Internacional - Población

Frustrado diálogo entre indígenas y gobierno panameño

2012-02-05

Por Juan José Rodríguez, AFP

PANAMÁ - Grupos indígenas panameños mantuvieron el sábado por quinto día el bloqueo de carreteras en distintas zonas de Panamá, incluida la que comunica con Costa Rica, tras fracasar los intentos de iniciar un diálogo con el gobierno, porque ambas partes exigen condiciones totalmente encontradas.

El diálogo iba a empezar este sábado en un punto entre las localidades de San Lorenzo y David, en la occidental provincia de Chiriquí, bajo la mediación de la Iglesia Católica, pero la delegación gubernamental no se presentó.

"La invitación es a que levanten el bloqueo que está causando demasiado perjuicio a los panameños y extranjeros y que vengan a la Presidencia", dijo a la AFP el ministro de Gobierno, Jorge Fábrega.

Pero la Coordinadora por la Defensa y Derechos del Pueblo Ngöbe-Buglé, que organiza la protesta, que había aceptado temprano el diálogo, había condicionado la reapertura de las vías a los resultados de la conversación, que finalmente no se dio este sábado.

El viceministro de Gobierno, Javier Tejeira, había afirmado a la AFP que el gobierno tiene "los puentes dispuestos para el diálogo".

"Estamos seguros de que surgirán otros caminos para que los cosas puedan llegar a buen puerto", dijo al canal Telemetro José Luis Lacunza, Obispo de Chiriquí y mediador en el conflicto y para quien todavía "hay esperanzas y ventanas abiertas" para llegar a un acuerdo.

"Que abran la carretera porque esto no puede continuar así", insistió el presidente panameño, Ricardo Martinelli, quien había advertido el viernes -sin precisar las medidas- que se tomarían "decisiones" si los indígenas rechazaban dialogar.

Apoyados por cerca más de 50 organizaciones populares, cientos de indígenas de la etnia Ngöbe Buglé -la mayor del país- iniciaron su protesta el lunes y mantienen desde el martes bloqueadas varias vías, para exigir que un proyecto que debate el Congreso prohíba la construcción de hidroeléctricas y la explotación de minas en sus comarcas.

El gobierno acepta no desarrollar actividades mineras pero rechaza prohibir la construcción de hidroeléctricas ya que asegura que esa medida supondría un sobrecosto al Estado de 200 millones de dólares para suplir la demanda energética.

"Si prohibimos el desarrollo hidroeléctrico en la principal región hídrica detenemos nuestro desarrollo", dijo el canciller Roberto Henríquez.

Entre los puntos bloqueados está la frontera entre Panamá y Costa Rica por la localidad de Sixaola (Caribe) y la carretera Interamericana, que conecta a los dos países, fundamental para el comercio.

Cientos de personas, entre ellos turistas, están varados en los bloqueos, lo que ha obligado a la Cruz Roja a brindar ayuda humanitaria (alimentos y atención médica).

Costa Rica emprendió una operación de traslado de 270 costarricenses que quedaron atrapados en los bloqueos y pidió a sus ciudadanos "que se abstengan" de cruzar hacia la región fronteriza panameña, pues "no se podrá garantizar el retorno seguro al país.

El gobierno pañameño fletó aviones para trasladar a personas en casos de emergencia desde las áreas en conflicto y desde el sábado transporta diariamente decenas de quintales de mercancía alimentaria desde Chiriquí a Panamá, que ya empezó a sentir los primeros desabastecimientos.

El poderoso sindicato de la construcción, Suntracs, denunció la detención de 33 personas durante una protesta en la capital panameña en apoyo a los indígenas.

Aunque Panamá no tiene ejército, el portavoz de la Coordinadora, Rogelio Montezuma, denunció que hay gran presencia de la policía "para intimidar" a los indígenas y que las zonas en conflicto han sido "militarizadas".



ROW

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