Turismo

Capitán Schettino niega las acusaciones abrumadoras por tragedia del crucero

2012-01-17

El capitán, que permanece bajo arresto por orden de la fiscalía de Grosseto, que lo...

Dario Thuburn / AFP

ISLA DEL GIGLIO- El capitán del "Costa Concordia", Francesco Schettino, niega haber abandonado el barco pese a testimonios y grabaciones que lo acusan de desviarse de su derrotero, de llegar a tierra antes que la mayoría de los pasajeros y de violar las leyes de la navegación.

Los testimonios contra el capitán, un italiano de 52 años, se multiplican tras el naufragio el viernes en la noche del crucero de lujo frente a la isla italiana del Giglio, provocando hasta ahora once muertos y unos 28 desaparecidos.

Nacido en la sureña localidad de Sorrento, tierra de marineros, quedó desacreditado tras haber sido acusado de haberse negado a volver al barco, pese a las órdenes de un oficial de la capitanía que lo instaba a regresar para coordinar las operaciones de evacuación como correspondía a su grado.

Schettino, que corre el riesgo de pasar unos 12 años en la cárcel, ha sido descrito como una persona "exuberante y creída", por uno de sus superiores, el comandante Mario Palombo, actualmente jubilado.

"Quiso hacer una broma, una payasada, una tontería, lo condenaría no una vez sino diez", dijo a la AFP otro comandante italiano que quiso mantener el anonimato.

Schettino, que fue interrogado este martes por los jueces, negó haber abandonado el barco tras el naufragio.

"Declaró a los jueces que no abandonó la nave y que salvó miles de vidas", contó su defensor, el abogado Bruno Leporatti.

El capitán, que permanece bajo arresto por orden de la fiscalía de Grosseto, que lo investiga por supuesto homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono de la nave, piensa que hizo todo lo que estaba a su alcance.

"Defiende la decisión de haber cambiado la dirección del crucero después del choque contra el escollo, lo que permitió salvar a cientos o miles de vidas al encallar en un banco", aseguró el abogado.

Leporatti asegura que a Schettino "le reconforta el hecho de haber mantenido en aquellos momentos la lucidez necesaria para realizar una difícil maniobra de emergencia", sostiene.

El comandante del crucero será sometido a varios exámenes toxicológicos para determinar su estado físico y mental en el momento del choque.

Varios testimonios aseguran que se decía que estaba de juerga con varios amigos, tomando champaña y acompañado por turistas.

Schettino, comandante de ferrys, entró a trabajar en 2002 en la prestigiosa compañía de cruceros, un salto notable, sobre todo si se tiene en cuenta el enorme incremento del turismo en ese sector.

"Era como pasar de manejar un camión a un Ferrari", comenta uno de sus colegas, al referirse al "Costa Concordia", el gigante del mar, una nave sofisticada, altamente tecnológica, de diez pisos, capaz de navegar a 20 nudos (37 km/hora).

Pero su carrera parece acabada: las grabaciones de las conversaciones con la Guardia Costera divulgadas por la prensa este martes son desconcertantes.

Revelan que el capitán no sólo se negó a regresar al lujoso barco, sino que evitó también retomar el mando cuando le informaron de que ya había cadáveres.

"Vuelva inmediatamente a bordo, suba por la escala de seguridad y coordine la evacuación. Debe decirnos cuánta gente hay todavía allí: niños, mujeres, pasajeros, el número exacto de cada categoría", le ordenaron.

El presidente de la compañía de cruceros Costa Crociere, Pier Luigi Foschi, explicó el lunes que la firma tiene la obligación de prestar asistencia jurídica al comandante y subrayó que existen "testimonios internos fiables" de que permaneció en el barco.

Su familia lo defiende a toda costa: "Quieren acabar con una brillante carrera, mi hermano demostrará que no es responsable", aseguró la hermana Giulia.



KC

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