Río admite imposibilidad de reducir aguas cloacales en bahía olímpica

Río de Janeiro, 23 ene (dpa) - La gobernación de Río de Janeiro admitió hoy que no podrá cumplir el compromiso de reducir en un 80 por ciento el volumen de aguas residuales que se vierten en la bahía de Guanabara, donde se realizarán las regatas durante los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Así lo reconoció el secretario de Ambiente de Río, André Corrêa, quien, no obstante, dijo que eso no significa que las aguas en las que se realizarán la competiciones sean inadecuadas.

"Independientemente de la meta de llegar a 80 por ciento (de reducción de los vertidos), los lugares de las pruebas son los que tienen una mejor calidad (de agua)", indicó.

La meta de reducir los vertidos en un 80 por ciento fue uno de los compromisos asumidos por las autoridades de Río ante el Comité Olímpico Internacional (COI) en 2009, cuando la ciudad brasileña fue designada como sede.

El secretario dijo que desconoce si el organismo internacional ya fue informado sobre la imposibilidad de cumplir con esa meta, y adelantó que después del Carnaval, que termina el miércoles 18 de febrero, se reunirá con otros organismos estatales vinculados a la organización del certamen para establecer una nueva meta.

Correa dijo que su principal preocupación de cara a los Juegos no se vincula con los vertidos de aguas cloacales a la bahía, sino con la reducción de los desechos flotantes, los cuales todavía pueden observarse a simple vista pese a las medidas adoptadas en el marco del Plan Guanabara Limpia.

Entre los dispositivos destinados a evitar que la basura flote en la bahía están las llamadas "ecobarreras", que son barricadas formadas por barriles e instaladas poco antes de la desembocadura de los ríos que desembocan en Guanabara para contener los desechos sólidos.

Se estima que las 12 "ecobarreras" instaladas hasta el momento impiden que lleguen a la bahía un promedio de 370 toneladas de basura por mes.

Otro dispositivo destinado a evitar que los desechos "naveguen" junto a los competidores durante los Juegos son los "ecobarcos", que circulan por la bahía recogiendo los desechos fluctuantes. En el primer trismestre de 2014, tres de esas embarcaciones recogieron un promedio de 11 toneladas de basura por mes.

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