Reportajes

Inflación en un país petrolero

2012-08-13

Uno de esos turistas, un señor de unos 50 años, estaba a punto de entrar a la casa de...

Georgina Olson / Excelsior

CARACAS.– En esta ciudad uno tiene la sensación de estar más bien en Nueva York o París, y no es por los rascacielos o los museos, sino por el costo de la vida. Si uno quiere comer una arepa –especie de sope relleno– deberá pagar 26 bolívares (82 pesos mexicanos), y si se le ocurre tomar un taxi que lo lleve a un sitio que está a 15 minutos, con tráfico al estilo DF, pagará 80 bolívares (244 pesos).

En el supermercado la cosa se pone crítica: el litro de leche cuesta 25 bolívares (79 pesos), mismo litro que en México cuesta 13 pesos. Una botella de aceite 15 bolívares (47 pesos) y el kilo de jitomate o zanahoria, 20 bolívares, es decir 61 pesos.

Mientras que el salario mínimo es de dos mil 400 bolívares: equivalente a seis mil 200 pesos.

"Los precios son más altos que en Suiza" dijo a Excélsior el director de la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela, Jorge Guerra. El académico explicó que la inflación anual ha sido de 26 o 27 por ciento en los últimos cinco años.

¿Pero qué hay detrás de estos niveles de inflación? De acuerdo a Guerra, la inflación tiene que ver con que el Estado venezolano ha crecido desmedidamente: muchas empresas privadas fueron expropiadas y ahora son del Estado, pero no son eficientes, redujeron sus niveles de producción y el año pasado hubo un déficit fiscal del sector público de 12 por ciento, es decir que los gastos del gobierno superaron sus ingresos.

"Venezuela tiene un déficit tan elevado porque el Estado ha crecido desorbitadamente, tiene en sus manos una serie de empresas y casi todas dan pérdidas, y esas pérdidas hay que financiarlas y se financia aumentando la cantidad de dinero circulante, con dinero que emite el Banco Central de Venezuela", explicó.

Al aumentar el circulante, aumentan los precios y eso explica parte de la inflación que vive Venezuela. Este año, el gobierno de Hugo Chávez está tratando de frenar la inflación con la Ley de Precios, que por decreto establece los precios máximos que se pueden cobrar en las tiendas.

Para el diputado Jesús Faría, vicepresidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el que el Estado haya expropiado empresas y las esté manejando, es parte del proyecto de economía socialista, donde el Estado debe poseer los medios de producción estratégicos.

"No es que el Estado deba poseer todos los medios de producción, sino que debe poseer los medios estratégicos...", dijo.

En los últimos años se han expropiado empresas como la filial de la mexicana Cemex, otra de las expropiadas fue la venezolana SIDOR, productora de acero, por mencionar sólo algunas.

"Venezuela fue exportador de cemento y de acero y ahora importa las dos cosas. Nos hemos convertido en importadores de cemento y acero porque el Estado no ha invertido lo necesario en esas dos industrias", explicó.

Escasez

Al entrar a los supermercados y hablar con la gente se observa un problema de escasez. Damelis Martínez, secretaria de 40 años que vive en el barrio El Manzano, en Caracas, recuerda que el año pasado fue el peor momento de escasez de leche.

Ahora hay escasez de aceite y mantequilla, así que ha optado por comprar lo que encuentre: "el otro día yo iba a comprar harina en el supermercado, pero no había, lo que sí había era azúcar y entonces la compré porque a veces es tan difícil conseguirla que aproveché para comprarla" dijo.

Pero de acuerdo al diputado Faría, "en este momento no hay problemas de esa naturaleza –de escasez–, de hecho, el Indicador de Escasez que se publica mensualmente es uno de los más bajos de los últimos años".

Guerra explicó que 70 por ciento de los alimentos que se consumen en Venezuela son importados y pese a ello hay escasez.

¿Qué está detrás de la escasez de alimentos y de la necesidad de importarlos? Parte de la explicación está en las expropiaciones de tierras: "el sector agrícola es donde se han dado la mayor cantidad de expropiaciones, pero además hay una regulación de precios que ha hecho que la rentabilidad desaparezca para muchos productores agrícolas" explicó.

En el primer trimestre de 2012 hubo una reducción de siete por ciento en la producción de alimentos, "esto es básicamente por el control de precios, hay empresas como las que procesan maíz o pastas, que están teniendo pérdidas por el control de precios, entonces evidentemente han recortado sus niveles de producción".

En algunas de las tierras expropiadas el Estado ha establecido sistemas de producción socialista, que de acuerdo a Guerra "han acabado en un fracaso monumental y lo peor es que no les pagan a los dueños: no hacen una expropiación sino una confiscación
de tierra".

Cuestionado sobre el tema, el diputado Faría confirmó que el Estado lleva a cabo estas expropiaciones con la intención de llevar a cabo una revolución agrícola y "acabar con el latifundio y es una política que se ha venido aplicando desde 2001; en la Constitución está establecida la prohibición de los latifundios, en la Ley de Tierras", explicó.

Habló de que en Venezuela los latifundistas "tienen mucho poder económico y político, y nosotros estamos comprometidos a eliminar los latifundios y entregar las tierras a los que la trabajan".

Aunque comentó que el gobierno está consciente de que las expropiaciones no significan una elevación automática de la producción, pues primero hace falta dotar a los nuevos productores de tecnología "y la infraesructura no se puede hacer de un año para otro".

Para el diputado Faría, la escasez que ha experimentado Venezuela tiene que ver con políticas de especulación que aplican los productores, quienes retienen su producto por un tiempo, para después venderlo más caro.

