Internacional - Población

La votación sobre el matrimonio homosexual marca una revolución silenciosa en Irlanda

2015-05-19

El primer ministro, Enda Kenny, católico practicante, incluso ha visitado un bar gay y los...

Por Conor Humphries

DUBLÍN (Reuters) - Irlanda, el último país en Europa Occidental en despenalizar la homosexualidad, ve ahora cómo sólo dos décadas después podría convertirse en el primero del mundo en aprobar el matrimonio homosexual en un referéndum nacional el viernes.

En 1993, la legalización del sexo entre homosexuales dividió a la profundamente católica sociedad del país. Pero una revolución discreta desde entonces ha cambiado Irlanda, hasta el punto que ahora todos los partidos políticos respaldan la reforma. Sólo dos de los 166 diputados del Parlamento se oponen a ella.

El primer ministro, Enda Kenny, católico practicante, incluso ha visitado un bar gay y los sondeos predicen que la votación, que se celebrará el viernes, acabará con la aprobación de la reforma por dos votos a favor por cada uno en contra.

"Los políticos solían salir corriendo para evitar fotos conmigo. Ahora es al revés", afirmó David Norris, senador que dirigió una campaña de varias décadas para despenalizar el sexo entre homosexuales.

"La campaña (del matrimonio homosexual) en sí misma ha sido un hito para Irlanda (...). Hay una actitud más clara y mucho más suave hacia los gays", añadió.

El vecino Reino Unido despenalizó la homosexualidad en 1967, pero un velo de silencio asfixió el tema en la católica Irlanda. En la década de los setenta, la Policía vigiló el único bar gay de Dublín y las pequeñas marchas del Orgullo Gay fueron objeto de abucheos por los viandantes.

Sólo cuando un fallo del tribunal de Estrasburgo aseguró que mantener la prohibición era incompatible con la convención europea de Derechos Humanos, la actividad homosexual fue legalizada. Solamente un tercio de los votantes estaban de acuerdo, dijo un sondeo.

Los activistas aseguran que están preocupados ya que el consenso de los medios de comunicación y los políticos puede haber hecho que los que se oponen al matrimonio homosexual silencien sus opiniones, lo que podría tener como resultado una votación más ajustada.

Pero si se aprueba, el sábado será "un día de liberación", según Colm Tóibín, escritor y uno de los homosexuales de mayor perfil de Irlanda. "Pero creo que la gente, pase lo que pase, siente que ha habido un cambio radical".



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