Internacional - Población

Enviado llega Siria, grupos pro-Assad combaten rebeldes

2012-09-13

Sus fuerzas buscan expulsar a los rebeldes del corazón de Damasco bombardeando las zonas...

Por Erika Solomon, Reuters

BEIRUT (Reuters) - El enviado de paz internacional Lakhdar Brahimi arribó el jueves a la capital Siria, mientras las fuerzas del Gobierno se enfrentaron en la zona oriental de Damasco con los rebeldes que querían mantener su presencia en la capital.

La misión de Brahimi es un gran desafío, ya que ninguna de las partes de la rebelión contra el presidente Bashar al-Assad parece dispuesta a deponer las armas. El enviado tampoco cuenta con el respaldo necesario de las potencias occidentales y de Oriente Medio.

Activistas opositores reportaron un jet sobrevolando la zona y un helicóptero disparando en los suburbios en los que se ubicaban los insurgentes, que buscan derrocar a Assad tras la caída de otros cuatro autócratas árabes en revueltas populares en los últimos 18 meses.

"Hay una nueva campaña en las partes orientales de Damasco", dijo un activista que habló por Skype desde la capital.

La revuelta contra al-Assad, que ya se extiende a 17 meses, se ha vuelto cada vez más violenta y ha involucrado a muchas partes de las afueras de la capital. El conflicto ha dejado 27.000 muertos y destruido varias áreas cercanas a la sede del Gobierno, que alguna vez parecía inalcanzable para los opositores al presidente.

Sus fuerzas buscan expulsar a los rebeldes del corazón de Damasco bombardeando las zonas aledañas infiltradas por rebeldes con tanques, helicópteros y artillería.

Brahimi, un veterano diplomático argelino que reemplazó al ex secretario general de la ONU Kofi Annan como líder de la misión de paz internacional en Siria, iba a reunirse con opositores y funcionarios del Gobierno, incluido Assad.

"Hay una crisis, nadie lo niega", dijo Brahimi en su llegada a la capital de Siria. "Esperamos contribuir a (terminar la violencia) durante los próximos días y semanas".

Pero su misión sufre por el hecho de que las potencias occidentales, así como los estados árabes, respaldan a la oposición, mientras que Rusia, Irán y China apoyan al Gobierno de Assad. El resultado es un punto muerto en el Consejo de Seguridad de la ONU mientras la cifra de muertos crece y los refugiados superan los 200.000.

DISTRITOS BOMBARDEADOS

En Damasco, residentes dijeron que el Ejército de Siria Libre, que reúne a las fuerzas rebeldes, pareció retirarse del sureño barrio de Tadamon. Testigos dijeron que el Gobierno había desplegado tropas en el distrito, de acuerdo a testigos en la zona.

Tadamon, que ha sufrido fuertes enfrentamientos en las últimas semanas, quedó parcialmente destruido. "Cada casa que tuviera alguna relación con el Ejército de Siria Libre quedó destruida", dijo un residente.

Los choques a cerca de un kilómetro del santuario Sayyeda Zainab, un lugar de peregrinación para chiíes de toda la región, parecieron enfrentar a hombres de una milicia pro-Assad contra rebeldes de la mayoría musulmana suní.

Algunas minorías temen que la revuelta sea dominada por los islamistas suníes, que podrían marginarlos en un futuro Estado.

"La gente de Damasco ha comenzado a luchar. El régimen ha estado tratando de incitar a sectas minoritarias a través del miedo y le ha dado armas a algunos de ellos", comentó un activista en Damasco que solicitó el anonimato.

"El régimen ha comenzado a bombardear el área también (...) no podemos decir si es para detener los enfrentamientos o alentarlos", agregó.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que varios cohetes habían caído en barrios cercanos, que son mayormente el hogar de la minoría chií. El grupo con sede en Gran Bretaña dijo que se ha confirmado la muerte de tres personas y que hay por lo menos 16 heridos, muchos de ellos en condición crítica.

El activista que solicitó el anonimato dijo que el grupo pro-Assad que combate a rebeldes era de una sección chií de lo que los locales llaman los "Comités Populares", grupos armados de vigilantes establecidos por barrio.

Los residentes temen que el grupo se arriesgue a crear una disputa sectaria aún más sangrienta en un conflicto que se ha convertido en una guerra civil.

Assad pertenece a la secta minoritaria alauita, una rama del Islam chií.

RESPALDO DE AL QAEDA

En tanto, el líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, instó a todos los musulmanes a respaldar a los rebeldes en Siria, al señalar que derrocar a al-Assad los acercaría más a la meta final de vencer a Israel.

En palabras pronunciadas durante el aniversario de los ataques del 11 de septiembre del 2001, Zawahri criticó a los gobiernos musulmanes de Oriente medio y Asia por no perseguir la causa del islamismo político y reprochó en particular al nuevo liderazgo de Egipto por adherirse al tratado de paz que firmó en 1979 con Israel y Pakistán.

Las revoluciones de la Primavera Arabe del 2011 han rediseñado el panorama político en Oriente Medio, con gobiernos musulmanes en Túnez y Egipto y una creciente influencia de grupos políticos islamistas en toda la región, algo que las potencias occidentales miran con preocupación.

Zawahri dijo que Estados Unidos estaba apoyando a Assad porque temía el surgimiento de otro régimen musulmán que represente una amenaza para su aliado Israel.

"Respaldar la yihad en Siria para establecer un estado musulmán es un paso básico (para avanzar) hacia Jerusalén, y por lo tanto Estados Unidos está dando al régimen secular baathista una posibilidad tras otra por temor a que se establezca en Siria un Gobierno que pueda amenazar a Israel", manifestó.



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