Cultura

Cuauhtémoc, emperador de características distantes a los pendones del héroe

2015-10-11

Cuauhtémoc (águila que desciende en náhuatl) lleva al pueblo a un

José Antonio Torres

México, 11 oct (EFE).- Cuauhtémoc, emperador azteca durante la Conquista de México (1521) por los españoles, tenía fortalezas y debilidades alejadas a los pendones de héroe que le endosa la historia, sostiene el escritor Antonio Guadarrama en una entrevista con Efe.

En "Cuauhtémoc, el ocaso del imperio", que completa su serie Grandes tlatoanis (emperadores) del imperio, Guadarrama lo describe como "arbitrario y soberbio" en sus decisiones tras ascender al trono azteca alrededor de 1520.

"Sus acciones en contra de los españoles reflejan una conducta necia, arbitraria, soberbia", dice este escritor de 39 años.

Esta novela, que presenta este fin de semana en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo capitalino, busca ofrecer "una visión diferente del México antiguo a la que nos han entregado generalmente, que es una historia de héroes y de villanos".

Así, Guadarrama hace descender del pedestal al último emperador azteca y relata el camino que siguió hasta llegar al trono, donde se destacó como un férreo opositor a negociar la paz.

Cuauhtémoc (águila que desciende en náhuatl) lleva al pueblo a un "suicidio colectivo" con su decisión de pelear a toda costa y al final actuar como "un cobarde" al huir en una barca, en la que fue tomado preso, cuenta Guadarrama.

Antes de ascender al trono, Cuauhtémoc (1496-1525) era totalmente desconocido, solo un sacerdote que nunca ocupó el cargo de gobernante de Tlatelolco que le confiere la Historia.

Tras la muerte de Moctezuma y Cuitláhuac, se presentó la disyuntiva de elegir emperador entre el hijo de Moctezuma "y su deseo de negociar la paz, y Cuauhtémoc con su deseo de pelear hasta el último hombre", señala.

Cuauhtémoc, hijo de Ahuizótl, sobrino de Moctezuma y primo de Cuitláhuac, los emperadores que le precedieron, encabezó la defensa final de México-Tenochtitlán del asedio de los españoles al mando de Hernán Cortés.

Su captura y muerte en 1525 representa el fin del Imperio Azteca y el inicio de la Colonia española, recuerda Guadarrama, un estudioso de esa época.

Tras su captura, explica, Cortés lo mantuvo preso y se lo llevó a la campaña de conquista de las Hibueras (Honduras) y durante el camino ordenó su muerte en un sitio entre los actuales estados de Tabasco y Oaxaca.

Sus frases como "toma ese puñal que tienes en el cinto y mátame", que dijo al ser llevado preso ante Cortés, y "acaso estoy en un lecho de rosas", cuando le queman los pies, están en todos los libros de Historia de México.

Después de la serie formada por "Tezozomoc el tirano olvidado", Nezahualcóytl el despertar del coyote", "Moctezuma Xocoyotzin entre la espada y la cruz", "Cuitláhuac entre la viruela y la pólvora" y el libro de Cuauhtémoc, Guadarrama afirma que escribirá una novela sobre Hernán Cortés.

"Cortés se merece una novela, se le debe reconocer como héroe; finalmente los mexicanos descendemos de Moctezuma y de Cortés", expresa el autor, originario de la ciudad de Guadalajara, oeste de México.

Sobre los tlatoanis, Guadarrama considera a Moctezuma un personaje más interesante que el "héroe" Cuauhtémoc.

Acumulaba 20 años en el poder al momento de recibir a Cortés en México, y tenía la experiencia de la guerra, en comparación con Cuauhtémoc, que tenía unos 20 años y "no había tenido cargos políticos y ni siquiera había ido a la guerra", señala.



JMRS
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