Obama busca tranquilizar a EU tras el atentado en San Bernardino

Damian Paletta y Carol E. Lee, The Wall Street Journal

WASHINGTON (EFE Dow Jones)--El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó el domingo un inusual discurso televisado desde el Despacho Oval para hablar de los pasos que su gobierno está dando para hacer frente a la creciente amenaza de terrorismo nacional a raíz de la masacre de la semana pasada en San Bernardino.

En su comparecencia, el presidente pidió nuevas medidas de control de armas y un endurecimiento de los controles de seguridad nacional y de los procesos de solicitud de visados, aunque no sugirió nuevas iniciativas militares. En concreto, Obama habló de revisar el programa de visados, que uno de los terroristas de San Bernardino utilizó para entrar en Estados Unidos el año pasado.

Obama dijo que el atentado de San Bernardino pone de manifiesto que la amenaza de terrorismo en Estados Unidos "ha evolucionado hacia una nueva fase".

"Esto fue un acto de terrorismo diseñado para matar a gente inocente", dijo. "Dado que hemos mejorado a la hora de evitar complejos ataques multifacéticos" como el 11 de septiembre, "los terroristas están recurriendo a actos de violencia menos complejos como el tiroteo masivo que tan común es en nuestra sociedad".

El presidente pidió que el Congreso apruebe una legislación para evitar que personas que estén en el listado de vigilancia de terroristas que no pueden volar no puedan comprar armas en Estados Unidos, y reiteró su petición para que los legisladores aprueben una nueva autorización para que su gobierno pueda utilizar la fuerza contra el Estado Islámico, una votación que en su opinión demostraría que todos los estadounidenses están unidos y comprometidos en esta lucha.

Obama instó a los dirigentes musulmanes a ser más activos a la hora de detener la radicalización, pero pidió que los estadounidenses no alienen a los musulmanes en respuesta a los ataques de la semana pasada.

La comparecencia de Obama en hora de máxima audiencia supuso un punto de inflexión en la lucha de su gobierno contra el Estado Islámico y contra otros grupos terroristas que hasta ahora habían actuado principalmente en el extranjero.

La masacre de San Bernardino es el atentado terrorista con más víctimas en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001. El desafío que tiene ahora Obama es asegurar a su país que el Gobierno está haciendo todo lo posible por evitar que se repitan ataques similares.

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