Internacional - Población

Horas cruciales y huelga general en Grecia, Alemania acentúa la presión

2012-02-11

El nuevo programa de rigor, cuyo contenido exacto aún no se conoce, debe incluir una...

Sophie Makris, AFP

Grecia vivió el sábado su segundo día de huelga general contra el plan de austeridad, exigido por la Unión Europea y aprobado por el gobierno de coalición griego en medio de una crisis política, cuya adopción definitiva debe ser debatida el domingo por el parlamento.
 
En Atenas, por segundo día consecutivo, unos 3.500 manifestantes se concentraron a mediodía en la plaza central Syntagma, una protesta menos numerosa que la de la víspera, debido seguramente a una ciudad paralizada por la huelga y con una amplia presencia policial.
 
En Tesalónica, la gran ciudad del norte, se reunieron unas 4.000 personas.
 
En este contexto de agitación social, Alemania -- primera economía europea -- acentuó su presión sobre Atenas, horas antes del debate en el parlamento heleno sobre el plan de austeridad.
 
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, exhortó a Grecia a aplicar sus reformas pues "las promesas no bastan".
 
"Las promesas de Grecia no bastan ya. Se debe ante todo, en un nuevo programa, aplicar las partes del antiguo programa y ahorrar", dijo el ministro en una entrevista al dominical Welt am Sonntag, divulgada el sábado de forma anticipada.
 
En Atenas, la jornada había comenzado con una acción mediática llevada a cabo por militantes del frente comunista radical PAME, quienes desplegaron en la Acrópolis de Atenas dos banderolas gigantes para denunciar "la dictadura del monopolio" de la Unión Europea (UE) con Grecia.
 
El viernes en Atenas, unas 17.000 personas respondieron al llamado de los sindicatos, quienes convocaron una huelga general de 48 horas. Al margen de la manifestación se produjeron algunos enfrentamientos entre pequeños grupos de individuos y la policía.
 
Para los sindicatos, la verdadera prueba a nivel social se llevará a cabo el domingo por la noche, cuando se convocaron manifestaciones ante el parlamento, que votará en ese momento la adopción del nuevo plan de austeridad exigido por los acreedores de Grecia para desbloquear una nueva ayuda de 130.000 millones de euros, vital para que el país evite la quiebra.
 
El nuevo programa de rigor, cuyo contenido exacto aún no se conoce, debe incluir una reducción del sueldo mínimo en un 22%, el despido este año de 15.000 funcionarios y recortes en algunas pensiones,
 
Tras llegar a un acuerdo sobre este plan con los tres partidos de la coalición gubernamental (socialista, conservador y extrema derecha), el primer ministro Lucas Papademos tuvo que enfrentarse el viernes a una crisis política, con profundas divisiones en el seno de su equipo, con la dimisión de cuatro ministros de extrema derecha y una socialista.
 
El diario Ta Nea (progubernamental) describió este sábado al gobierno en plena "crisis de nervios", y jugando un "juego peligroso".
 
Pese a todo, el viernes por la noche el gobierno había aprobado el programa de medidas "por unanimidad", entre los ministros que permanecían en el ejecutivo.
 
Este acuerdo será sometido el domingo al voto de los parlamentarios, quienes según la agencia ANA (semioficial) no deberán pronunciarse sobre un programa detallado de medidas económicas, sino dar un voto de confianza al gobierno para firmar con los acreedores del país el nuevo plan de rescate.
 
Los parlamentarios deberán votar también sobre la condonación del 50% de la deuda griega que el gobierno está negociando con sus acreedores privados y sobre una recapitalización de la banca.
 
Sin la aprobación de un programa económico de una austeridad drástica, Grecia no tiene posibilidades de recibir ni un sólo céntimo de la ayuda de 130.000 millones de euros preparada por la UE y el FMI para evitar una suspensión de pagos incontrolada en marzo, cuando el país debe devolver 14.500 millones de euros en préstamos.
 
Papademos, aún sin contar con los 16 diputados de la extrema derecha, tiene mayoría parlamentaria para aprobar el plan exigido por sus socios europeos.
 
Por su parte, el presidente de los obispos católicos griegos, Francesco Papamanolis, invitó al papa Benedicto XVI a intervenir en favor de los griegos, que se encuentran en "una situación social trágica", y criticó la falta de solidaridad de los episcopados de otros países europeos.
 
Manifestantes discuten con la policía, que trata de dispersarlos durante el segundo día de huelga contra el plan de austeridad el 11 de febrero de 2012. Grecia vivía el sábado su segundo día de huelga general contra el plan de austeridad, exigido por la Unión Europea y aprobado por el gobierno de coalición griego en medio de una crisis política, cuya adopción definitiva debe ser discutida el domingo por el parlamento.
 
"Abajo las dictaduras de los monopolios de la Unión Europea", reclaman unas pancartas colocadas este sábado 11 de febrero delante del Partenón, en la Acrópolis de Atenas.



gilberto
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