuentre sumida en un profundo letargo de superficialidad, aunque duela decirlo, afirmó, demostremos ser religiosos nada más cuando nos conviene.

Por último, aclara que la Conferencia Episcopal Mexicana no es un moderno Club de Tobi"

Amable en su trato, sencillo y dueño de una memoria prodigiosa, responde:

-¿Cuándo era niño se imaginó que se dedicaría en cuerpo y alma a la Iglesia?

-La infancia que recuerdo con mayor precisión de memoria, es a partir de los 5 o 6 años de edad.

-¿Cómo vivió esa infancia? ¿Qué recuerdos guarda?

-Había un cariño muy especial y recíproco entre mi abuela y yo. Una mujer muy devota que asistía todos los días al santo rosario, a la bendición del Santísimo todas las mañanas, y como yo me iba al colegio, mi casa estaba a tan solo tres cuadras de su casa…¡¡siempre me llevaba al santo rosario!!

-¿Un niño aplicado, medio burro o simplemente del montón?

-Estoy totalmente seguro que fui un niño sumamente inquieto, siempre, con el deseo de querer aprender más y más; pero como todos los niños, me costaba algo de trabajo estudiar. Afortunadamente fue nada más en el transcurso de la primaria…

-¿…vamos, de puros dieses?

-Al principio no. Los tres primeros años de primaria fueron muy duros, a tal punto que mi mamá estaba muy preocupada al notar que estaba muy desconcentrado. Totalmente opuesto a lo que viví en el kínder, ahí, las maestras que tuve fueron fantásticas, me enseñaron los colores en inglés…

-¿Por qué no le gustaba la primaria?

-Es que las maestras tenían la usanza antigua, si no llevaba la tarea me pegaban en las manos y eso me hizo rehuir un poco al estudio mismo…

-¿Acostumbrado a que la letra con sangre entra?

-¡¡Exacto!! Mi mamá estaba muy al pendiente de nosotros. Cuando cursaba el tercer año de primaria, un día, me dijo muy seria: "Si no sacas buenas calificaciones tendrás que ir a cursos de verano"…

-¿Pavor a los cursos de verano?

¡¡Uff!!, los cursos de verano significaba perder las vacaciones, pero ya en quinto y sexto grados, me tocaron maestros muy buenos y la cosa como que se compuso.

-¿Cuál era la materia "coco"?

-Curiosamente la gramática, ya después y con el aprendizaje de lenguas cuando ingresé al seminario, a decir verdad, no era una materia realmente "coco", sino que no me gustaba.

-¿Qué materia le gustaba más?

-¡¡Uy!!, me gustaban mucho las matemáticas, la geografía e historia.

-¿Matadito para la escuela… un auténtico nerd?

-Sí, la verdad sí. A partir del cuarto año y hasta sexto de primaria, incrementé mucho la aplicación y terminé la primaria con puros dieses…

-No que no era "matadito"..?

-Bueno, eso se lo debo a mi mamá.

-¿Un niño travieso, hiperactivo?

-Muy, muy travieso y juguetón.

-¿Era bueno para la pelota o las canicas?

-Siempre me gustó el futbol. Al término de clases, cinco de la tarde, nos íbamos a jugar futbol en la calle.

A partir de ahí me gustó mucho, tan es así, ingresé a una liga infantil, ocupaba la posición de defensa derecho pero luego me bajaron al medio campo.

-¿Cuándo metía gol, se sentía tocado por el cielo?

-¡¡Para nada!!, nunca me convertí en un goleador, era una pieza importante en la estrategia de los partidos.

-¿A qué equipo le iba?

-Le iba al América pero muy dentro de mí sentía una mayor atracción por las Chivas…¡¡Caray!, me llevas a recordar cosas muy gratas desde 1958.

-¿Los Santos Reyes eran generosos o unos "manchaditos"?

-Ja, ja, ja.. En primer lugar, déjame decirte que nací en Tepic y en todo el occidente del país no existía la costumbre de los Santos Reyes. Jamás me llevaron regalos sino que me los llevaba el Niño Dios en navidad.

-¿Fiel a la creencia?

-Sabía que los regalos me los llevaban mis papás, pero con la ayuda del Niño Dios.

-¿Cuál fue el regalo que más le impactó?

-Tenía un padrino de bautismo que era muy generoso conmigo, no tenía hijos y me sorprendía con unos regalotes. Una vez, me llevó uno que se llamaba "mecano" de un buen nivel, fue la locura para mí.

-¿Qué pensaba ser de grande?

