Deportes

El fútbol da un ejemplo de cómo superar las divisiones en Bosnia

2013-10-22

En Sarajevo, los bosnios celebraron con fuegos artificiales y haciendo sonar las bocinas de sus...

Por Daria Sito-Sucic

SARAJEVO (Reuters) - Los futbolistas de la selección de Bosnia han dado a sus políticos una lección valiosa: lo que se puede conseguir cuando se dejan de lado las divisiones étnicas.

La semana pasada, Bosnia consiguió clasificar por primera vez en su historia para un Mundial de fútbol, dos años después de ser suspendida brevemente de los torneos internacionales por dejar que la política interfiriera en el deporte.

Con una federación de fútbol reformada, la selección clasificó al Mundial de Brasil en la misma noche en la que lo consiguió la campeona del mundo y de Europa, España, y otros grandes del fútbol europeo como Inglaterra o Rusia.

En Sarajevo, los bosnios celebraron con fuegos artificiales y haciendo sonar las bocinas de sus coches en una noche de fiesta en la que la alegría unió a musulmanes, croatas y serbios, divididos por la guerra de principios de los años 90.

La victoria es aún más simbólica porque el equipo es un símbolo de progreso y unidad en un país aún dividido entre los tres grupos, hundido en la corrupción y las peleas políticas y que camina con dificultades en la frontera exterior de la Europa a la que quiere unirse.

"Mi mensaje hoy a los políticos bosnios es que sigan el ejemplo de sus futbolistas y estén a la altura de las expectativas de sus ciudadanos", dijo el comisario de Ampliación de la Unión Europea, Stefan Fule, al día siguiente de la clasificación de Bosnia.

A casi 20 años del final de la guerra civil que dejó unas 100.000 personas muertas, el problema de la ex república yugoslava no es que los tres grupos étnicos no consigan llevarse bien. El sistema creado por el tratado de paz de Dayton en 1995 que puso final a la guerra, repartiendo el poder entre croatas, serbios y musulmanes y rotando los principales cargos del país entre ellos, ha mantenido la paz.

El problema es que este sistema alimenta la incompetencia, la protección de intereses creados y paraliza la toma de decisiones. Pero mientras los políticos siguen atascados en su vieja manera de funcionar, la selección cambió el paradigma.

INOPERANTE

Hace dos años, la federación (NFSBiH, por sus siglas en bosnio) reflejaba la organización de las instituciones del país. Su presidencia era ocupada de manera rotatoria cada 16 meses por un serbio, un croata y un musulmán, de un modo muy parecido al de la presidencia del Estado.

El sistema, según gente implicada, era inoperante. Los cargos eran elegidos por motivos religiosos o políticos. Se cometían torpezas con decisiones cruciales, como el fracaso a la hora de reclutar a Zlatan Ibrahimovic, uno de los mejores futbolistas de Europa, que juega en el Paris Saint-Germain.

Casi al principio de su carrera, su padre nacido en Bosnia, dijo que quería que Zlatan jugara con la selección. Nadie de la federación hizo nada por conseguirlo, dijeron ex responsables y medios locales, y ahora el delantero es el capitán de Suecia, el país donde nació.

La federación estaba al borde de la bancarrota. Tres ex directivos, uno de ellos un antiguo mando en el Ejército musulmán durante la guerra, fueron encarcelados el año pasado por evasión fiscal y estafa.

Muchos jugadores que vivían en el extranjero y aficionados al fútbol boicoteaban a la selección, enfadados con las interferencias políticas que decían que estaban estropeando las relaciones armoniosas entre jugadores y entrenadores.

La FIFA y la UEFA exigieron que la federación tuviera un único presidente.

"Hace solo dos años estábamos en el abismo", dijo el nuevo presidente de la NFSBiH, Elvedin Begic, designado en diciembre.

CAMBIOS

El cambio llegó en 2011. Sin muestras de avances, la FIFA y la UEFA suspendieron brevemente a Bosnia de las competiciones internacionales en abril de ese año. Conmocionados por la decisión, finalmente los políticos bosnios aceptaron cambiar.

La FIFA designó un comité provisional con profesionales de todas las confesiones, encabezado por Ivica Osim, un bosnio croata nacido en Sarajevo y casado con una musulmana que en su época de jugador formó parte de la Yugoslavia que llegó a cuartos de final del Mundial de Italia 1990.

Osim prohibió la presencia de aficiones de los equipos visitantes en los estadios de fútbol y dijo que la política estaba detrás de la violencia en muchos partidos.

En diciembre del año pasado, la asamblea eligió a su primer presidente único para un mandato de cuatro años y a 15 directivos de las dos regiones autónomas del país: la Federación Croata Musulmana y la República Serbobosnia.

"Ahora tenemos una selección que no se basa en quién es quién, sino en quién es mejor", afirmó la semana pasada Osim, que ahora es asesor de la nueva federación.

Las suspicacias persisten. Muchos serbobosnios apoyaban a la selección serbia, al igual que los croatas con Croacia, aunque esto puede estar cambiando gracias al éxito de Bosnia.

"El fútbol no puede reconciliar a los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina, el fútbol no puede volverlos más tolerantes, porque el fútbol no era un problema. Son los políticos los que deben hacerlo", dijo Srdjan Puhalo, un psicólogo de la principal ciudad serbobosnia, Banja Luka, a poca distancia de Sarajevo.

Bruselas ha hecho de la reforma del sistema político bosnio una condición para comenzar las negociaciones de acceso a la UE. Hasta ahora, los políticos se han mostrado reticentes.



EEM
Utilidades Para Usted de El Periódico de México