Internacional - Población

Prohibido en Siria curar a opositores heridos

2012-02-16

París. (Notimex).- En Siria, que vive una revuelta popular contra el régimen del presidente Bashar al-Assad, no sólo está prohibido hablar, manifestarse o criticar, también está prohibido curar heridas y dejarse curar, bajo pena de arresto y/o muerte.

Desde que comenzaron las protestas, el régimen libra una guerra sin piedad contra cualquier persona que brinde atención médica a las víctimas de la represión. "Es muy peligroso ser médico o farmacéutico, incluso paciente", según un reportaje del diario Le Monde.

Personal médico sirio ha sido detenido, como una enfermera arrestada después de visitar un centro médico clandestino, o asesinado, como un médico de ese mismo lugar abatido a sangre fría por el ejército cuando trataba a civiles heridos en las protestas en la ciudad de Rastan.

Cuando el personal médico es arrestado enfrenta además la posibilidad de ser torturado, como ocurrió a Baba Amro, enfermera de un hospital en la ciudad de Homs, quien fue detenida en septiembre pasado y sufrió abusos físicos por parte de las fuerzas de seguridad.

Amro relató que durante su arresto le vendaron los ojos, la golpearon con palos, fue electrocutada y al final suspendida en una pared atada de las muñecas de los brazos, apenas tocando el suelo con la punta de los pies, posición en la que permaneció por alrededor de cinco horas.

"Tenía derecho a un buen trato, antes no me rompieron los huesos", fustiga la enfermera al dar cuenta de la tortura sufrida, sobre la cual dijo que es una práctica común y se le llama ash-shabah.

A veces, las fuerzas del régimen se contentan con insultar a los detenidos, pero rara vez lo hacen. Una enfermera de la Media Luna Roja que estaba en una ambulancia detenida por policías refirió que éstos dijeron: "nosotros les estamos disparando y ustedes salvándolos".

Los dos hospitales estatales de Homs, el civil y el militar, están en manos del ejército y sus bodegas y algunas habitaciones convertidas en salas de tortura, mientras que las clínicas privadas -único recurso de los manifestantes heridos- están sujetos a una permanente agresión.

En una de esas clínicas, en el corazón de la ciudad, se observan los impactos de balas en ventanas, paredes y camas, por lo que está vacía, sólo acepta emergencias y los pacientes sólo pueden permanecer poco tiempo pues si llega el ejército detienen a todos los que encuentren.

Los doctores incluso se han visto obligados a firmar una promesa escrita de no tratar a los manifestantes heridos, aunque en áreas donde está presente el llamado "Ejército Sirio Libre" -de soldados desertores- los lesionados tienen más posibilidades de ser atendidos.

Cuando es posible, el ejército rebelde traslada a los heridos y escolta a los médicos, pero en ocasiones son imposibles los traslados y los pacientes mueren. La falta de recursos médicos, como medicinas, anestésicos, vendas o hasta equipos de rayos X complican la situación.



KC
Utilidades Para Usted de El Periódico de México