Reportajes

El futuro del ocio: Rober A. Iger

2014-07-09

Una de las novedades más emocionantes que veo en el horizonte es la tecnología que...

Robert A. Iger, The Wall Street Journal

En 1956, el año en que abrió Disneyland, le pidieron a Walt Disney que imaginara cómo sería el entretenimiento medio siglo más adelante.

Como uno de los grandes innovadores del mundo, Walt acababa de presentar una nueva forma de entretenimiento: el parque temático. Sin embargo, a la hora de predecir el futuro, dijo eso que estaba más allá de su capacidad, dado el rápido ritmo del cambio en la industria del entretenimiento.

Una cosa era segura, dijo Walt: la antigua necesidad humana de una gran narrativa durará por generaciones, y será mejorada por nuevas tecnologías que darán vida a esos cuentos en formas extraordinarias.

Walt era mejor de lo que pensaba para predecir el futuro. Seis décadas más tarde, la tecnología está elevando los límites de la creatividad y transformando las posibilidades del entretenimiento y el ocio. La actual era digital ha desatado una innovación sin precedentes y ha dado lugar a una variedad de nuevas opciones de entretenimiento que compiten por nuestro tiempo y atención.

Como también vaticinó Walt, la necesidad de la gente de entretenerse con la narrativa sigue vigente: nos sentimos atraídos por las historias universales que nos unen, cuentos de aventura, heroísmo y amor, relatos que nos reconfortan y nos sirven de escapatoria. Una gran narrativa sigue siendo el pilar de un gran entretenimiento.

En los próximos años, esta fusión entre tecnología y creatividad nos permitirá producir experiencias antes inimaginables. ¿Cómo será ese futuro? Al igual que Walt, no me atrevo a hacer predicciones. Pero algunas cosas me parecen seguras.

Experiencias personalizadas

Para empezar, el concepto del siglo XX de "un tamaño para todos" ya no es válido, conforme innovadores en todo el mundo crean herramientas que nos permiten personalizar las experiencias de entretenimiento y ocio para adaptarlas a nuestros gustos y horarios, y compartirlas de forma instantánea con familiares, amigos y una creciente comunidad global digitalmente conectada. En resumen, estamos creando lo que me gusta llamar ocio impulsado por la tecnología.

La narrativa móvil, y el entretenimiento móvil, dominarán nuestras vidas, y nos ofrecerán experiencias ricas y fascinantes más allá de lo que está disponible hoy en día. El lugar donde se encuentre alguien ya no será un obstáculo para entretenerse; la geografía del ocio no tendrá límites.

Una de las novedades más emocionantes que veo en el horizonte es la tecnología que nos sumergirá en mundos de entretenimiento, o que proyectará esos mundos y experiencias en nuestras vidas. En esencia, el entretenimiento será inmensurablemente mejorado con experiencias tanto de realidad virtual como de realidad aumentada. Trasladarnos a mundos creados y trasladar mundos creados a nuestro mundo hará estallar los límites de la narrativa, aligerando al narrador de formas que aún no podemos imaginar.

¿Los desafíos? La tecnología puede ser una fuerza invasiva, al competir por nuestra atención y reducir el tiempo que tenemos para nosotros mismos y nuestras familias. Pocos de nosotros renunciaríamos a las herramientas tecnológicas que nos mantienen productivos e informados; incluso menos personas podemos recordar la última vez que nos desconectamos completamente durante las vacaciones. Mientras más omnipresente se vuelva la tecnología en nuestras vidas, más diligentes debemos ser para asegurarnos de que no nos agobie o disminuya nuestro tiempo de ocio.

Romper el cascarón

En última instancia, la tecnología es para conectarse, no encerrarse; es una herramienta que debería permitirnos llegar a más personas y formar vínculos más estrechos, en lugar de desconectarnos entre nosotros. A pesar de que usamos la tecnología para crear experiencias más individualizadas, la interacción social sigue siendo una necesidad básica, una parte fundamental de nuestra humanidad.

Por eso valoramos los "eventos" de entretenimiento que crean recuerdos entrañables, fortalecen conexiones personales y producen experiencias compartidas, ya sea en los cines, en un parque de diversiones o en un estadio deportivo. Es entretenimiento que no puede ponerse en pausa o duplicarse; uno tiene que estar allí, inmerso en el momento.

Una experiencia mejora cuando se comparte con alguien, al convertirse en algo que se disfrutará y recordará mucho tiempo después de que haya terminado. Estos eventos sociales enriquecen nuestras vidas, y nunca dejaremos de necesitarlos.

El amor humano a la narrativa, ya sea individualizada o compartida, también será una constante. Si bien no puedo predecir el futuro exacto del entretenimiento, comparto el optimismo de Walt Disney y su creencia de que más allá de lo que nos traiga el futuro, estará definido por una gran narrativa. Como ha sido siempre.

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* Robert A. Iger es presidente ejecutivo de Walt Disney & Co.

 



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