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Warren Buffett: Cazatalentos olímpico

2012-05-03

Al ofrecer a sus accionistas la oportunidad de jugar con Hsing, Buffett puso a prueba la más...

Por JARED DIAMOND, WSJ

Ariel Hsing tenía 11 años cuando Warren Buffett la reclutó para jugar ping-pong en la reunión anual de Berkshire Hathaway.

Cinco años más tarde, ella ejemplifica el don de Buffett para detectar ganadores. A los 16 años, es la estadounidense mejor clasificada en la categoría de menores de 18 años y número 2 en general. Hace dos semanas, ganó un lugar en el equipo olímpico de tenis de mesa de Estados Unidos. En la fiesta de Berkshire de este fin de semana en Omaha, los accionistas tendrán la oportunidad de desafiarla.

"Es una asesina", dice Buffett, un entusiasta del tenis de mesa que conoció a Hsing cuando tenía 9 años. "Supe de inmediato que tenía el potencial para ser grandiosa, porque tenía la determinación. No tenía duda de que iba a practicar las horas necesarias [para convertirse en un atleta de élite]".

Al ofrecer a sus accionistas la oportunidad de jugar con Hsing, Buffett puso a prueba la más preciada vanidad del deportista aficionado: aquella que le dice que si estuviera en uno de sus mejores días, podría ganarle a los mejores. Esa idea puede surgir de un tiro ganador en el basquetbol, un buen disparo al arco desde fuera del área, o incluso de una buena salida a alta velocidad del medio del tráfico.

Eso es especialmente frecuente en el ping-pong, aunque sólo sea porque el juego es tan popular. No está tan claro, sin embargo, si se trata del pasatiempo más común del mundo, como afirman sus defensores. Pero son casi 17 millones de estadounidenses quienes lo practican y un sinnúmero de hogares cuenta con una mesa de ping-pong. En todos los rincones del país y con raqueta en mano se multiplican las grandes conquistas en torneos imaginarios.

Sin embargo, el punto fuerte de Buffett es distinguir la fantasía de la realidad. Su vehículo de inversión, Berkshire, es el modelo perfecto de una empresa que evita seguir las inversiones de moda y en cambio se concentra en industrias aburridas pero confiables, como la de seguros, la fabricación de ladrillos y los ferrocarriles. Para mantener sus habilidades como jugador de bridge en perspectiva, juega contra los mejores jugadores. Una de sus socias, Sharon Osberg, es excampeona del mundo de bridge.

Fue Osberg quien decidió quitarle a Buffett cualquier pretensión de superioridad en la mesa de ping pong. En 2005, antes de su cumpleaños número 75, le pidió a un entrenador de California que llevara a un prodigio del deporte a una fiesta que ella organizó para él. El entrenador llevo a Ariel, de 9 años, quien por entonces era campeona entre las niñas menores de 10 años en EU, aplastó a Buffett. "La única manera en que podría haberle ganado habría sido con alguien agarrándola", dijo el multimillonario.

Nadie tuvo éxito. Ni siquiera Bill Gates, fundador de Microsoft, un entusiasta jugador de ping-pong que en su casa juega contra una máquina que sirve de manera automática. Gates enfrentó a Ariel y salió derrotado, dice Buffett, y agregando que "su hombría quedó en entredicho". Un portavoz de Gates dijo que no estaba disponible para hacer comentarios, pero reiteró su admiración por Ariel.

La segunda vez que Buffett llevó a Ariel a la reunión anual ofreció una caja de dulces Premium de See (un producto de Berkshire) a quien consiguiera derrotarla. Como Osberg recuerda, la niña se preocupó porque podría costarle una fortuna en chocolates a Buffett. "Le dije que se relajase, porque él tenía un montón de golosinas", dice Osberg. Una vez más, sin embargo, ganó todos los partidos. Casi nadie pudo siquiera ganarle un solo punto, incluyendo a varios miembros del club de tenis de mesa local de Omaha. "Fue humillante", dice Rod Cowles, presidente del club.

Ariel heredó de sus padres el amor por el juego; su madre es inmigrante procedente de China, su padre de Taiwán. La afinidad de Asia por el ping-pong es tan profunda que, desde su debut como deporte olímpico en 1988, China encabeza la tabla de medallería, con 41 medallas ganadas de un total de 76, incluyendo 20 de 24 de oro. El segundo lugar corresponde a Corea del Sur, con 17 medallas. En EU, los asiático-estadounidenses dominan el ping-pong, al punto tal que en 2008 conformaron la totalidad del equipo olímpico nacional, una hazaña que parece a punto de repetirse este año.

Sin embargo, EU nunca ha ganado una medalla olímpica y Ariel ayuda a ilustrar por qué. En China, el talento para el ping-pong puede ser lucrativo. No tanto en EU, señala la madre de Ariel, Xin Jiang, quien apoyó tempranamente la carrera de su hija en el deporte a condición de que consiguiera las más altas calificaciones en la escuela. "Le dijimos que si sus calificaciones caían tan sólo un escalón tendría que abandonar el tenis de mesa", dice Jiang, una gerente de ingeniería.

En la escuela secundaria, Ariel consiguió mantener calificaciones esterales, conforme perseguía un lugar en los Juegos Olímpicos, un sueño que comparte con muchos, incluyendo al admirador de Omaha que ella llama "tío Warren". En una nota que le dirigió en septiembre pasado, Buffett escribió: "Iré a verte en los Juegos Olímpicos, ya sea en 2012 o 2016".

El 20 de abril, Ariel ganó un torneo de clasificación olímpica y un lugar en el equipo de EU Pero aun así, el éxito olímpico no es su prioridad, sino que se prepara para presentar en junio el examen estatal de conocimientos (SAT, como se lo conoce en EU), con la esperanza de ser admitida en la Universidad de Stanford. "En este momento está primero la preparación del SAT, luego el tenis de mesa", dice Ariel. El entrenador estadounidense de tenis de mesa, Doru Gheorghe dice la academia puede ser una barrera para el éxito olímpico estadounidense. "Todos nuestros mejores jugadores son también muy inteligentes", dice riendo.

Para Ariel, de hecho, formar parte del equipo olímpico no necesariamente es mejor que ser amiga de Buffett y Gates. Dice que su influencia la han inspirado a cambiar sus planes de carrera de medicina a los negocios. "El momento más afortunado de mi vida fue conocer al tío Warren y al tío Bill", dice.



ROW

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