Nacional - Seguridad y Justicia

Padres de los 43 ya buscaron a sus hijos en cuartel de Iguala

2015-02-26

Los estudiantes de la escuela normal rural del magisterio

Ciudad de México. (dpa) - Padres de 43 estudiantes desaparecidos hace justo cinco meses en México, que reclaman entrar a instalaciones militares para buscarlos, ya estuvieron en el cuartel de Iguala menos de 48 horas después de la desaparición, según documentos oficiales que publica hoy el diario "Milenio".

La revisión de cuarteles es una de las principales demandas que mantienen los padres de los jóvenes, que acusan al Ejercito de haber tenido también responsabilidad en este caso, ya sea por acción o por omisión.

De acuerdo con documentos de la fiscalía del estado de Guerrero publicados por el diario, una comitiva de agentes del ministerio público, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, padres y estudiantes ingresó el 28 de septiembre al cuartel de Iguala en busca de los jóvenes.

El portavoz de las familias, Felipe de la Cruz, rechazó que hayan ingresado. "Ese día los padres fueron al cuartel pero no los dejaron entrar", dijo de la Cruz a dpa, previo a una marcha que se hará hoy en Ciudad de México al cumplirse cinco meses de la desaparición.

Los estudiantes de la escuela normal rural del magisterio "Raúl Isidro Burgos" de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de la capital, y supuestamente fueron masacrados por un grupo criminal aliado con policías.

De la Cruz afirmó que la revisión de los cuarteles es algo que tienen pendiente los padres de familia porque todavía no han elaborado una agenda para hacer la petición formal a las autoridades, pero insistió en que "el Ejército sí estuvo presente en el hecho y los soldados se protegen unos a otros".

Las autoridades han rechazado un involucramiento de soldados en el ataque y señalan que no hay ninguna evidencia en ese sentido.

Los estudiantes habían acudido a Iguala para apoderarse de autobuses y reunir fondos para participar en una manifestación por el aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 en Ciudad de México.

Al llegar fueron interceptados por policías por órdenes del entonces alcalde José Luis Abarca, hoy detenido, y se produjo una persecución que dejó seis muertos, decenas de heridos y 43 desaparecidos.

Según las investigaciones de la fiscalía, los estudiantes fueron entregados por los policías a sicarios de Guerreros Unidos, que los asesinaron y quemaron hasta convertirlos en cenizas pensando que eran miembros de un grupo rival. Sólo un joven ha sido identificado con estudios de ADN.

De acuerdo con "Milenio", la visita de los padres al cuartel de Iguala ocurrió al mediodía del 28 de septiembre. Un día después la fiscalía realizó una segunda inspección, sin acompañantes.

Los estudiantes y padres pidieron revisar las celdas de detención, pero se les informó que en ese cuartel no había ese tipo de instalaciones. A algunas áreas restringidas, como la armería, no se permitió el ingreso.

Las bitácoras oficiales señalan que, la noche del ataque, el jefe del batallón estuvo plasmando en una serie de memorandos urgentes dirigidos a sus superiores lo que pasaba en Iguala entre los jóvenes y la policía, y que soldados acudieron a una clínica donde había estudiantes heridos para hacer una revisión.

La fiscalía pidió al Ejército el 28 de septiembre informar si había detenido a los estudiantes desaparecidos -que primero eran 57 y luego se redujeron a 43-, pero la respuesta fue que ellos no habían hecho ningún arresto.



LAL