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"Ninguna negociación borrará el odio en Cercano Oriente": Barenboim

2014-07-29

En este festival la Orquesta West-Eastern Divan, fundada en 1999 por él y el intelectual...

Por Florencia Martin (dpa)

Buenos Aires, 29 jul (dpa) – Al inaugurar el festival que llevará su nombre en el Teatro Colón de Buenos Aires, el director Daniel Barenboim hizo referencia a la importancia de la educación musical temprana, a su vínculo con la Argentina, a su admiración por la pianista Martha Argerich y al conflicto palestino-israelí.

"Todas las guerras algún día terminan (...) ¿Pero qué pasará en Israel y Palestina cuando termine esta guerra? El odio no lo podrá borrar ninguna negociación política", lamentó en la noche del lunes el argentino-israelí en la presentación del "Festival Barenboim", que se extenderá del 3 al 10 de agosto.

En este festival la Orquesta West-Eastern Divan, fundada en 1999 por él y el intelectual Edward Said para reunir jóvenes israelíes y árabes en un ejemplo de concordia intercultural, tendrá un papel protagónico.

Tras calificar el actual conflicto en Franja de Gaza de "inaceptable" y "asimétrico", a las fuerzas israelíes como "ocupadoras" y a los palestinos como "ocupados", Barenboim, que emigró a los nueve años junto con sus padres a Israel, dijo este lunes en conferencia de prensa tener "cada vez más vínculos" con Argentina, donde se siente, a diferencia de años anteriores, "como en casa".

"Con la edad crece la nostalgia. Pero no es sólo la nostalgia, sino que con la experiencia me doy cuenta de lo que Argentina me dio de chico", comentó el músico, que también posee la nacionalidad española y la ciudadanía palestina honoraria.

"No hubiese podido crear el proyecto de la Orquesta West-Eastern Divan sin el aprendizaje que hice en Argentina", reflexionó, destacando de ese modo la convivencia "de múltiples identidades" que vivió durante sus años en la metrópoli sudamericana, signada por su historia migratoria "mayormente económica, no política", que la llevaron, según afirmó, a ser "el único país del mundo en el que se puede ser polaco, judío o lo que sea y argentino al mismo tiempo".

El festival, que tendrá lugar reiteradamente durante los próximos tres años en el Teatro Colón, presenta en su actual edición un variado programa.

El inicio lo dará el concierto para piano Op. 15 de Ludwig van Beethoven a cargo de la célebre pianista Martha Argerich como solista, para quien Barenboim no escatimó elogios.

Argerich "es alguien a quien amo y admiro desde hace muchos años (...) No hay nadie en el mundo que toque tan bien como ella, y me incluyo en la lista", subrayó. "Ha adquirido en los últimos años una dimensión artística musical enorme y me da una felicidad única hacer música con ella".

Luego la orquesta ofrecerá una versión en concierto de parte de Tristán e Isolda, de Richard Wagner, para pasar en la fecha siguiente a una presentación en la que Barenboim y Argerich interpretarán obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Schubert e Igor Stravinski.

Como último punto musical de la programación y en un evento fuera de lo común, ambos pianistas compartirán escenario por primera vez con Les Luthiers, grupo argentino que une música y humor.

"Fui a la primera presentación de Les Luthiers en Madrid, creo que hace 40 años, y me he divertido a muerte cada vez que los he visto", comentó Barenboim, quien no obstante atribuyó la idea de hacer una función con los músicos humoristas a su esposa, Elena Bashkírova.

En esa fecha, el 9 de agosto, la singular conjunción interpretará "La historia del soldado", de Igor Stravinski, y "El carnaval de los animales", de Camille Saint-Saens.

Otro de los eventos atípicos será el cierre de la programación, que incluirá un "Diálogo de Música y Reflexión" con la participación del ex presidente del gobierno español Felipe González. Éste, según Barenboim, no sólo visita todos los años los ensayos de la Orquesta West-Eastern Divan en Sevilla, sino que además se ha destacado en sus esfuerzos por lograr un diálogo entre israelíes y palestinos.

Este tipo de reflexiones será un punto a desarrollar en las próximas ediciones, destacó el director, que considera que se trata de un aspecto digno de fomentar en el marco de los festivales musicales, donde se genera "un mayor sentimiento de comunidad entre los artistas y el público".

Con la presencia en Buenos Aires de la orquesta árabe-israelí y en el contexto del actual conflicto bélico entre Israel y la agrupación radical palestina Hamas, el festival promete interpretaciones de artistas de primer nivel con un claro mensaje: "La música es o, mejor dicho, debería ser parte orgánica de la sociedad", recalca Barenboim. "No vive en una torre de marfil".



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