Mercado negro

En el aeropuerto de Caracas se puede observar a varios jóvenes venezolanos que le dicen a los turistas: "Le compro sus dólares a ocho bolívares cada uno".

Uno de esos turistas, un señor de unos 50 años, estaba a punto de entrar a la casa de cambio, pero cuando vio que por cada dólar le darían sólo 4.3 bolívares aceptó hacer la transacción con el joven.

Es el mercado negro de dólares. Está presente en el aeropuerto, en el centro de Caracas y frente a la Asamblea Nacional. El vendedor le compra al turista su dólar a ocho bolívares y lo vende a venezolanos a 10 bolívares.

¿Por qué? En 2002, Hugo Chávez decretó una política de control de cambio que limita la cantidad de dólares que las empresas y las personas pueden comprar –500 dólares por persona al año– para evitar la fuga de capitales, pero se presentó un efecto secundario: el mercado negro.

Ana María es empresaria y tiene que viajar constantemente. "La Comisión de Administración de Divisas sólo me vende 500 dólares al año, y me permite gastar dos mil 500 dólares de mi tarjeta de crédito al año. ¿De qué me sirve si yo salgo de Venezuela unas 15 veces al año por mi negocio? ¿Qué me queda? Comprarle a los especuladores... pago a 10 bolívares cada dólar", dice.

Y mientras el gobierno señala que en el país ha habido un incremento en la inversión extranjera, analistas dicen que ese aumento en realidad se debe a que las empresas extranjeras tienen "secuestrado" su capital en Venezuela, debido precisamente al control de cambio.

En 2011, Venezuela recibió una inversión extranjera de 5 mil 302 millones de dólares, es decir 339 por ciento más que en 2010, dio a conocer la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo basada en información del Consejo Nacional de Promoción de Inversiones de Venezuela.

Sin embargo, durante la presentación del informe, Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica dijo que "el salto en el flujo de inversiones es ficticio. No hay un incremento de la inversión extranjera en Venezuela... En Venezuela tenemos un secuestro de capitales".

Según Faría, el control de cambio "restringe el poder de los grupos económicos para desestabilizar el país mediante la fuga de capitales", y sobre el mercado negro dijo: "toda política de control genera siempre un mercado paralelo".

Producción petrolera

Venezuela es una de las naciones con mayor producción petrolera en el mundo; en los últimos meses ha tenido una producción de alrededor de dos millones de barriles al día, con precios de alrededor de 100 dólares el barril.

El gobierno emplea cada año entre seis y siete mil millones de dólares de las ganancias del petróleo para subsidiar alimentos y hacer transferencias en efectivo a la población con menores ingresos.

También destina 12 mil millones de dólares anuales a subsidiar la gasolina, una de las más baratas del mundo, que cuesta cuatro centavos de dólar el litro.

Sin embargo, el gobierno venezolano no ha sido capaz de reducir la dependencia excesiva en relación a las ganancias del petróleo, aunque ha sido una promesa de Chávez desde hace años.

"Transformar una economía no es algo que se pueda lograr ni siquiera en una década: la burguesía estuvo conduciendo los destinos del país todo el siglo XX y destruyeron la economía", comentó Faría.

El legislador expresó que los chavistas han dedicado sus esfuerzos "a refundar el Estado y eso consumió muchísimo tiempo que no le pudimos dedicar a la economía, después vino un periodo de turbulencias terrible, un paro patronal, golpe de Estado en 2002 organizado por el principal gremio de patronos del país que se llama FEDECÁMARAS".

De acuerdo al profesor Guerra, si se mantiene la política económica actual "va a haber un problema severo de desabasto, porque los dólares no van a alcanzar para mantener el nivel de consumo de los venezolanos".

Por su parte, Faría destacó que el gobierno de Chávez "tiene el enorme mérito de haber garantizado la estabilidad macroeconómica, financiera, y cambiaria en un clima nacional e internacional que ha tenido elementos adversos muy complicados".

México pasó por ese drama

Inflación fue un término económico que se popularizó en nuestro país por la encarecida de precios que afectó al país a partir del sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y que provocó que el costo de productos de la canasta básica aumentara prácticamente al doble.

De acuerdo al balance de la administración de Luis Echeverría, la inflación se incrementó de 17.8 por ciento hasta 129.6 por ciento en los seis años de su gobierno, impactando directamente en el gasto de la población.

Algunos de los productos de consumo básico aumentaron su precio en más de 100 por ciento.

El litro de aceite comestible, por ejemplo, pasó de 7.5 pesos en 1970 a 15.8 en 1976; lo mismo ocurrió con el kilogramo de arroz, que de 3.4 llegó hasta los 8.6 pesos.

Asimismo, la carne de cerdo y de res incrementaron su precio de 13.9 y diez pesos hasta 33.4 y 20.4 pesos, respectivamente.

Por su parte, el precio de la docena de huevos se incrementó de 5.4 a 10.32 pesos durante los seis años de la gestión de Echeverría, mientras que el kilogramo de frijol pasó de 2.9 a 5.6 pesos.

Para intentar contrarrestar la encarecida de precios, afectados por la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, el gobierno aumentó de forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor y contratando deuda.

Además, se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de 12.50 pesos por dólar, llegando a alcanzar 20 pesos por dólar al final del sexenio.

Esta situación económica fue heredada al sucesor de Echeverría, José López Portillo (1976-1982).

En su sexenio, la inflación alcanzó los 459 puntos porcentuales.



KC
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