Migración

Cuello de botella para los migrantes en México tras el cierre de un albergue

2012-07-31

Pero en este nuevo punto se repitió la situación con los vecinos, que, aunque en...

Ronaldo Schemidt / AFP

La periferia norte de Ciudad de México, por donde pasan migrantes indocumentados que usan trenes de carga para llegar a Estados Unidos, se convirtió en un cuello de botella a raíz del incremento de la velocidad de los convoyes y el cierre de un albergue, advirtieron el lunes unos activistas.

La Casa del Migrante San Juan Diego, situada en un punto en que pasa el tren conocido como 'La Bestia' -que recorre el país de sur a norte-, fue cerrada hace tres semanas por las protestas de los vecinos, que achacaban a los indocumentados, mayoritariamente centroamericanos, un aumento de la inseguridad, desamparando a cientos de éstos que llegaban en el tren.

Los migrantes "estaban con mayor vulnerabilidad, durmiendo debajo de los puentes, en las vías", por lo que se instaló una enorme carpa junto a las vías de forma temporal para darles cobijo y alimentación, mientras se busca una ubicación para un nuevo albergue, explicó a la AFP Jorge Andrade, voluntario del Colectivo Ustedes Somos Nosotros.

A este problema se suma que 'La Bestia' está pasado inusualmente rápido por ese lugar y acompañada por una camioneta de seguridad que recorre el camino que va paralelo a las vías impidiendo que suban los migrantes en marcha. "Se está haciendo un cuello de botella porque el tren está pasando muy rápido en esta zona, no se pueden subir", añadió Andrade, en la carpa instalada para albergar a migrantes en Tultitlán, a unos dos kilómetros del refugio cerrado.

Pero en este nuevo punto se repitió la situación con los vecinos, que, aunque en pequeño número, se han estado manifestando para que se cierre el lugar y dieron un ultimátum hasta el lunes para hacerlo.

Ustedes Somos Nosotros, formado por estudiantes y académicos que han analizado el fenómeno de la migración y otras ONG de apoyo a migrantes, aseguraron en un comunicado que los migrantes son "culpabilizados de los males de una zona popular urbana de alta criminalidad". Esto hace que se dirijan a pie hacia Huehuetoca, donde hay otra parada del ferrocarril, un trayecto de unas seis o siete horas donde, según los activistas, están siendo asaltados por delincuentes o policías, que los extorsionan.

Amnistía Internacional denunció en un comunicado que en Huehuetoca, el pasado 21 de julio, un grupo de hombres armados disparó contra un comedor temporal para migrantes y tres de éstos denunciaron haber sido perseguidos a balazos por un grupo de desconocidos. Esta organización alertó de que "las vidas de las personas migrantes y de los defensores y defensoras de los derechos humanos que trabajan con ellas" en esa zona "corren grave peligro".



KC
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