Nacional - Seguridad y Justicia
Caso Iguala "empaña" esfuerzos de seguridad de México: Peña Nieto
Ciudad de México, (dpa) - La desaparición de 43 estudiantes en el sur de México, en un hecho coordinado entre policías y criminales, ha "empañado" los esfuerzos de México en materia de seguridad, dijo hoy el presidente Enrique Peña Nieto, cuyo gobierno ofreció una recompensa para lograr su ubicación.
Las autoridades federales publicaron hoy un aviso a doble página en los grandes diarios del país con las fotos de los jóvenes y fijaron un estímulo de hasta 1,5 millones de pesos (110.000 dólares) por datos que permitan dar con el paradero de cada uno de ellos.
Además, se ofreció una recompensa similar al que brinde información que permita "la identificación, localización, detención o aprehensión" de los probables responsables de haberlos desaparecido. Los móviles hasta ahora son una incógnita, después de casi un mes de búsqueda.
Los hechos ocurrieron el 26 de septiembre cuando estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa, que se habían apoderado de tres autobuses para movilizarse, fueron atacados a balazos por policías de Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes ubicada unos 200 kilómetros al sur de la capital mexicana.
Hubo seis muertos, 25 heridos y varios detenidos, que no se sabe a dónde fueron llevados. Según integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, los policías los entregaron a la agrupación, una escisión del cártel de los Beltrán Leyva.
Familiares de las víctimas fueron convocados para hoy a la ciudad de Acapulco, la principal de Guerrero, para una reunión con el procurador general, Jesús Murillo Karam, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que les darán un balance de las investigaciones realizadas hasta ahora.
Durante un acto en el estado de Veracruz, en el este del país, Peña Nieto dijo que todo el "esfuerzo colectivo" de la sociedad mexicana para mejorar su seguridad "lamentablemente se ha visto empañado" por este caso con involucramiento de policías.
El domingo el gobierno mexicano informó que fuerzas federales fueron enviadas a 12 municipios de Guerrero y a uno del Estado de México para asumir las labores de seguridad en reemplazo de los policías locales.
Peña Nieto dijo que México es "una gran nación" que está caminando en un "proceso transformador" e indicó que su gobierno seguirá trabajando con las autoridades regionales para evitar la infiltración del crimen organizado en instituciones de seguridad.
El gobierno mexicano está sometido a fuertes presiones nacionales y de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se esclarezca el caso de los estudiantes.
"Para el gobierno de la República es fundamental a fondo en la investigación que ya estamos realizando", dijo Peña Nieto.
Dos de los detenidos, que dijeron haber participado en el asesinato de 17 de los jóvenes, condujeron a las autoridades hasta un sitio donde se hallaron varias fosas clandestinas con 28 cuerpos y otros restos humanos.
Sin embargo, ninguno de los estudiantes figura entre esos muertos sin nombre, según estudios de ADN realizados por la Procuraduría General de la República.
Hasta ahora han sido arrestados 26 policías y 17 miembros de Guerreros Unidos como presuntos responsables materiales. El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y el jefe de seguridad de la ciudad están prófugos.
Después de la desaparición se desplegaron 1.850 policías federales, militares e infantes de Marina en la zona de Iguala para buscar a los jóvenes y reforzar la seguridad.
Los estudiantes han sido rastareados sin éxito con helicópteros, aviones, patrullas, a caballo y con buzos en áres urbanas y en cerros, cuevas, cañadas y cuerpos de agua de la zona.
En medio de esta búsqueda, la desesperación de las familias y compañeros de los estudiantes es cada día mayor y se han realizado marchas en distintas partes del país para exigir la aparición con vida.
ROW
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