Summum de la Justicia

La Gendarmería de México, el gigante que nació enano

2014-09-07

El Comisionado Galindo Ceballos (nombrado por el defenestrado Manuel Mondragón y Kalb), en...

Por Tomás Borges

"Los resultados pasados, no son garantía de éxito"

Antecedentes

Cuando Enrique Peña Nieto comentó a los medios su proyecto de crear una "Gendarmería Nacional" en abril del 2012, como una estrategia del Gobierno Federal para erradicar la violencia que tras la llamada "Guerra contra el narco" (emprendida por la administración de Felipe Calderón y ante los excesos de su súper Secretario Genaro García Luna), el proyecto toral de la presente administración, que promete ser la panacea para erradicar la violencia y poder "mover a México", hicieron que los reflectores se pusieran de nueva cuenta en la consecución de dicho proyecto, en un país donde la seguridad pública y por ende, la seguridad nacional, es botín de una camarilla que cada sexenio se reinventa, para hacer de los aparatos de justicia, su coto de poder.

El proyecto estrella fue pospuesto en cuatro ocasiones, y prometía integrar entre 40,000 y 50,000 elementos para enfrentar delitos de alto impacto, como si el aumento de policías, fuera sinónimo de seguridad, idea heredada por García Luna, quien incrementó la burocracia policial, prometiendo más seguridad y profesionalismo, con los resultados por todos conocidos.

La actual panacea ofrecida por la presente administración es un remedo de la Policía Federal Preventiva (PFP), proyecto priísta del entonces presidente Ernesto Zedillo, quien en enero de 1999, junto con Omar Fayad Meneses (efímero Comisionado) y Wilfrido Robledo Madrid, prometieron que con "Inteligencia y Disciplina" se podría combatir a la delincuencia.

Enrique Peña Nieto y su grupo de asesores saben que gracias a los yerros en materia de seguridad, protagonizados por las administraciones panistas, pudieron hacerse de la presidencia, pero también hicieron más que necesario que se intentara una reingeniería en los aparatos de seguridad y justicia, tan cuestionados por ineficaces  y corruptos.

Por tal motivo, tras apenas haber tomado posesión de su cargo como presidente de México, el mandatario firmó junto con los dirigentes nacionales de los principales partidos políticos el "Pacto por México", cuyo compromiso 76 dice lo siguiente:

"Se creará la Gendarmería Nacional como un cuerpo de control territorial que permita el ejercicio de la soberanía del Estado mexicano en todos los rincones del país, sin importar su lejanía, aislamiento o condición de vulnerabilidad".

Ese mismo mes, Enrique Peña Nieto dio la instrucción para que la Secretaría de Gobernación se encargara de poner en marcha la Gendarmería, una copia tropicalizada de la Gendarmerie Francesa, por lo que para sacar adelante el proyecto y obtener su venia, se dio "Fast Track" a la liberación de Florence Cassez, acusada falsamente de secuestro y cuya liberación gestionó el ex mandatario Galo, Nicolas Sarkozy y que obtuvo su sucesor, Francois Hollande.

Para dar el banderazo de salida de la "Gendarmería" (consecución del proyecto priísta de la Policía Nacional, que devengó en la otrora PFP), se planteó que la nueva estructura contara "en un inicio" con 10,000 elementos, responsables de fortalecer el control territorial en los municipios con mayor debilidad institucional, así como en instalaciones estratégicas, como puertos, aeropuertos y fronteras (facultad que por ley, tiene la Policía Federal).

Como en la política el fondo es forma, y como en México, cada sexenio se reinventa el proyecto de seguridad pública, ahora través del llamado "Pacto por México" (copia del llamado Pacto de la Moncloa), se cabildeo para que el tan "cacareado proyecto" diera a luz 20 meses después con un grupo inicial de 5 mil elementos (altamente capacitados y avalados por instituciones extranjeras, como en su momento ocurrió con la PFP y la AFI con los resultados por todos conocidos) que en palabras del ejecutivo nacional, "Contribuirá(n) a contener y desarticular las organizaciones criminales que minan la actividad económica".