-Cursando la secundaria, en la clase de orientación vocacional, nos preguntaron nuestros deseos de seguir una carrera y como primera opción puse que quería ser piloto aviador; como segunda, médico y como tercera ser sacerdote, debo confesar que, en ese entonces, los grupos los formábamos no más de 8 o 10 niños, y no como ahora, los grupos son de 30 o 50 niños. Había una educación mucho más personalizada.

-¿Alguna vez fue acólito o monaguillo?

-Desde el 4º año de primaria en dos Iglesias, una de Agustinos y la otra de claretianos.

-Cómo ingresa al Seminario?

-Desde que estaba en la primaria quería irme al Seminario pero mi papá no me dejaba, ponía de pretexto que hasta que la terminara.

-¿Su papá a que se dedicaba?

-Mi padre primero fue agente viajero, luego se hizo cargo de la administración de un pequeño hotel propiedad de mi abuelo, y al último, tuvo una agencia de billetes de la Lotería Nacional.

-Con la ayuda de un hijo seminarista, alguna vez se sacó la lotería?

-Ja. Ja, ja. No sé que sucedió, pero en dos ocasiones se sacó la lotería y con eso pudo comprar la casa donde vivíamos; mis padres ellos se casaron siendo muy jóvenes, a los 22 años, aunque mi madre falleció hace 8 años.

-¿Cuántos hermanos tuvo?

-Fuimos seis hijos. Aunque yo fui el primer varón, ocupaba el segundo lugar en la familia.

-¿Cómo decide irse al Seminario?

-Recuerdo que tuve una plática muy larga con mi papá, me dijo que como ya había concluido la primaria que contaba con su autorización para irme al seminario. Al escuchar aquellas palabras, me dio muchísima tranquilidad.

-¿Qué percepción tenía el joven seminarista del México de aquel entonces?

-Déjeme contarle un anécdota, cuando iba a la escuela, allá en Tepic, tenía solamente 20 mil habitantes, en ese entonces, estaba vigente la elección presidencial de Adolfo López Mateos, todos los aparadores de las tiendas del centro estaban atiborradas de fotografías del candidato oficial del PRI, pero de pronto, vi una foto de Luis H. Álvarez que me llamó la atención y le pregunté a mi papá ¿quién iba a ganar las elecciones?, me dijo que la otra foto era solamente un protocolo político para hacerle sentir a la gente que todo era democracia, pero no quedé del todo satisfecho, estuve al pendiente de los resultados. Cuando vi que López Mateos había ganado, me dio mucha tristeza que se gastara tanto dinero de manera tan tonta, si todos ya sabían quién era el ganador.

-¿Cree usted que se han perdido los valores?

-No podemos hacer una afirmación tan tajante de que si fue mejor el México de antes, sino que hay que entender los contextos de la evolución de la sociedad. Creo que hasta el día de hoy, un tiempo en donde claramente se pueda decir que la sociedad de antes fue mejor que la actual, sin embargo, hay muchos factores que condicionan esa evidencia social. Lo que creo muy interesante es poder descubrir los problemas y qué es lo que los está originando.

-¿Una sociedad corrupta?

-¡¡Esa, es una pregunta muy fuerte...!! Lo que sucede, la sociedad mexicana de hoy está sumida en un letargo de superficialidad.

-¿Vamos caminando para atrás como los cangrejos?

-Un poco, pasa con lo que hemos visto en los años 70^s, cuando los papás lograron mejores niveles socioeconómicos y mejores niveles de vida. Era una estabilidad monetaria, donde por cierto, casi todo mundo tenía un pequeño "vochito", o quienes tenían asegurada una casa…

-¿Quiere decir que por brindar comodidades a los hijos se olvidan los valores?

-Antes, era muy importante para los papás inculcarle a los hijos buenos modales, costumbres y valores para poder sobrevivir. Así se nos tenía acostumbrados a principios del siglo XX, esos valores venían como inercia, generación tras generación…

-¿Las generaciones modernas, producto de la irresponsabilidad?

-Aunque duela decirlo, cuando se les da todo a los hijos, automáticamente se convierten irresponsables y egoístas.

-¿Somos rehenes de nosotros mismos?

-Generacionalmente sí. No nos damos cuenta de la importancia de la educación de los hijos y se pasó, simplemente, buscar el bienestar material. Se perdieron los valores que sostienen el nivel de dignidad de vida. La gente sufre terriblemente pensando que lo importante es salir adelante en el aspecto material. Tener lo suficiente para que las condiciones de vida sean las conveniente para presumir de un "status" social y se olvidan del aspecto moral.

-¿Por qué nada más cuando peligra nuestra vida nos acordamos de Dios?

-Esa es la naturaleza del ser humano.

