Migración

Niños estadounidenses ponen rostro humano a drama de deportaciones

2014-09-09

Washington, (dpa) - Una veintena de niños estadounidenses cuyos padres inmigrantes indocumentados han sido deportados o están en proceso de deportación visitaron hoy el Congreso de Estados Unidos para "tocar el corazón" de los congresistas y poner "un rostro humano" al drama de las deportaciones.

"La meta es llegar al corazón del presidente y de ambos partidos para lograr conseguir que, de verdad, se den cuentan que el daño que están haciendo es a niños ciudadanos estadounidenses, a niños que deberían estar siendo protegidos por el gobierno de su país. No les están ayudando. Los están dejando solos y desamparados", explicó la activista comunitaria Nora Sándigo, que viajó con los niños desde Florida a Washington.

Sándigo, fundadora de la organización American Fraternity y guardiana legal de 800 niños cuyos padres han sido deportados a sus países de origen, recordó que cada día hay más de 1.000 deportaciones. Como consecuencia de ello, las familias de muchos niños estadounidenses, con padres indocumentados, quedan destrozadas.

De aquí a las elecciones legislativas del 4 de noviembre, 70.000 inmigrantes indocumentados serán deportados, según cálculos de las organizaciones pro reforma migratoria. Muchos de ellos son padres de ciudadanos estadounidenses.

"Cada día que le siguen dando largas a este asunto y el presidente sigue dejando el tema para después por mezquinas razones políticas, nosotros seguimos sufriendo con cada una de estas familias", dijo Sándigo, quien recordó que "estos niños se están quedando huérfanos, están sufriendo las consecuencias, se encuentran a la deriva".

Niños como Brandy Hernández, que está a punto de cumplir 10 años y cuyo padre fue deportado hace tres años. "Mi padre trabaja mucho. Siempre me compraba ropa, me abrazaba y me besaba", explica la pequeña Brandy.

Elena Márquez, cuyo padre fue deportado hace dos años a Guatemala "por no tener licencia para manejar", no puede contener las lágrimas cuando explica que su padre está enfermo y no tiene medicinas. Tras su deportación, asegura ha sido "muy duro" para ella vivir sin su padre.

"Le diría a Obama que, por favor, pare las deportaciones porque nosotros los niños somos los futuros líderes de América", explica a la agencia dpa Elena, quien asegura que tienen muchos amigos que se encuentran en la misma situación que ella y sus cuatro hermanos.

Los pequeños se mostraron decepcionados por la decisión del presidente Obama de aplazar sus decretos en materia migratoria a después de las elecciones legislativas de noviembre y por no anunciar las medidas después del verano (boreal) como había prometido en un principio que haría.

"Como muchos de los niños que están aquí, estoy decepcionado con la decisión del presidente de aplazar sus acciones ejecutivas. Nuestra comunidad ya ha esperado lo suficiente", dijo en rueda de prensa el congresista demócrata por Florida, Joe García, quién recordó que la falta de acción del Congreso en materia de inmigración tiene "consecuencias reales".

García lamentó la situación en la que se encuentran miles de niños estadounidenses que ven de la noche a la mañana cómo "sus vidas cambian por completo y se ponen patas arriba" cuando su padre o su madre es deportado a su país de origen por no tener los papeles en regla.

"¿Por qué les torturamos?", se preguntó García, quien consideró que "el reto del presidente es hacer ahora algo aún más grande" en materia de inmigración, después de aplazar su decisión a final del año.
  
"Es frustrante ver cómo los niños que estaban llenos de esperanzas de que ya pronto al terminar el verano se resolvería el problema, vemos que nuevamente se aplaza esta esperanza y más gente va a seguir siendo deportada y más niños se van a quedar solos", se lamentó Sándigo, quien se mostró dispuesta a viajar a Washington las veces que sean necesarias "hasta tocar el corazón de los legisladores".



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