La realidad de la Gendarmería

El proyecto que sería el eje rector en materia de seguridad de la presente administración que ya consumió un tercio de su mandato, resulta a todas luces pan con lo mismo, al tener en sus filas a mandos como a Enrique Francisco Galindo Ceballos (conocido cariñosamente como "Richy"), quien fue Secretario de Seguridad Pública de San Luis Potosí (2009- 2011) en la administración del panista Marcelo de los Santos, y que fue declarado dos veces, no apto en los exámenes de control de confianza en la PF, según fuentes periodísticas y de acuerdo a lo denunciado por la agrupación "Justicia PFC", a través de su portavoz, Reyna Velasco.

El Comisionado Galindo Ceballos (nombrado por el defenestrado Manuel Mondragón y Kalb), en su currículo oficial, dice tener cursos en el FBI y capacitación en el extranjero por "diversas agencias de seguridad a nivel internacional". Sin embargo, tomó un solo curso, menor a tres meses, en el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y dos en la Universidad de Salamanca tras su salida como Secretario de Seguridad Pública en San Luis Potosí, donde conoció a Mondragón y Kalb y quien lo invitó a colaborar en la dependencia que hoy dirige.

En lo que concierne a su estructura, pese a que se ha negado que sea una policía "paramilitar", los elementos de la Gendarmería sí recibieron capacitación castrense en las instalaciones del Colegio Militar y en San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México (donde entrenan las Fuerzas Federales, cuyos mandos y algunos elementos son militares incorporados a las fuerzas del orden).

Al respecto, el pasado viernes 22 de agosto, en entrevista a Radio Red, Galindo Ceballos negó que la Gendarmería fuera una fuerza paramilitar, lo cual a todas luces es una contradicción.

En lo referente a los elementos reclutados para el llamado "Cuerpo de elite", se lanzó una convocatoria desde poco más de un año en cadena nacional y de acuerdo a los spots de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), de 25 mil elementos convocados, sólo aprobaron 5 mil, los más aptos, cuyos mandos (como en tiempos de la PFP y PF) recibieron capacitación en el extranjero, como sí eso fuera garantía de éxito.

De acuerdo al titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Monte Alejandro Rubido, los elementos iniciales se encargarán de la seguridad de los ciclos productivos del campo, la pesca, la industria y la minería, actividades que se apropiaron los cárteles de la droga, como los Caballeros templarios, que hicieron de Michoacán, un narco estado. Así mismo, trabajarán bajo un esquema de "ubicación estacional", con base en las necesidades de las temporadas y las regiones, mismas palabras vertidas a medios nacionales, por Galindo Ceballos.

Con esas acciones, se pretende que como cuerpo de la Policía Federal, la Gendarmería coadyuve con la seguridad en los territorios actualmente a resguardo del Ejército y la Marina, para que en un futuro cercano, los militares, regresen a sus cuarteles, lugar del cual no deberían haber salido.

¿Capacitación o simulación?

De acuerdo a información vertida a medios, los cadetes cursaron 35 asignaturas en un curso de formación de poco más de ocho meses en la Academia Superior de Seguridad Pública de San Luis Potosí, donde los alumnos tomaron cursos policiales, de disciplina castrense y de sensibilidad social (predominando cursos de Derechos Humanos y vinculación ciudadana), y que los reclutas eran capacitados por las Fuerzas Armadas, por agentes de seguridad federal y por mandos de gendarmerías extranjeras.

Los seleccionados fueron reclutados de acuerdo a dos perfiles: de "proximidad" y de "reacción", quienes paradójicamente realizarán funciones similares a las que realizan las Fuerzas Federales, las cuales se confinarán en el centro de Mando de Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México, para realizar labores de contención.

