Internacional - Población

Preso político cubano muerto en huelga de hambre será sepultado en su pueblo

2012-01-20

Estados Unidos calificó este viernes a Villar como un

Francisco Jara / AFP

LA HABANA- Los restos del preso político cubano Wilmar Villar Mendoza, que murió el jueves tras una huelga de hambre de unos 50 días, serán sepultados este viernes en su pueblo natal, mientras la oposición denuncia el arresto de activistas que pretendían acudir al sepelio.

Villar, de 31 años, dejó de ingerir alimentos en protesta por la condena de cuatro años de cárcel que le impuso el 24 de noviembre un tribunal cubano, en un hecho similar al del disidente Orlando Zapata, que falleció el 23 de febrero de 2010 tras mantener en prisión un ayuno de 85 días.

Se trata de "otra muerte bajo custodia del Estado, al igual que la de Zapata", dijo el opositor Elizardo Sánchez a la AFP.

Orlando Zapata, un albañil negro de 42 años considerado como "delincuente común" por las autoridades cubanas, había sido sentenciado a tres años de cárcel, pero luego recibió otras penas que elevaron su condena a más de 25 años. Su muerte provocó una ola de críticas a Cuba en el exterior.

Estados Unidos calificó este viernes a Villar como un "valiente defensor de los derechos humanos", mientras que España -donde también viven miles de exiliados cubanos- pidió a La Habana "liberar a todos los presos políticos".

Los restos de Villar eran velados en una funeraria del pueblo de Contramaestre, en la provincia de Santiago de Cuba, 900 km al sureste de La Habana, y serán sepultados en un cementerio local, dijo Sánchez, que denunció numerosos arrestos en esa zona.

"Se han verificado un número indeterminado de detenciones de opositores en Santiago de Cuba y las provincias vecinas, Guantánamo, Granma y Holguín, para evitar que asistan al funeral", afirmó Sánchez, quien dirige la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

En La Habana, las opositoras Damas de Blanco -grupo creado en 2003 por esposas de presos políticos, al que se integró la esposa de Villar, Maritza Pelegrino-- abrieron un libro de condolencias en su sede.

Villar, que dejó dos hijas de 5 y 10 años, fue condenado por "desacato, resistencia y atentado", fallo que consideró "injusto", por lo que se declaró en huelga de hambre, dijo Sánchez.

Explicó que Villar pasó varios días en "estado crítico", en una sala de cuidados intensivos del Hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, donde había sido internado al deteriorarse su salud.

"Ha sido imposible ir al funeral, tengo un operativo (de agentes de seguridad) frente a mi casa", en la ciudad de Santiago de Cuba, aseguró el disidente José Daniel Ferrer a la AFP.

"Ya han arrestado a más de 30 opositores (...) para que no vayan al funeral", añadió Ferrer, uno de los 75 disidentes condenados en 2003 y excarcelado en 2010, y líder de la Unión Patriótica de Cuba, grupo opositor al que pertenecía Villar.

La muerte de Villar "muestra cómo el gobierno cubano castiga a la disidencia", indicó la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), que pidió a La Habana garantizar que los disidentes puedan asistir al funeral.

El gobierno de Raúl Castro y los medios cubanos -todos bajo control estatal-- han guardado silencio sobre este caso, pero el bloguero oficialista Yohandri calificó a Villar como un sujeto violento, "de una peligrosidad social comprobada".

"Este hombre, que hoy se nos presenta como un luchador pacífico por los DDHH en la isla, no fue más que un violento ciudadano, de una peligrosidad social comprobada", escribió Yohandri en su blog (www.yohandri.com), que publicó también la causa del deceso: "un fallo multiorgánico por sepsis generalizada".

Estados Unidos calificó a Villar como "valiente defensor de los derechos humanos", y resaltó que "su muerte destaca el continuo problema de la represión política en Cuba", según un comunicado enviado a la AFP por William Ostick, portavoz para América Latina del Departamento de Estado.

El gobierno español, con el conservador Mariano Rajoy al frente, llamó a La Habana a "liberar a todos los presos políticos" y expresó su "consternación" por la muerte de Villar en un comunicado divulgado por la cancillería.

Sin embargo, el gobierno cubano niega que haya presos políticos en la isla y considera a los opositores como "mercenarios" de Estados Unidos.

Actualmente hay unos 60 opositores presos en Cuba, 16 de ellos con "licencia extrapenal", según la Comisión de Derechos Humanos, luego de que un inédito diálogo instalado en mayo de 2010 por el cardenal Jaime Ortega con el presidente Raúl Castro condujera a la excarcelación de unos 130 disidentes, que en su mayoría se exiliaron en España.

Otros siete presos políticos fueron indultados en Navidad por Raúl Castro, quien sucedió en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, dentro de un grupo de 2.991 reclusos cubanos y 86 extranjeros favorecidos por razones "humanitarias".

Entre las razones para el indulto, Raúl Castro invocó la próxima visita del papa Benedicto XVI, del 26 al 28 de marzo, y la celebración del Año Jubilar 2012 por parte de la Iglesia Católica, que se ha convertido en el único interlocutor del gobierno comunista.



KC

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