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Dominio y desinterés: la paradoja de Alemania con la Fórmula 1

2015-03-17

Pablo Sanguinetti

Berlín. (dpa) - La Fórmula 1 hace vibrar a millones de seguidores en todo el mundo, pero los está perdiendo en una de sus grandes potencias: Alemania. La paradoja amenaza con una consecuencia insólita: la patria de Michael Schumacher y Sebastian Vettel podría quedarse sin su Gran Premio por primera vez en más de medio siglo.

Mientras en otros países basta con que un deportista brille para que su disciplina se ponga de moda, en Alemania, dominadora de los últimos años en la categoría reina del motor, las transmisiones de Grandes Premios pierden audiencia cada temporada y los circuitos luchan por sobrevivir.

"No sé por qué el público alemán no se involucra en los últimos tres años. Quizás porque todos extrañan a Michael. Quizá es ése el motivo", especuló el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, en una entrevista con la agencia dpa antes del inicio de la nueva temporada buscando una explicación al misterio.

Es posible que, como cree el británico, los alemanes echen de menos a Schumacher. Pero lo cierto es que el ex piloto de Ferrari dejó dignos herederos después de convertirse en el mayor mito de la Fórmula 1 con sus siete campeonatos.

Alemania tiene hoy tres pilotos en la parrilla, incluido el tetracampeón Vettel y Nico Rosberg, que la temporada pasada peleó el título hasta el final con su compañero de Mercedes, Lewis Hamilton. La escudería alemana es además la dominadora absoluta de la categoría.

Pero las cifras indican que nada de eso atrae lo suficiente a los alemanes. El Gran Premio de Australia con el que arrancó la nueva temporada fue visto por 1,72 millones de telespectadores en la cadena privada RTL. Hace un año habían sido 3,12 millones, si bien entonces la carrera comenzó a las 7:00 horas, una hora más tarde que este año.

El canal, que al igual que en 2014 transmitirá en directo las 20 carreras previstas esta temporada (si es que el Gran Premio de Alemania se disputa), ya venía detectando una caída constante de audiencia que intentó frenar este año reduciendo su programación sobre Fórmula 1.

"Consultamos a los espectadores el año pasado y nos dieron una respuesta unánime: compacto, breve, competente", explicó Manfred Loppe, jefe de deportes de la cadena. Una audiencia entusiasmada reclama algo bien diferente.

El apasionante mano a mano que libraron Rosberg y Hamilton el año pasado no bastó para seducir a la audiencia. RTL confía esta temporada en otro atractivo: el traspaso de Vettel desde Red Bull a Ferrari, la escudería de su ídolo Schumacher. Habrá que esperar a las próximas carreras para ver si ese anzuelo sí atrae espectadores.

Mientras tanto, el desinterés alemán por los bólidos más seguidos desde todo el planeta tiene un efecto concreto: la crisis de los circuitos que está a punto de dejar a Alemania sin su Gran Premio de este año, fijado para el 19 de julio. Sería la primera vez desde 1960.

"Ya no tenemos esperanza de que haya un Gran Premio aquí este año", dijo hoy el jefe del circuito de Hockenheim, Georg Seiler, en la web del diario "Bild". "El tiempo para organizar la carrera se agotó. La calidad de la prueba habría sufrido".

Hockenheim se presentaba como principal alternativa para acoger la prueba después de que el de Nürburgring quedara seriamente en duda los últimos meses por sus problemas financieros. Ambos trazados venían repartiéndose los últimos años la organización de la prueba.

Ecclestone sostuvo el fin de semana que la opción de la carrera en Alemania está "por el momento muerta". Además aclaró que si no se celebra no será reemplazada por otra. "Si se cancela, se cancela. No podemos hacer mucho más". La Fórmula 1 recibiría así un golpe justo del país que más interesado podría estar en apoyarla.



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