La Gendarmería, proyecto que fue vendido como la panacea para erradicar la violencia en un país flagelado por el narco y sus delitos conexos, tiene de acuerdo a lo vertido por la CNS la misión de "Salvaguardar la seguridad de las personas y sus bienes" y como visión (al más puro estilo empresarial), "Generar seguridad para la prosperidad mediante un nuevo modelo de atención a los factores crimino´genos, entre los que se encuentran la desigualdad social, el desempleo y la falta de oportunidades", lo cual no hace sino ser una carta de buenas intenciones.

Los valores de estos seres "celestiales" son el "Sacrificio, Lealtad, Disciplina, Honor, Dignidad, Autoridad y Moral", ésta palabra nos recuerda a lo vertido por el cacique potosino, el exgobernador Gonzalo N. Santos; quien decía que "la  moral es un árbol que da moras".

Capacitar y desechar... círculo vicioso

Respecto a su formación, los elementos que durante el proceso de selección fueron dados de baja (más de 1500 elementos), mencionaron que recibieron capacitación en "manejo de armas de alto poder y tácticas de reacción y contra emboscada", para ser cesados, pese haber sido capacitados (a costa del erario) para tal efecto.

Errores como el antes señalado, de capacitar y después desechar, hacen que el gobierno siga preparando a elementos que ante el desempleo, puedan ser cooptados por el crimen organizado, como ha sucedido en varias entidades, donde ex policías y ex militares, han engrosado a las filas de la delincuencia.

Los cadetes cesados, manifestaron que fueron dados de baja por el "polígrafo", prueba tan dudosa y cuestionada y tan socorrida cuando se trata de manchar el expediente de alguien y despedirlo, sin que dicha prueba haga mella alguna en los mandos. El ejemplo más reciente es el mismo Comisionado Galindo Ceballos, quien pese a no haber acreditado sus exámenes de control de confianza, es nombrado cabeza de este nuevo cuerpo de elite, lo que infiere que seguirán las mismas prácticas en un cuerpo que de entrada ya está viciado.

Tal parece que la reingeniería en materia de seguridad es sólo una simulación total. Como dice Antonio Alonso Concheiro, docente del Tec de Monterrey, en el prólogo del libro "Métodos prospectivos", (Ariel, 2014):

"Padecemos por decirlo así, una especie de anemia por el porvenir, de miopía temporal (…) el corto plazo ha dominado la toma de decisiones (…) en un país donde todo cambia para que poco o nada cambie".

Lo anterior viene confirmado por los nulos cambios en materia de seguridad, ya que éstos sólo han sido de forma, más no de fondo, ya que sólo se cesaron a los titulares de las dependencias encargadas de velar por nuestra seguridad, sin que se castiguen a los responsables de las pifias como a la ex procuradora Marisela Morales Ibañez, gente vinculada con Genaro García Luna, cuyas acciones corrompieron la justicia y sus instituciones fabricaron culpables a granel mediáticamente.

Asimismo, sigue incólume la estructura ineficaz que llevó en las pasadas administraciones a la vorágine de violencia cuyo saldo rojo llegó a rebasar las más de las 130 mil víctimas. Siguen en sus puestos, personajes como Vidal Diazleal Ochoa, al frente de la Policía Federal Ministerial (PFM) impuesto por Genaro García Luna.

Los cadetes de la Gendarmería fueron preparados por el personal docente designado por el director Pablo Filiberto Camacho Aguirre (nombrado por Mondragón y Kalb) y de acuerdo a un instructor de los mismos, entrevistado por el autor en diciembre del 2013, manifestó que el personal docente contratado para tal efecto, estaba compuesta por "pseudoinstructores externos amigos del mando", quienes cobraban 700 pesos la hora por dar en las aulas información bajada de internet y sin que tengan experiencia policial alguna".

Consecuencias

Después de la fiesta, viene la cruda; y espero que éste cuerpo tan publicitado (que patrullará en municipios de entidades como Guerrero, Hidalgo, Tamaulipas y el Estado de México, donde el crimen ha sentado sus reales), logre pasar la prueba de fuego en el campo y que los actuales mandos, no nos llenen de justificaciones, cuando comiencen a darse las primeras bajas y los primeros yerros.

