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El Atlético sobrevive al drama en un estadio inexpugnable
Ignacio Encabo
Madrid. (dpa) - En una noche tan fría como dramática, el Atlético de Madrid lanzó hoy un nuevo mensaje a sus rivales europeos, advirtiéndolos de que el equipo que visite el estadio Vicente Calderón tendrá que sudar y sudar si quiere sacar algo positivo.
El campo rojiblanco se convirtió en un fortín inexpugnable en Europa. En la gélida y ventosa noche del martes lo volvió a demostrar: batió en los penales al Bayer Leverkusen tras imponerse por 1-0, dejando una vez más su portería a cero, y avanzó a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Con emoción y agonía.
"Nosotros somos esto, lo que se vio hoy, un equipo que quizás no juega muy bien, pero que se deja el alma", dijo después el entrenador del Atlético, Diego Simeone. "El grupo no cede, siempre quiere más, y hoy se volvió a ver".
Ni el imprevisto cambio de portero que tuvo que realizar en el minuto 22 -Miguel Ángel Moyá fue sustituido por Jan Oblak por lesión- ni los cambios obligados por sanción o lesión, nada cambió la tendencia del conjunto de Simeone en Europa.
"Lo que nos caracteriza es que somos un equipo, un equipo con mayúsculas", dijo el autor del gol, Mario Suárez, resaltando la actuación de los menos habituales.
Oblak, el arquero suplente, fue decisivo al parar el primer penal del Leverkusen después de que Raúl García mandara a la grada su tiro desde los 11 metros. En la tanda los nervios se apoderaron de los futbolistas: de diez lanzamientos, sólo cinco acabaron con el balón en la red. Pero nada alteró el guión del Calderón.
Desde que arrancó la anterior campaña, en septiembre de 2013, el Atlético sólo recibió dos goles en su estadio en la competición continental. Y eso que por el Vicente Calderón desfilaron equipos como el Barcelona, el Chelsea, la Juventus de Turín o el Porto.
El conjunto de Simeone cedió un tanto en la fase de grupos de la temporada 2013/2014 ante el Zenit y meses después, otro, el último hasta el momento, en la victoria en octavos por 4-1 frente al Milan, camino a la final que perdería de forma dramática ante el Real Madrid.
El balance de esta temporada es más ilustrativo: cuatro victorias y un global de 11 goles a favor y ninguno en contra.
Eliminado de la Copa del rey y muy lejos de la cabeza de la Liga española, torneo que ganó el año pasado, el Atlético tiene en la Champions el gran objetivo de lo que queda de temporada.
Lo sabía Simeone, que mandó un mensaje a la afición, aunque cada hincha sabía ya de antemano que el de hoy era un partido a vida o muerte. Respondieron los jugadores, aunque con menos fútbol de lo esperado, y respondió el estadio.
"Quiero un Calderón que esté siempre con el ruido que nos ha empujado a conseguir cosas. Espero y deseo que no haya un minuto de silencio en el estadio en todo el partido", instó en la previa Simeone, consciente de la importancia que tiene la afición en un club como el Atlético de Madrid.
El actual subcampeón conocerá a su rival el viernes en el sorteo que se realizará en Nyon. Pero lo hará sabiendo que su estadio, donde ganó 20 de los últimos 22 partidos continentales, es ahora mismo uno de los más difíciles de Europa.
"Nos da igual el rival, van a estar los mejores y nadie querrá enfrentarse a nosotros", dijo Suárez.
Hoy lo recordó el equipo y la afición, que minutos después del pase, cerca de la medianoche local y con una temperatura invernal, seguía aplaudiendo y cantando.
El técnico del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, fue claro cuando le preguntaron por su rival: "Por la manera que tiene de jugar, a nadie le gusta jugar con el Atlético".
LAL
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