Internacional - Política

La crisis de los refugiados radicaliza la campaña electoral polaca

2015-09-30

El partido de Szydlo ha alertado del riesgo de que entre esos refugiados se escondan terroristas y...

Nacho Temiño

Varsovia. (EFE).- La crisis provocada por la llegada de cientos de miles de refugiados a Europa ha radicalizado la campaña de las elecciones generales del 25 de octubre en Polonia, con el partido nacionalista Ley y Justicia, cercano a los postulados del presidente húngaro, Viktor Orbán, como favorito en los sondeos.

Las últimas encuestas revelan que más de la mitad de los polacos rechazan que su país acoja refugiados musulmanes, un estado de opinión que influye en las políticas del actual Gobierno y que es clave para entender la resistencia inicial que Varsovia planteó al sistema de cuotas propuesto desde Bruselas.

Finalmente la primera ministra, Ewa Kopacz, se vio obligada a aceptar una cuota inicial de 2,000 refugiados, que posteriormente se ha ampliado a 7,000, aunque su Gabinete mantiene la demanda de que se dé prioridad a los refugiados de religión cristiana.

En este giro de timón ha sido clave el actual presidente del Consejo Europeo, el también polaco Donald Tusk, predecesor de Kopacz y su padre político, quien presionó para que su país mostrara más solidaridad y se desmarcara del grupo formado por Eslovaquia, República Checa y Hungría.

El cambio de actitud de Kopacz ha sido evidente y la semana pasada advirtió de que dar la espalda a los refugiados es mostrar "una actitud antieuropea".

Durante el último mes se han sucedido en el país centroeuropeo manifestaciones a favor de la llegada de refugiados pero, sobre todo, en contra, con lemas tan agresivos como "no queremos una Europa musulmana".

Los críticos del programa de refugiados impulsado por la Unión Europea (UE) han subrayado además que la primera obligación de Polonia debería ser hacia los polacos desterrados durante el Gobierno de Josef Stalin a Ucrania y Kazajistán, donde todavía residen varias decenas de miles.

En esa línea y para sumar apoyos, Kopacz ha anunciado un plan para la "repatriación" de esos polacos y sus familias.

Todos los sondeos indican que el partido en el Gobierno desde 2007, la formación de centro-derecha Plataforma Ciudadana, perderá los comicios frente a Ley y Justicia, fuerza conservadora poco entusiasta con Europa y tradicionalmente cercana a los postulados del húngaro Viktor Orbán.

El pasado mayo ya ganó las elecciones presidenciales y el nuevo jefe de Estado, Andrezj Duda, ha mostrado expresamente su rechazo a las cuotas obligatorias de refugiados argumentando que Polonia ya tiene bastante con atender el éxodo de ucranianos de los últimos meses.

Más explosiva es la opinión de la candidata de Ley y Justicia a la jefatura del Gobierno, Beata Szydlo, quien cree que Polonia "ha traicionado a sus aliados", en referencia a Hungría, República Checa y Eslovaquia.

Para Szydlo, esa decisión europea "es un escándalo, ya que se tomó en contra de los criterios de seguridad nacional y sin la aceptación del pueblo polaco".

El partido de Szydlo ha alertado del riesgo de que entre esos refugiados se escondan terroristas y de que en el futuro se creen guetos como en Francia.

El mensaje cala en gran parte de un país que cuenta con la sociedad más homogénea étnicamente de Europa y, de acuerdo a estadísticas europeas, con una proporción de extranjeros inferior al 0,5 %, la tasa más pequeña en toda la UE.

A ello se suma que el 90 % de polacos se define como católico y que, según datos de 2010, sólo unos 20,000 ciudadanos profesan la religión musulmana, una gran desconocida en Polonia.

Sin embargo, en Polonia también hay ejemplos solidarios, como la la fundación privada Estera, que puso en marcha una iniciativa para llevar al país a más de 150 refugiados sirios cristianos.

La responsable de esta fundación, Miriam Shaded, explicó a Efe que "Polonia (con una población de 38 millones) tiene capacidad de sobra para acoger a mucho más que 7,000 refugiados" aunque, como la inmensa mayoría de la sociedad, también defiende dar prioridad a los cristianos para facilitar su asimilación.

La fundación reconoce que cerca de la mitad de esos refugiados sirios acogidos ya se han trasladado a Alemania, a pesar de que se les ofrecía alojamiento, manutención y asistencia en Polonia.



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