Reportajes

John Gurdon, científico por casualidad y ganador del Nobel

2012-10-08

Y el destino todavía decidió una vez más por él, cuando una vez...

Claudia Rahola, AFP

El veterano británico John Gurdon, ganador del premio Nobel de Medicina por haber "revolucionado" su campo con trabajos sobre la reproducción celular, llegó a la biología casi por casualidad, tras haber sido considerado un negado para las ciencias.

Nacido en 1933 en un pequeño pueblo del sur de Inglaterra, Gurdon se interesó desde niño por los insectos.

Su padre, sin embargo, quería que fuera militar, aunque afortunadamente para el joven, fue descartado del ejército cuando su médico le diagnosticó un simple resfriado como una bronquitis. "Eso eliminó cualquier posibilidad, gracias a Dios, de hacer carrera militar", ha dicho en entrevistas este científico reconocible por su espesa melena rubia que trata no siempre con éxito de mantener peinada hacia atrás.

Sus primeros pasos en el mundo académico científico, un semestre de biología en el colegio cuando tenía 15 años, también se saldaron con un rotundo fracaso. "El profesor escribió un informe que decía: 'Creo que Gurdon tiene ideas de convertirse en científico. Dados los resultados actuales, es bastante ridículo. Si no puede aprender simples datos científicos, no tiene ninguna posibilidad de hacer el trabajo de un especialista'", recordó en otra ocasión el hombre que dice conservar todavía aquella nota en su despacho.

Tras este revés, cuando llegó la hora de la Universidad. presentó una solicitud de ingreso en Oxford para estudiar Letras Clásicas y cual no fue su sorpresa cuando le llamaron para ofrecerle una plaza en Ciencias después de que un error dejara vacantes en esa carrera.

Y el destino todavía decidió una vez más por él, cuando una vez terminados con éxito sus estudios en Oxford, quiso hacer un doctorado de entomología y tras ser rechazado, se inscribió en otro de biología.

En 1962, dos años después de doctorarse y todavía veinteañero, llevó a cabo su descubrimiento más importante. Experimentando con ranas, demostró que el material genético de las células no es irreversible, es decir que, contrariamente a lo que se pensaba hasta entonces, éstas mantienen toda la información genética original y pueden reprogramarse.

Aunque por aquel entonces el término todavía no se utilizaba, Gurdon es considerado por muchos como el "padrino de la clonación" que más de 30 años después llevaría a la famosa oveja Dolly.

Fue en todo caso este avance lo que le valió compartir el Nobel de Medicina con el japonés Shinya Yamanaka, que llevó la reprogramación nuclear un paso más allá, por unos descubrimientos que, según el Comité Nobel, "revolucionaron nuestra comprensión sobre la manera en que se desarrollan las células y los organismos".

A sus 79 años, Gurdon se declaró "sumamente agradecido", pero también "asombrado de que reconozcan un trabajo hecho hace mucho tiempo", en una entrevista concedida este lunes a una radio sueca.

En este último medio siglo, sin embargo, Gurdon no ha parado. Tras un breve paso por el California Institute of Technology (Caltech), regresó a Oxford y, en 1972, se pasó a la universidad rival, Cambridge, para comenzar una unidad de embriología molecular. Con los años, ésta evolucionó para convertirse en el Wellcome/CRC Institute for Cell Biology and Cancer, antes de que la Universidad decidiera rebautizarlo con su nombre.

Entre otros honores, este miembro de la prestigiosa Royal Society británica fue también nombrado caballero en 1995 por la reina Isabel II.



KC
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