Internacional - Población

Al amanecer llegó la luz para los nueve mineros atrapados en Perú

2012-04-12

En la tarde del martes parecía que el rescate ya se había consumado, debido a algunos...

Reynaldo Muñoz / AFP

Gritos de vivas y hurras se entremezclaron el miércoles con rostros llorosos y abrazos de alivio en la hondonada donde se ubica la mina Cabeza de Negro, donde fueron rescatados los nueve mineros informales que estuvieron siete días atrapados en un socavón del sureste de Perú.

La angustia se disipó apenas apareció el primero de los mineros, Jacinto Pariona, en la boca del túnel a las 07H00 locales (12H00 GMT), seguido por Félix Cucho, ambos mayores de 50 años, caminando a paso lento, por delante de sus siete compañeros.

La esposa de Pariona, Nancy Fernández, se estrechó en un abrazo con él y su su hijo Javier, que también estaba atrapado en el interior de la mina.

"Mi esposo ha vuelto a vivir, por fin está libre, recién estoy contenta", dijo la mujer a la AFP, mientras se escuchaban vivas y hurras que retumbaban en los cerros que rodean la mina, casi al fondo de una quebrada escarpada en las estribaciones andinas de la región Ica, 300 km al sur de Lima.

La alegría era compartida por todos los socorristas, bomberos, policías y sobre todo las brigadas de trabajadores que llegaron de minas cercanas para colaborar con las labores de rescate, y por el presidente Ollanta Humala, que los felicitó y les dijo "tarea cumplida".

Pariona y Cucho salieron asistidos por balones de oxígeno y con suero que se les inyectaba en los brazos. De inmediato fueron llevados a una carpa hospital improvisada en el campamento para una evaluación integral.

"Ellos son los más delicados, por la diarrea que tenían, pero ya están estables", dijo Hubert Mallma, jefe de los médicos instalados en el lugar.

El accidente minero llevó a los familiares a reflexionar sobre el futuro de los nueve hombres que lograron salir del fondo de una mina que había dejado de operar hace más de 20 años, pero que se explotaba de manera ilegal.

"Han sido días muy dolorosos, pero desde ahora ya no más minería", dijo muy resuelta la esposa de Pariona, secundada por su hija Evelyn.

"Mi esposo trabajaba aquí hace dos meses, en realidad él no es minero, vino porque mi hijo que sí ha trabajado en minas lo convenció, pero ahora hará cualquier cosa menos trabajar en una mina", sentenció.

Fue la necesidad y falta de trabajo lo que obligó a su pareja a introducirse al mundo de la minería informal, una actividad que se realiza en condiciones precarias y sin las medidas de seguridad.

"Ya veremos que hacer, lo importante es que está vivo", sentenció.

Su opinión parecía predominar entre los familiares luego de esta amarga experiencia.

"No quiero que mi esposo sea minero nunca más", aseveró entre sollozos Celestina López, esposa de Carlos Huamaní, que también tenía en el socavón a sus hijos Santiago y Javier. "Así pensamos todos los familiares que estamos acá", anotó.

El rescate se produjo luego de días de intensas labores, de día y de noche.

"Ha sido un un trabajo impecable", explicó Antonio Apaza, técnico brigadista, que relató que las últimas horas fueron cruciales. En la tarde del martes, momentos antes que llegara el presidente Humala al lugar, se produjo un derrumbe que frustró el rescate.

A la medianoche se produjo un nuevo derrumbe, lo que obligó a retrasar las operaciones por lo menos seis horas más.

"Los escombros caían constantemente, pero al final los pudimos controlar", precisó Apaza.

En la tarde del martes parecía que el rescate ya se había consumado, debido a algunos indicios que se advirtierron en el campamento.

Los socorristas, dirigidos por la ministra de la Mujer, Ana Jara, comenzaron a lanzar vivas y los policías adoptaron una actitud marcial al momento que se colocaba una bandera peruana en la entrada de la mina.

El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, se vio obligado a desmentir esa versión ante los periodistas. "Lo primero es la vida de los mineros", aclaró algo mortificado.

Decenas de periodistas, de la prensa nacional y extranjera, presenciaban las operaciones desde una parte alta, al borde del camino que llega hasta la zona. Ahí pernoctaron durante varias noches.

Finalmente, al despuntar el día este miércoles, a las 06H00 locales (11H00 GMT) el presidente Humala fue avisado del éxito de las operaciones. Los mineros habían superado el tramo difícil y estaban en manos de los rescatistas.

Sin embargo, permenecieron en la parte segura del socavón mientras se realizaba una evaluación médica, se les daba agua, alimentos y se colocaba suero a quienes lo requerían.

Una hora después aparecieron los rostros cobrizos de los nueve mineros, con lentes oscuros, y saludaron con las manos en alto en señal de triunfo y vida.

Nueve mineros informales que estuvieron siete días atrapados en la mina de Cabeza de Negro, un socavón del sureste de Perú, fueron rescatados el 11 de abril de 2012.

Nueve mineros informales que estuvieron siete días atrapados en la mina Cabeza de Negro, un socavón del sureste de Perú, fueron rescatados el 11 de abril de 2012.



KC
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