Policrato Philodemos

La izquierda como parodia

2012-08-27

Tal es el perfil que nos evoca actualmente el señor Andrés Manuel López...

"Solo los imbéciles creen que la verdad,
la fama y la sabiduría se alcanzan
obteniendo el aplauso de sus iguales"

El fascismo disfrazado con ropaje redentor

Cuando se observan las estrategias que están siguiendo los partidos políticos PRD, PT, y Convergencia, agrupados en el llamado Frente Amplio Progresista (?), o FAP, para imponer el caos polarizando a la sociedad en "patriotas" y "traidores", buscando la desestabilización de las instituciones del gobierno federal a través de la estridencia callejera y el secuestro de los derechos de la ciudadanía al libre tránsito, con la finalidad soterrada de anular, de facto, a la democracia y a sus procesos en las cámaras legislativas, cuando miramos esto quienes no hemos perdido la memoria histórica, necesariamente evocamos el paralelismo con los sucesos acaecidos en Rusia los días posteriores a la muerte de Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), al principio de la segunda década del Siglo pasado, cuando Stalin buscaba ser su heredero apoderándose del politburó para erigirse en dictador del naciente estado soviético, así como las analogías con los sucesos acaecidos en Alemania a principios de los años treinta del mismo Siglo, cuando Adolfo Hitler organiza el "putsh" en Munich apoyado por sus pandilleros de "camisas pardas", para provocar el caos y la desestabilización de la entonces República de Weimar, y asumirse como dictador absoluto del "Tercer Reich", y poder "salvar" a Alemania de las amenazas internas y exteriores.

Ambos dictadores (los más crueles de los tiempos modernos), fueron agitadores y demagogos mesiánicos que "buscaban redimir a sus pueblos", el primero, Stalin, manipulando el quehacer político absoluto a través del "Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas" (PCUS) y las temibles "NKVD" y "CHEKA", como modernas inquisiciones encargadas de mantener la "pureza ideológica" de sus súbditos en la "democracia socialista", mientras que el segundo dictador, Hitler, hizo lo mismo a través del "Partido Nacional Socialista" (NAZI) con sus grupos de choque ya convertidos en "SA" "SS" y con su policía política "GESTAPO", encargada de mantener la "pureza ideológica y de la raza aria del pueblo alemán", ambos dictadores consideraban "traidor" a quienes se atrevían a pensar diferente de ellos o diferían de la "verdad oficial" impuesta por sus regímenes, y ambos restringieron las libertades de sus pueblos, erigiéndose en rectores de conciencias y llevándolos a situaciones de sacrificios extremos bajo el pretexto de "salvarlos", el primero de ellos como "El Padrecito" de la madre Rusia y el segundo como "El Fuehrer" del Reich que duraría mil años.

Tal es el perfil que nos evoca actualmente el señor Andrés Manuel López Obrador, al erigirse como el "Mesías Tropical" manipulando el FAP y a sus grupos de choque y provocación, que nos recuerdan al PCUS de Stalin con la "Checa", y al partido NAZI con los "Camisas pardas" de la Alemania Hitleriana, todos ellos sacados de las cloacas de la sociedad, o como los llamaba el propio Marx, "Lumpen Proletari", todos ellos sin ideología alguna, fanatizados por el carisma de su líder que les promete una redención inmediata y algunas migajas de poder, lo que les impide tener una visión a futuro de la sociedad en el mediano plazo.

Los dictadores y demagogos siempre pretenden encarnar la "pureza" del héroe y la "claridad" del iluminado, aunque inconscientemente muestran el "complejo del enano" que llevan escondido en el fondo (con el perdón de los chaparritos serios), cuando suponen que aumentan de estatura cortándole las piernas a quienes les superan en tamaño, así los déspotas y demagogos buscan descalificar a sus adversarios para negar las razones que puedan asistirles y también por miedo a no saber combatirlas con razones superiores, o por sus limitaciones innatas, ya que no quieren que sean escuchadas por la sociedad a la que pretenden engañar con sus sofismas primarios y mantras cuasi-religiosos; No soportan el diálogo y buscan callar a los demás para que solo se escuche la voz de ellos, ya sea reventando las reuniones de sus adversarios políticos a través de la estridencia o secuestrando las tribunas en donde puedan ser oídos, los demagogos y los fanáticos acostumbran comunicarse con monólogos en los que solo se oyen a sí mismos, para después exigirle a su auditorio que se conviertan en cajas de resonancia y apóstoles de sus dogmas, tal y como lo está haciendo actualmente Andrés Manuel López Obrador con su FAP en una campaña (mediática y en el filo de la ilegalidad), a base de mentiras y dogmas inventados en la supuesta "defensa" del petróleo, y ante la "amenaza de su inminente privatización", que solo existe en su mente calenturienta y no en los planes del gobierno, pero que utiliza como argumento mañoso para descalificarlo y así mantenerse en el escenario político de las primeras planas  en los periódicos nacionales, todo ello a base de estridencia declarativa y movilizaciones callejeras, llevando acarreados y mercenarios a sueldo, que son especialistas en la desestabilización social y en plantones para provocar el caos vial en las ciudades (al estilo de Stalin y Hitler), grupos que actualmente se integran en pandillas de provocadores como los "Pancho Villa", los taxis piratas "tolerados", los "Cuatrocientos pueblos" (especialistas del encuere en público como táctica), las mafias del comercio ambulante, los macheteros de Atenco, los miembros de la APPO oaxaqueña, y más recientemente los jóvenes de la Ibero, #Yosoy132, que utiliza como escudo femenino el "Misógino y buscapleitos de taberna", Andrés Manuel López Obrador.