A pesar de que los planificadores de tan ambicioso proyecto, tomaron como modelos los cuerpos similares existentes en Chile, Argentina, Italia, Francia y España, no hay que olvidar que "una declaración de principios, no siempre es una estrategia".

De acuerdo a los conocedores en "management", se administra la escasez y se trabaja con lo que hay, y éste es el caso de la llamada Gendarmería, que será enclavada en la estructura de la Policía Federal (donde continúan los despidos de los elementos y el reciclaje de mandos de dudosa honorabilidad), una corporación contaminada por la corrupción heredada de administraciones pasadas.

La Gendarmería nació con anorexia, ya que es un cuerpo magro bajo el mando de un funcionario cuestionado, quien durante su gestión en puestos de seguridad pública, ha dado mucho de qué hablar, sin que medie un resultado exitoso palpable durante su gestión. A todas luces, este cuerpo paramilitar será un ensayo más en esta estela de fracasos con nefastos resultados.

Aunado a lo anterior, el cese de los cadetes, así como el despido de elementos de la PF, harán que la delincuencia se nutra de estos elementos, quienes por despecho o necesidad pudieran incorporarse a las filas de la delincuencia organizada (tan deseosa de cuadros especializados), tal como sucedió con los militares que crearon el grupo autodenominado ZETAS, formado por ex integrantes de cuerpos de elite, preparados en el extranjero (Fort Brag, Virginia y Guatemala por citar algunas sedes).

La delincuencia no se abate con decretos ni con buenas intenciones, sino con un grupo de elite, no tan grande, burocrático y oneroso, como el actual, donde el espíritu de cuerpo es sólo una buena voluntad y no una realidad, donde se castiga al elemento, donde se sigue solapando a los mandos, quienes desde el escritorio, diseñan estrategias con tan magros resultados.

CONSIDERACIONES

En espera de que este cuerpo, sacado más por capricho que por necesidad, cumpla las expectativas de la ciudadanía y que no ocurra como con la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), que pese haber apelado por la profesionalización de sus elementos y ser una copia fiel del FBI (agencia que capacitó a los laureados mandos), resultó ser un fiasco más a costa del erario.

No resta más que citar el proverbio ruso que reza; "No presumas la piel del oso, sin antes haberlo matado", por lo que su éxito dependerá de la pericia de quienes lo integran, quienes tienen la enojosa encomienda de erradicar la violencia y traer paz y tranquilidad.

El tiempo sólo dirá si este plan tan magro como ambicioso, podrá cumplir con su misión y visión y si el cáncer de la corrupción, no se ha enquistado en este nuevo cuerpo de seguridad, que más que una división, parece un catálogo de uniformes e intenciones y que ya es tildado de ser una copia de la actual Policía Bancaria e Industrial (PBI), sólo que nueva y onerosa.

No hay que olvidar, que el que mucho abarca, poco aprieta y que los 5 mil elementos iniciales, tienen una encomienda muy grande, ya que son la punta de lanza de este proyecto peñista, que de no funcionar, podría arrebatar la presidencia al partido en el poder, quien en campaña prometió combatir el flagelo de la delincuencia.

Como ex policía y como mexicano, espero con ahínco, que con resultados y no con discursos, callen a los detractores y a los agoreros del desastre, que como un servidor, ven la paja en el ojo ajeno.

Porque la violencia, sea controlada y porque la paz y la prosperidad, lleguen a todos los rincones del país, espero que la Gendarmería esté a la altura de tan honrosa encomienda, ya que debajo de un uniforme, hay un mexicano y lo más importante, un ser humano, con aspiraciones y sueños.

Porque los que estamos hartos, somos más que los que lucran con el dolor y la violencia, doy un voto de confianza a este cuerpo, para que la seguridad pública, no sea sólo una quimera.

¡Por México! ¡Por los nuestros! ¡Bienvenida la Gendarmeria!



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