Nacional - Población

Angustia y desesperanza frente ruinas edificio de Alvaro Obregón

2017-10-02

Este inmueble, del tradicional barrio Roma, caído en segundos tras el terremoto de 7,1...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 30 SET - La angustia y la desesperanza, con pequeños destellos de ilusión ante la posibilidad remota de hallar a algún sobreviviente, se mezclan entre más de 30 familias, amigos y conocidos frente a las ruinas del edificio Alvaro Obregón 286.

Este inmueble, del tradicional barrio Roma, caído en segundos tras el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que sacudió sin piedad a una amplia zona de la región centro-sur del país, el pasado 17 de noviembre, es el único de los 38 que se colapsaron en la capital donde aún hay rescate de personas.

Hasta ahora han sido sacados 40 cuerpos de esta construcción de 6 pisos, pero se cree que hay todavía más de 20 personas o quizá hasta más de 30 -nadie lo sabe con precisión-, atrapadas bajo una montaña de escombros.

Las intensas lluvias de los últimos días y una fuerte réplica de 6,1 grados Richter del sismo del 7 de septiembre, que arrojó al menos 100 muertos, con epicentro en el sureste del país, interrumpieron momentáneamente las operaciones de rescate.

Sin embargo, continuaron sin mayores treguas con voluntarios, expertos y miembros del Ejército y la Marina, así como equipos de rescatistas de Israel, Colombia, Panamá, Japón, Estados Unidos, Haití y España, que participaron en distintos momentos en las operaciones de salvamento en este lugar.

Hace unos días, rescatistas colombianos lograron sacar seis cadáveres en un solo día, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres del gobierno colombiano.

En el edificio funcionaban oficinas de contadores y fiscalistas, pero es en el cuarto nivel donde fue ubicado el mayor número de personas.

En el campamento improvisado fuera del perímetro de seguridad fuera del edificio, las horas pasan, se alargan cada vez más, pero luego se acortan cuando surgen rumores de que el gobierno va a proceder a la demolición, y las personas se desesperan e incluso surgen estallidos de rabia e impotencia.

Hace unos días, los familiares se amotinaron justo después de conocer el informe de los "topos" colombianos, por cuanto se quejaron de que el gobierno ocultaba la información sobre los cuerpos rescatados.

Varias personas tuvieron que enterarse que habían recuperado el cadáver de sus seres queridos luego de acudir a la morgue. Roberto Campa, el viceministro de Derechos Humanos, acudió al sitio para calmar los ánimos encendidos de los familiares y darles seguridades de que informaría puntualmente de cualquier nuevo hallazgo. "Ningún cuerpo saldrá de aquí sin identificación", dijo Campa el martes pasado, mientras los presentes lo increpaban y le gritaban: "regrésanos los cuerpos, nos dicen puras mentiras".

Algunos cálculos establecen que en total habrían muerto al menos 60 personas, pero la cifra no deja de ser especulativa.

Cientos de rescatistas se turnan para continuar la búsqueda en un laberinto irregular de concreto, columnas fracturadas, vigas, vidrio y metal; un amasijo mortal que mantiene aprisionados los cuerpos de al menos 20 personas.

Según expertos, hubo irregularidades en la construcción y "se hicieron dos cosas terribles", como "subir a una altura prácticamente de seis niveles" un edificio que tenía cimientos para una altura menor.

Sobre el techo de varios niveles superiores se colocaron losas de 60 centímetros, cuatro veces más gruesas que la norma.

"El sobrepeso de las losas y el aumento de los 3 pisos, provocaron que el edificio se colapsara en forma de mordida de pastel por la parte del medio", afirmó Humberto Morgan, coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad del gobierno de la Ciudad de México. "Las trabes (vigas) se cayeron una sobre la otra, en forma de sándwich", afirmó. 



yoselin

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