Estos demagogos y dictadores, López Obrador, Ricardo Monreal y Jesús Zambrano, enmascarados como redentores sociales (mientras están buscando el poder absoluto), suelen exigir para sí los derechos que otorga la democracia, a la en los hechos desconocen y combaten, y en su fanatismo convenientemente intransigente y sin escrúpulos, le niegan a sus adversarios los derechos que invocan para ellos, utilizando la táctica de las movilizaciones callejeras y acarreando al lumpen político fanatizado (o convenientemente alquilado como mercenario). Siendo concientes de su incapacidad para el debate y el razonamiento, debido a su pobreza intelectual, inconsistencia ideológica y fanatismo autoritario, en vez de presentar proyectos que puedan fundamentar una posición política de congruencia, prefieren azuzar con dogmas y consignas a muchedumbres fanatizadas, carentes de criterio e ideología, para convertir el quehacer político en un sainete callejero que solo busca tener presencia mediática, aprovechándose abusivamente de las libertades y reglas que otorga la democracia a la que combaten, como estrategia para llegar al poder e imponer su voluntad absoluta.

Cuando son aventajados por sus adversarios en la contienda política ventilada en las urnas, aducen fraude, si violan la ley y las autoridades competentes les reclama, señalan que se trata de un complot, y si en las cámaras legislativas les es rechazada por votación alguna propuesta, como lo establecen las reglas democráticas, aducen que fueron "mayoriteados", en fin, que este tipo de "iluminados" solo aceptan las decisiones democráticas cuando les son favorables, pues en su intolerancia dogmática a nadie le conceden razón alguna si no es la que ellos proponen, por lo que siempre buscan reventar toda negociación con sus adversarios políticos y descalificar cualquier propuesta antes de conocerla, ya que ellos se consideran como los únicos "guardianes de la pureza ideológica, de la verdad absoluta, y custodios de la única redención posible para la nación", tal y como dijera en su tiempo Luis XV, soberano absoluto de Francia cuando expresó "Le état se moi" (el estado soy yo), que traducido al lenguaje vernáculo mexicano usado por el FAP sería, "aquí solo mis chicharrones truenan", aunque para desgracia de nuestro "Mesías tropical" e "Iluminado de la izquierda impoluta", su partido, el PRD, en sus elecciones internas ha mostrado la verdadera naturaleza dogmática y tramposa de todos sus miembros, quienes siendo los clásicos arribistas, sin ideología alguna y solo buscando el poder para su beneficio personal, han sido capaces de ir brincando de un partido político a otro en la búsqueda del "Hueso", exhibiendo cínicamente y sin rubor alguno sus dotes de trapecistas de la política, ante la sociedad que aspiran a gobernar; Finalmente han destapado la cloaca del quehacer interno de su partido, mostrándonos toda la panoplia de trampas y canalladas  guardadas en su arsenal, que son un muestrario de todo aquello que han venido criticando en los demás partidos políticos.

Bajo las circunstancias descritas cabe preguntarse como ciudadano y votante en los comicios para elegir representantes y gobiernos… ¿Podré confiar mi futuro en alguien que se exhibe como hampón de taberna, aún dentro de su propio partido?.... ¿Podrá ser posible negociar con un fundamentalista dogmático e iluminado, algún tipo de equilibrio político que lleve la estabilidad necesaria para el desarrollo de México?... creo que los hechos degradantes que estamos presenciando en la arena política, como la inducción perversa del FAP y su "mesías iluminado", para polarizar a la sociedad en "Buenos y Malos" y en "Patriotas y Traidores" que provoque el enfrentamiento entre los mexicanos, para luego regodearse con el espectáculo de la destrucción que incitó (como Nerón ante la Roma que mandó incendiar), y aprovecharla para recoger los desechos que queden de la confrontación que está buscando, son razones más que suficientes para confirmar lo que ya sabíamos desde la campaña presidencial que perdió ante las urnas……. ¡Que Andrés Manuel López Obrador, sí es un peligro para México!.



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