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Tres días de lucha en Yemen dejan 158 muertos
Ahmed Al-Haj / AP
SANA (AP) Las fuerzas del gobierno yemení enfrentaron el miércoles a milicianos de al-Qaida en un intenso combate que dejó por lo menos 31 muertos, dijeron jefes militares, con lo que el número de decesos en tres días se eleva por lo menos a 158.
La lucha, que estalló el lunes con una emboscada a un puesto del ejército, se centra en la ciudad de Lawder y alrededores, en el anárquico sur de la nación. De los muertos el miércoles, 28 eran milicianos de al-Qaida y tres civiles que luchaban junto con el ejército, dijeron los jefes. Seis civiles resultaron heridos.
Los oficiales hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa.
El ministerio de defensa dijo en una declaración que los 28 milicianos muertos incluían a dos figuras prominentes de la red terrorista, Imad al-Manshaby y Ahmed Mohammed Taher.
En ciudades como Lawder, que está en la provincia de Abyan, los residentes están hartos de la incapacidad del gobierno para protegerlos y, en un país donde la mayoría de los varones adultos poseen armas, han apelado a la fuerza para protegerse.
Unos 300 hombres, en su mayoría jóvenes, armados con fusiles y cohetes lanzagranadas se han sumado al bando del gobierno en la lucha. Pero están escasos de municiones y alimentos, según uno de sus jefes, Jihad Hafeez. Muchos de los residentes han huido de la ciudad para escapar a la lucha, agregó.
La contienda prolonga una serie de enfrentamientos entre el gobierno y los milicianos, que han aprovechado la agitación causada por un levantamiento popular contra el régimen prolongado del presidente Alí Abdalá Salé para tomar control de ciudades y sectores de territorio en el sur. Los soldados del ejército usaron cohetes y artillería en los tres días de combate.
La filial de al-Qaida en Yemen, conocida como al-Qaida en la península arábiga, es una de las más peligrosas.
Salé, que dejó la presidencia en febrero como parte de un acuerdo respaldado por Estados Unidos, fue aliado de Washington en la lucha contra la filial de la red terrorista en esta empobrecida nación árabe. Pero Salé resultó poco confiable y se hizo de la vista gorda ante el creciente poderío de los grupos milicianos, como parte de un equilibrio que trataba de mantener para consolidarse en el poder.
KC