-¿Somos religiosos o cristianos solamente cuando nos conviene?

-¡En efecto, eso es consecuencia de nuestra misma naturaleza! Somos como seres creados, es decir, no nos dimos a nosotros mismos la vida, sino que somos procreados con la ayuda de nuestros padres, pero es Dios el que nos ha dado la vida y quien nos la sostiene.

-¿Cuándo nos sentimos autosuficientes renunciamos a nuestras creencias?

-Es algo de inercia, como cuando el niño aprende a caminar solo, ya no necesita de la mano de papá, pero no es que se olvide de papá. En la medida que una sociedad se crea totalmente autosuficiente, se olvida levantar la vista hacia arriba, ver de dónde viene todo, ah!!, pero cuando se nos presentan situaciones de fenómenos naturales como terremotos, huracanes, epidemias o situaciones que nos desbordan y desconocemos la forma de afrontarlas y que está en peligro nuestra vida, ¡ah!, entonces sí, vuelve el alerta de qué está pasando, reclamamos a ese ser todopoderoso y le pedimos ayuda.

-¿Una pérdida de fe imperdonable?

-Es el ciclo que todo ser humano vive en lo individual, con las tragedias y situaciones adversas que le toca afrontar. Cuando hay situaciones incontrolables, que nos causan un grave riesgo y está en peligro nuestra vida, individualmente o social, pienso que debemos levantar la vista y decirle: "Señor, tú eres el dueño de todos nosotros, tú eres el que nos sostienes.

-¿Nos hace falta humildad?

-¡Exacto!, pero simultáneamente se genera una cosa muy hermosa que es la conciencia de nuestra dependencia con Dios. La ocasión de encontrarnos con él, lo cual, va a retroalimentar nuestro espíritu, nos va a generar una fortaleza mucho más grande, fuerte y que nos va a dar la posibilidad de crecer en solidaridad con los demás.

¿-En los terremotos del 85, la gente abarrotó las iglesias en busca de auxilio espiritual, ahora con la epidemia de la Influenza las iglesias se mantuvieron cerradas….?

-Ese fue un dilema muy grande, evidentemente, el peligro de la epidemia tenía su punto neurálgico en concentraciones y aglomeraciones de personas, y la misma circunstancia sanitaria nos impidió brindar apoyo moral. Aunque los templos se cierren y suspendan sus actividades, yo creo que es el momento de crecer en una espiritualidad.

-¿Estamos perdidos en una vida mundana?

-Eso es, deberíamos de aprovechar estas situaciones para hacer un momento de fortaleza espiritual en la familia. Juan Pablo II nos iluminó mucho con una bella frase: "la familia es la Iglesia de Dios". El templo es un lugar dedicado al culto, pero la iglesia nace en la familia. Que no sea un obstáculo para encontrarnos con Dios si en un determinado momento se suspende abrir las puertas o las celebraciones de los templos, tenemos que hacer un esfuerzo para entender cómo Dios está presente con nosotros.

-¿A lo mero macho, Dios existe o es un invento del hombre mismo?

-¡¡Claro que Dios existe!!. Lo que nos hace falta es una formación más sólida en la lectura del Santo Evangelio, meditación con la palabra de Dios para saber escucharlo.

-¿La gente se pregunta dónde está Dios?

-Dios se hace presente a través de cada ser humano, por eso, nos pidió amar al prójimo.

-¿Todo lo que nos pasa, inundaciones y terremotos, auténticas pruebas de crecimiento y resistencia?

-Dios está presente en cada uno de los acontecimientos, pero nos hemos dejado llevar, quizá, por una de las tres vertientes, que resulta necesario y que es el culto, la expresión comunitaria, la celebración de la eucaristía, y cuando falta ésta última, es cuando se fortalece, curiosamente, la comunidad en el aspecto espiritual.

-¿El culto de unos, el negocio de otros?

-Esta expresión la vemos en la Biblia cuando el pueblo de Israel quedó destruido. Hasta entonces, el culto era una expresión que los profetas, como Jeremías, criticaban mucho y en ese sentido, es un momento privilegiado, hay que verlo como una llamada de atención de Dios.

-¿Si Dios existe, debemos honrarlo con lágrimas?

-Dios no exige sufrimiento ni dolor. Debemos honrarlo con nuestras actitudes y nuestra manera de comprometernos; preguntándonos cuántas veces intentamos superar el individualismo egoísta, hedonista y sólo pensar en uno mismo, cuando sabemos que eso es imposible sociológicamente, sicológicamente ni económicamente, ningún ser humano puede salir adelante solo.

