Internacional - Población

En amarga disputa, judíos ortodoxos son obligados a abandonar aldea en Guatemala

2014-08-29

Fundado en la década de 1980 por el israelí Shlomo Helbrans, Lev Tahor practica una...

Por Sofía Menchú y Jorge Dan López

SAN JUAN LA LAGUNA Guatemala (Reuters) - Unos meses después de mudarse desde Canadá a una remota zona de Guatemala en busca de libertad religiosa, un grupo de judíos ultra ortodoxos han sido obligados a dejar sus casas debido a un amargo conflicto con pobladores hostiles.

La comunidad de Lev Tahor empacó el viernes sus pertenencias en San Juan la Laguna, a unos 150 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala, para abordar autobuses con rumbo a la capital después de semanas de fricciones con algunos miembros de la población indígena.

Abuso verbal, amenazas de cortar la electricidad y desalojarlos por la fuerza fueron las gotas que derramaron el vaso para que los judíos de Lev Tahor, que empezaron a llegar en marzo procedentes de Canadá, donde sus estrictas prácticas religiosas los habían enfrentado con las autoridades.

Fundado en la década de 1980 por el israelí Shlomo Helbrans, Lev Tahor practica una austera forma de judaísmo, que le ha ganado la admiración de algunos judíos por su devoción y la condena de otros que lo consideran un tipo de secta de culto.

Helbrans no quiso ser entrevistado en Guatemala, pero otro líder del Lev Tahor en San Juan, el rabino Uriel Goldman, respondió preguntas acerca del grupo, que concedió un amplio acceso a Reuters mientras se preparaba para dejar la comunidad junto al lago.

Goldman aseguró que la mayoría de los pobladores eran amables con los hombres, mujeres y niños vestidos de negro del Lev Tahor, pero que el grupo se había visto forzado a salir de ahí por una agresiva minoría que, dijo, eran alentada por políticos locales.

"No entiendo por qué no nos quieren si no hacemos nada malo aquí", dijo el barbudo Goldman, quien como otros hombres de la comunidad, cuyo nombre significa "Corazón puro" en hebreo, tiene su cabeza rapada y un largo rizo colgando de cada lado de su cara debajo de un sombrero negro.

De acuerdo con Goldman, un consejo de ancianos en San Juan le dio un ultimátum a Lev Tahor, advirtiendole que cortarían el agua y la electricidad si no se iban.

"También nos advirtieron que nos sacarían por la fuerza del pueblo", añadió.

Miguel Vázquez Cholotio, un miembro del consejo de ancianos, dijo que los pobladores decidieron sacar al grupo porque sus miembros rehusaron tener contacto físico con la comunidad.

"Nos sentimos intimidados por ellos en las calles. Pensamos que querían cambiar nuestra religión y costumbres", dijo.

Evitando trampas tecnológicas como la televisión y los computadores, la vida cotidiana en el Lev Tahor, cuyas mujeres usan túnicas que les cubren el cuerpo similares a una burka, se centra en la oración y el estudio de la Torá.

Rechazando al país de Israel porque considera que el pueblo judío está en un estado de exilio, el Lev Tahor espera encontrar otro lugar en Guatemala para construir 30 casas y reubicar a la comunidad de 200 personas, dijo Goldman.

Alrededor de 60 miembros del grupo salieron de San Juan durante la noche con el resto listo para seguirlos.

En Canadá, detractores y algunos familiares de los miembros de Lev Tahor acusaron al grupo de mantener a los niños en condiciones insalubres, promover el matrimonio entre menores de edad y de abuso físico.

Líderes del grupo desestimaron las acusaciones y dijeron que el Lev Tahor estaba siendo perseguido por sus creencias religiosas.

 



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