Huesped
Clima, lo que vendrá
Desde hace varios años se han multiplicado las advertencias: el planeta está cambiando. Las tormentas, tifones, huracanes y tsunamis son cada vez más frecuentes e intensos, y los calores más abrasadores.
Si bien los factores pueden ser muy variados, el Tercer Reporte del Pánel Intergubernamental del Cambio Climático, establecido por la Organización Meterorológica mundial (WMO, en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, también en inglés) que incluye a cientos de científicos del mundo ha emitido el siguiente comunicado: "Existe una fuerte evidencia que los cambios observados en los últimos 50 años en el mundo son atribuibles a las actividades humanas". Y el deterioro continúa ya que ni Estados Unidos ni Australia están persuadidos en firmar el Protocolo de Kioto que aspira a regularizar las concentraciones de todo tipo de gases industriales que llegan a la atmósfera en donde se producen efectos nocivos y que son fuente de los cambios climáticos.
Es grave lo que ocurre, para los próximos 15, 30 y 50 años, una buena parte de los científicos prevén, entre otros efectos: a) continuará el deshielo en los polos y el nivel del mar subirá entre nueve y 68 centímetros; b) se presentarán afectaciones a todos los sistemas biológicos; c) perderán su precario equilibrio diversos ecosistemas en perjuicio de los humanos; d) las enfermedades más comunes serán la malaria y el dengue, así como el estrés y las cardiovasculares; e) serán climas extremos, el calor puede ascender para los próximos tres años de 1.4 a 5.8 grados centígrados y; f) con todo esto, la faz de la Tierra inevitablemente cambiará.
Si bien hay otros científicos, defensores de la industria estadounidense que se niegan a aceptar tales vaticinios, nadie puede negar que ha sido la acción del hombre quien ha extinguido diversas especies animales y vegetales.
Lo que es peor, ya ha puesto en ese mismo límite previo a la desaparición a diversos mamíferos, aves, peces, reptiles tan diferentes como el antílope del Himalaya, el tigre asiático, las ballenas jorobadas, 22 tipos de tortugas, gorilas, primates, la fauna de los polos, lémures, tiburones, osos panda, negros y grislis. Las zonas más afectadas son Borneo, Madagascar, Alaska, Patagonia, golfo Pérsico, Sumatra, Malasia, la cuenca del Amazonas y México. Sólo en Chiapas donde existía la segunda más grande biodiversidad del mundo, se deforestan más de un millón de hectáreas de selva cada año. Se ha calculado que toda la Selva Lacandona desaparecerá en 14 años más. Una pérdida de tal magnitud no sólo nos privará de un número indeterminado de flora y fauna, sino que contribuirá en forma importante a la alteración mayor del clima planetario.
Este año puede ser decisivo ya que todo indica que vendrá una suerte de parteaguas y, si nuestros hábitos y costumbres con relación al medio ambiente persisten, el aumento de desgracias que tendremos no se hará esperar. ¿Qué hacen hoy las autoridades de Semarnat, las ONG, diputados, senadores y sociedad en general para comenzar y mantener campañas concientizadoras para que nos transformemos en ciudadanos cabales?
Más allá de nuestras discrepancias políticas, si no somos capaces de unirnos en un problema inminente y de magnitud mayor, seremos barridos por fenómenos cuyo cúmulo será letal en sólo unos años.
Escritor y periodista
EEM
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