-¿Dios es exclusivo de la Iglesia católica y que las demás religiones se vayan mucho al infierno?

-¡¡No!!, esa es una mala manera de entender la verdad, precisamente, cuando Israel, en el Antiguo Testamento sufre la destrucción de su templo y de su ciudad es cuando capta que no hay más que un solo Dios, es cuando descubre que hay un Dios creador y la única verdad. Las diferentes religiones son caminos que la propia humanidad ha descubierto para satisfacer el instinto natural que Dios ha puesto en nosotros para creer en un ser supremo. La Iglesia Católica se sabe, dentro de esta corriente de presencia de religiones, pero tiene la convicción por la experiencia de vida de tantos que han seguido a Cristo, de que Cristo sería una revelación y no solamente un camino, que naturalmente busca el hombre, de encontrarse con Dios sino es Dios que viene al encuentro del hombre. Esta es la originalidad del mensaje cristiano y nos permite decir que estamos convencidos de que estamos en la verdad, pero nunca, decir que los demás hacen mal en practicar una religión y esperamos que algún día, Dios nos ayude para que converjan los caminos.

-¿La Pena de Muerte atenta contra Dios?

-A ver, a ver, vamos por partes, me acaba de hacer una pregunta muy interesante y delicada a la vez. Primero, ¿Por qué le dejamos todo a Dios?

Precisamente, el camino de las religiones naturales es ése, creer en Dios con una total conciencia de que todo lo tiene que hacer Dios y tengo que verme beneficiado con un paternalismo riguroso y a cambio, tengo que seguir con rituales que me exige mi religión.

-¿Un trueque religioso….?

-En el cristianismo, particularmente, el mensaje de Jesús, nos dice que Dios se hace presente a través de cada ser humano y se hace presente cuando ese ser humano se pone en comunión consigo mismo y con sus demás hermanos, entonces viene el espíritu regalado por el padre y nos hacemos conscientes de que Dios actúa a través de nosotros. El hombre puso sus leyes y la pena de muerte no atenta contra Dios, aunque la Pena de Muerte es totalmente contraria al proyecto de Dios, es decir, Dios es Dios de la vida. Nosotros nos equivocamos si cometemos pecados, pero Dios nos dio un libre albedrío y el hombre se rige por sus propias leyes, pero mirando el conjunto de la enseñanza de Cristo yo me atrevo afirmar que Dios no la ve con beneplácito.

-¿Nos sabemos a ciencia cierta lo que poseemos?

-Esa misma prolongación se da en nosotros mismos como iglesia. Eso fue lo que nos dijo Jesús, si estamos unidos y en comunión con Cristo. Ahí se hace presente a través de nosotros mismos y nos hacemos conscientes del misterio de la reencarnación. Así como Dios, siendo esencialmente espíritu, toma carne y cuerpo a través de María Virgen y se hace hombre en todo, menos en el pecado, así también, esa misma reencarnación se realiza en todos los que seguimos a Cristo.

-¿Estamos haciendo mal la tarea?

-En ese sentido sí, es decir, pienso que hay otros caminos que tenemos que hacer. Existe una cadena perpetua y es mucho más dura y fuerte que la misma pena de muerte, porque le va a estar dando y dando vueltas en su cabeza el mal que hizo.

-¿Cuál es la posición de la Iglesia en cuanto a secuestradores y asesinos?

-En pláticas que hemos tenido con autoridades del país, como el Secretario de Seguridad Pública Federal, les hemos hecho saber nuestra preocupación por los altos índices de inseguridad y nos han explicado las medidas que diariamente se toman y se ponen en marcha para el combate contra la delincuencia. Consideramos que es un momento en el cual, nos identificamos como cristianos, dirigiéndome a quienes creemos en Cristo, que es una buena parte de la población, en el misterio del dolor y de la adversidad. Tenemos que aprender que en la adversidad también Dios se hace presente, es el momento en el cuál, podemos crecer más.

-¿Debe desaparecer el secreto de la confesión si llega a ustedes un secuestrador o asesino y denunciarlo a las autoridades?

-Para poder salvar una situación de pánico, de terror y de miedo, que sigamos viendo que esto no termina aquí, es decir, cuando hablábamos de la superficialidad, nuestra mirada muchas veces se reduce a la vida terrena cuando es simplemente una preparación de la vida eterna. Quienes tenemos esta fe de que sabemos que la muerte no es el término de la vida sino un simple tránsito, tenemos que contemplar cualquier adversidad, tenemos que luchar por salvaguardar la vida misma. El sacramento de la confesión es clarísimo, el secreto por encima de todo, porque solamente así puede realmente la persona acercarse con plena confianza y abrir su corazón con la posibilidad de que Dios toque ese corazón, pero considero sinceramente que debe desaparecer y colaborar con las autoridades para acabar con el crimen organizado.

