Ciencia y Tecnología

Sin sustento científico predicciones apocalípticas: cosmólogo

2012-12-24

Desde el punto de vista astronómico, acotó, entendemos bien cómo funciona el...

México, (Notimex).- El mito del fin de mundo es sólo una confusión típica del sensacionalismo, pues la astronomía no tiene evidencias científicas que afirmaran que el 21 o 22 de diciembre habría algún acontecimiento apocalíptico, sostuvo el experto Vladimir Ávila Reese.

El cosmólogo del Instituto de Astronomía de la UNAM, dijo que el verdadero peligro de catástrofes no viene del cielo, sino de la misma civilización humana, que ha acumulado armamento nuclear para acabarnos no una, sino muchas veces.

Señaló que debido al exacerbado consumismo y a políticas irresponsables, es evidente el efecto antropogénico en la contaminación del medio ambiente, y en el aumento de gases de efecto invernadero.

En ese sentido, mencionó que si abra consecuencias "realmente catastróficas" para la civilización y, en general, para los sistemas ecológicos del planeta, pero será por el calentamiento global.

El estudioso de la formación y evolución de los objetos cósmicos hizo hincapié en que "esas son las problemáticas por las que debemos preocuparnos como sociedad". Por ello, insistió en que el fin del mundo no tiene sustento alguno.

"Los arqueólogos y antropólogos no atribuyen ninguna profecía de este tipo a la civilización maya.

Si acaso, en la cuenta larga de uno de los calendarios que usaban, podría cumplirse un ciclo más, el ingreso al baktún 13, como en el calendario que usamos, en que se inició un nuevo milenio en el 2000", explicó.

Desde el punto de vista astronómico, acotó, entendemos bien cómo funciona el cosmos y no vemos peligros potenciales para la Tierra en las siguientes décadas, incluso siglos.

Sin embargo, resaltó, los grandes retos de la astronomía actual son entender el origen y evolución de las estrellas y los planetas, de las galaxias y del Universo como un todo, así como resolver uno de los grandes misterios, la materia oscura, que produce gravedad, que se manifiesta en el movimiento de los cuerpos luminosos, pero aún no se sabe qué es.

La otra, llamada energía oscura, es aparentemente responsable de que la expansión del Universo se acelere, y es aún más misteriosa, apuntó.

Ahí, puntualizó Ávila Reese, están los desafíos y se trabaja para comprender la naturaleza de los componentes invisibles, o quizás desarrollar nuevas teorías de la gravedad o introducir más dimensiones en nuestra física.

"Sea lo que sea, estamos en el umbral de algo muy nuevo en la comprensión del funcionamiento de la naturaleza y, en última instancia, del lugar que ocupamos en ella", advirtió.



KC
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