Reportajes

Cristianos encuentran seguridad en norte de Irak, no empleo

2011-10-02

Por Serena Chaudhry, Reuters

ARBIL, Irak - Menas Saad Youssef ya no teme volar en pedazos mientras reza en la iglesia. Pero ella y muchos otros cristianos traumatizados que huyeron de la capital iraquí hacia zonas más seguras ahora están inmersos en una nueva crisis: la falta de empleo.

A casi un año de que una letal toma de una iglesia en Bagdad dejara decenas de muertos e hiciera que su familia buscara refugio en la próspera región kurda del norte, Youssef está en su casa, frustrada respecto a su futuro.

Esta académica de 28 años, todavía atormentada por las imágenes de sus amigos yaciendo en charcos de sangre en la catedral donde ella rezaba cada domingo, echa de menos su puesto como profesora de arquitectura en Bagdad.

"Es un lugar seguro. Puedo salir por la noche", dijo la mujer en referencia a la zona principalmente cristiana de Ainkawa en la ciudad de Arbil, 300 kilómetros al norte de Bagdad.

"Pero el problema es que no hay trabajo. Entonces una se siente bien al comienzo y luego, cuando tratas de ganarte la vida, es muy difícil. No podemos encontrar empleo", agregó.

Los cristianos de Irak -muchos de ellos católicos sirios o caldeos- ascendían a 1,5 millones antes de 2003 y ahora se estima que llegan unos 600,000, según líderes de dicha comunidad. Irak no ha realizado un censo completo desde 1987, pero se estima que este país mayormente musulmán tiene una población de 30 millones de personas.

Si bien la mayor parte de los enfrentamientos sectarios que ocurrieron a continuación de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003 han sido entre musulmanes sunitas y chiíes, los ataques contra cristianos han aumentado en los últimos años.

En octubre del 2010, 52 rehenes y policías murieron cuando militantes armados vinculados a Al Qaeda tuvieron a más de 100 católicos cautivos en una toma de la catedral Nuestra Señora de la Salvación en el centro de Bagdad. En el incidente resultaron heridas 67 personas.

Ese fue el ataque más sangriento contra cristianos iraquíes en los ocho años de guerra que siguieron a la invasión y sembró miedo en la comunidad cristiana, provocando la huida de cientos de familias al norte del país o al extranjero.

"Hay unas 900 familias cristianas desplazadas que se han asentado de forma permanente en la provincia de Arbil, incluyendo Ainkawa, desde la explosión en Nuestra Señora de la Salvación", dijo Kamran Abdullah, director del departamento kurdo de migración y desplazamiento en Arbil.

"Más personas fueron desplazadas pero algunos de ellos han regresado donde vivían", añadió.

MINORIA RELIGIOSA

La región iraquí de Kurdistán ha sido un oasis de relativa calma desde 1991, cuando se convirtió en un enclave semi-autónomo bajo protección occidental. La zona se ha ganado la reputación de ser un refugio seguro en un país peligroso.

Pero si bien la zona ha atraído la inversión extranjera y la construcción está en auge, los cristianos que se han mudado al norte de Irak siguen siendo marginados.

"Nadie apoya a los cristianos en Irak. Sentimos que se está convirtiendo en la norma", dijo Abu Rani, quien atiende un pequeño comercio de artículos electrónicos en Ainkawa tras dejar Bagdad en 2007, durante el pico de violencia sectaria.

Uno de los principales obstáculos para encontrar empleo es que cualquiera que se muda al Kurdistán para vivir y trabajar allí debe obtener un permiso de residencia del Ministerio del Interior del Gobierno Regional Kurdo. Para obtener un permiso se debe tener a un residente que ofrezca garantías.

El permiso, que necesita ser renovado anualmente, debe ser presentado cuando se busca trabajo.

"A menos que cuentes con tal aprobación, no se puede encontrar empleo aquí (en Arbil)", dijo un miembro del Consejo Caldeo Sirio Asirio.

"En este momento no gozamos de ningún derecho constitucional. Somos considerados una minoría religiosa. Dependemos de la buena voluntad de otras personas para encontrar empleo, para vivir en paz, para realizar nuestra vida de todos los días", añadió el miembro del consejo.

Irak tiene un índice oficial de desempleo del 15 por ciento, con otro 28 por ciento de la mano de obra en empleos de dedicación parcial. Gran parte de la población depende de un esquema nacional de racionalización de alimentos.

Abdullah dijo que de las familias que se habían asentado en la provincia de Arbil, 365 cristianos han sido empleados por el Gobierno.

Para ayudar a reubicar más rápidamente a los cristianos en Arbil, Abdullah dijo que la oficina de migración se encargó de que algunos fueran transferidos a empleos y universidades en la Kurdistán iraquí desde sus ciudades natales.

"Significa que ellos trabajan aquí pero son empleados del Gobierno iraquí y reciben su salario de ellos", destacó, y agregó que 104 estudiantes cristianos habían sido reubicados en Arbil.

Youssef, quien se mudó junto a sus padres y hermanos a Ainkawa en noviembre, sigue aguardando su permiso. "Dejé todo en Bagdad y vine aquí para empezar de cero. Todo es confuso para mí. No sé qué ocurrirá en el futuro", dijo la mujer.

Sus padres, que son dentistas, han obtenido sus permisos pero la familia todavía tuvo que contar con la ayuda de parientes en el extranjero para amueblar su casa en Ainkawa, por la que pagan 700 dólares al mes de arriendo. Ellos dejaron la mayor parte de sus pertenencias en Bagdad.

A pesar de las frustraciones, Youssef y su familia dicen que no regresarán a su casa vacía en la capital.

"Nunca regresaré. En Bagdad no hay seguridad. Nunca se sabe si hay una bomba detrás o frente a ti. Puede estar en cualquier lado", dijo su padre, Saad Youssef, de 63 años.

La única opción es dejar el país, algo que la familia no quiere hacer.

"Todos los cristianos quieren irse a otros países (...) especialmente los jóvenes. Yo me quedaré aquí. Es mi país, no huiré", dijo el hermano de Youssef, Khalid de 25 años.



ROW

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