Internacional - Población

Viven sirios sometidos a un castigo colectivo

2012-08-30

Por Gabriela Sotomayor, Notimex

Ginebra (Notimex).- El pueblo sirio está sometido a "un castigo colectivo" bajo el régimen de Bashar al-Assad, afirmó el primer desertor de la Misión Permanente de Siria ante Naciones Unidas (ONU) Danny al Baaj.

El representante de su país ante el Consejo de Derechos Humanos, dijo a periodistas en Ginebra que conforme la situación de los civiles en el país se deteriora espera que el Consejo de Seguridad llegue a un consenso y exprese con unanimidad su condena a la dictadura.

"Nosotros (la oposición) no queremos una intervención militar unilateral, eso sería contra nuestra soberanía y empeoraría las cosas, pero daríamos la bienvenida a las decisiones de la ONU si provienen de un acuerdo multilateral", señaló.

Al Baaj estuvo trabajando en la misión de Siria manejando los asuntos relacionados al Consejo de Derechos Humanos y narró que en cuanto se iniciaron las protestas y empezaron las atrocidades contra los civiles empezó a entablar contacto con la oposición.

"Decidimos que era más útil para mi país si trabajaba desde dentro" y conforme pasaba el tiempo y al no haber rendición de cuentas, al crecer la impunidad y al no haber sido juzgada "ni una sola persona" por los ataques contra civiles, más crecía su convicción de ayudar a su gente uniéndose a la oposición.

"Durante un año y medio trabajé oficialmente como diplomático pero al mismo tiempo colaborando con la oposición porque consideré que para la causa era más útil trabajar desde dentro", refirió.

El joven desertor contó que una vez que pudo sacar a sus padres y a su hermana del país llegó el momento de hacer pública su postura y por el momento espera recibir del gobierno de Suiza "algún tipo de permiso de residencia".

Aseguró que así como él, "existe una red de diplomáticos sirios", que trabajan "desde dentro" a favor del país, del estado sirio, pero "en contra del régimen" a manera de desertores silenciosos que ayudan a la oposición.

El joven desertor, primero en la Misión de Siria en la ONU, se mostró confiado en que una vez que al-Assad sea derrocado, los sirios tendrán el control de la situación y de sus instituciones para iniciar un proceso de reconciliación que incluya a todos los grupos sociales, étnicos y religiosos del país e inicie un proceso democrático.



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