Migración

Tensión en la frontera húngara por el cierre del paso a los refugiados

2015-09-16

Día y medio después de que se interrumpiera el paso de refugiados, un pequeño...

Marcelo Nagy

Budapest/Belgrado, 16 sep (EFE).- La decisión de Hungría de cerrar físicamente su frontera con Serbia ha disparado hoy la tensión, no sólo con los refugiados que reclaman, incluso de forma violenta, poder pasar y salir del limbo legal en que se encuentran, sino también con el Gobierno serbio.

Día y medio después de que se interrumpiera el paso de refugiados, un pequeño grupo de entre los cientos que esperan en la zona de nadie entre los dos países derrumbó hoy las vallas que cierran el cruce fronterizo de Horgos para forzar su entrada en Hungría, pero la Policía los detuvo empleando gas pimienta y un cañón de agua, según mostraron varias emisoras de televisión.

En las imágenes pueden verse también a algunos refugiados que arrojan objetos a los agentes.

Zoltán Kovács, portavoz del Gobierno húngaro, llegó a asegurar al respecto que "la prensa mundial puede ver que no se trata de refugiados pacíficos. Inmigrantes agresivos y armados han sitiado la frontera húngara", según recoge el portal informativo Origo.

"Libertad!" y "Abran las puertas!" gritaban los refugiados, provenientes en su mayoría de países en conflicto como Siria o Afganistán y cuya meta es llegar a países de Europa Occidental, principalmente Alemania.

La Policía informó de que catorce agentes sufrieron heridas y dos de ellos fueron hospitalizados, pero no dio detalles sobre lesiones entre los refugiados.

Según estimaciones de la televisión pública M1, unos 150 inmigrantes sufrieron heridas en el choque con los agentes.

Por su parte, Péter Szijjártó, ministro de Exteriores húngaro, anunció que se había comunicado con su homólogo serbio, Ivica Dacic, a raíz de unos acontecimientos en los que, dijo, "la policía fue atacada brutalmente".

"Le he pedido que actúen, ya que el ataque vino de territorio serbio", agregó Szijjártó.

El ministro agregó que este cruce fronterizo permanecerá cerrado al menos por un mes más.

Por parte Serbia se anunció el envío de fuerzas policiales para evitar agresiones a los agentes húngaros desde suelo serbio y para apartar a los refugiados de la valla.

"Haremos lo posible para que no haya más incidentes, pero nos gustaría que los colegas húngaros actuaran con menos agresividad hacia los inmigrantes. Entonces sería más fácil controlar la situación", indicó el Ministerio del Interior serbio en un comunicado.

Las leyes que entraron en vigor ayer prevén penas de entre uno y tres años por el cruce ilegal de la frontera, que pueden elevarse hasta los cinco años si se hace dañando la valla construida en los últimos meses en la frontera con Serbia para detener la inmigración.



ROW

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