-¿Nos acercamos cada vez más al fin de los tiempos?

-El fin de los tiempos, le preguntaron una vez a Cristo ¿que cuando iba a ser el fin del mundo? Y le dijo: "No lo sé yo, solamente lo sabe mi padre" y esa respuesta sigue siendo válida. Creo que el fin de los tiempos será cuando menos lo pensemos. Tenemos que luchar, tenemos que salir adelante, tenemos que tener confianza en Dios y pasar estas pruebas de crecimiento.

-¿Qué representa para usted ser Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana?

- Es una gran responsabilidad y estoy consciente de ella. Es buscar la comunión de la fraternidad entre los Obispos para que cada uno de nosotros sirva mejor en cada una de nuestras Iglesias, y por ello, cada vez que puedo, le pido la oración no solo a mis hermanos presbíteros sino a todos los fieles para que Dios me siga dando la fuerza, la salud y capacidad para cumplir con esta honrosa distinción que me hizo su Santidad Benedicto XVI.

-¿Le gustaría llegar a ser sucesor del Papa en el Vaticano?

-¡Caray!, uno nunca imagina que es lo que Dios le va ir pidiendo…

- ¿…A lo mero macho, no le gustaría llegar a ser el Primer Papa Mexicano?

-Por lo pronto, lo debo de confesar, no me imaginaba estar aquí en Tlalnepantla ni me imaginaba estar de Obispo en Texcoco, me acababa de ir a estudiar un doctorado a Roma, con la ilusión de dedicarme a la investigación y a servicio de la universidad pontificia para la formación de sacerdotes o en la formación de fieles con una espiritualidad más firme. Ese era mi proyecto personal, pero el Señor nos va pidiendo y con mucho gusto. Mi posición siempre ha sido cuando uno no busca sino le piden que haga algo y uno lo puede hacer, es una forma como Dios nos ama. Así lo he entendido yo, por eso dejé mi tierra que amo tanto, Nayarit, para venirme al valle de México, a Texcoco y por eso ahora dejo Texcoco que también quiero tanto y estoy ahora en Tlalnepantla.

-¿Qué siente ser tan respetado y estimado por la gente en general?

- ¡¡Uff!!, creo que es una caricia de Dios. En el cariño de la gente veo que en cada ser humano hay una presencia de Dios y cuando nosotros detonamos esa interioridad tan rica que tiene el ser humano, aparece el espíritu y al aparecer el espíritu hay una manera de comunicación, hay una manera de relación muy importante que nos hace salir de lo habitual, de lo cotidiano, de la formalidad del saludo y despedida.

-¿La Conferencia Episcopal Mexicana, un moderno "Club de Tobi"?

-Ja, ja, ja. Un obispo, nos lo dice un directorio que existe para el ministerio de los obispos, tiene su principal obligación radica en la hermandad con los otros obispos, la paternidad y conducción de los otros presbíteros, la atención a los fieles, pero muchas de las veces, la atención a los fieles no es directa porque no sería capaz de atender las 24 horas de hacerlo para toda la comunidad sino que tiene que ser a través de los sacerdotes. No, la Conferencia Episcopal Mexicana no es un moderno Club de Tobi…

-¿De veras, México es un país bendito que Juan Pablo quería tanto?

-Desde el Papa Pío XII que dijo: "Dios nunca había hecho nada igual como lo hizo con México al enviarnos a la Virgen de Guadalupe".

-¿Qué opina el ciudadano Carlos Aguiar del Obispo Carlos Aguiar?

-¡¡Qué pregunta!! Caray, no sé que responder. Quizás, que estoy muy satisfecho haber sido llamado por Dios para este ministerio.

-¿Alguna vez sintió el deseo de tirar la toalla y dedicarse a otra actividad?

-Como todo joven y todo estudiante al sacerdocio, pasamos por un momento de discernimiento difícil y preguntarnos si realmente nos querrá Dios, si en verdad es un llamado de Dios o fui yo el que se metió la idea de ser sacerdote, pero después de pasar ese transe y decidir serlo, estoy convencido, a lo largo de 36 años de presbítero y 12 años de obispo que el señor me llamó efectivamente.

-¿Algún mensaje que desee enviar a los lectores de El Periódico de México?

-Que Dios los acompañe. Dios está presente y en la medida que cada uno sea consciente y lo podamos transmitir a los demás, dándonos esperanza y fortaleza para afrontar la adversidad. Muchas gracias a usted por su visita.



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