Internacional - Política
La solución de Brasil no son las armas, es la educación
Duque de Caxías (Brasil), 7 dic (EFE).- El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy que "la solución de Brasil no son las armas, sino la educación", durante un acto en la Baixada Fluminense, una de las zonas más castigadas por la violencia en Río de Janeiro, en la recta final de una campaña con fines electorales.
Ante cientos de simpatizantes del Partido de los Trabajadores (PT) congregados en el centro de la localidad fluminense de Duque de Caxías, Lula, que encabeza las encuestas electorales pese a que está acorralado por la Justicia por varias causas de corrupción, insistió en su voluntad de convertirse en candidato para las presidenciales del próximo año.
"Si yo volviera a disputar las elecciones, voy a ganar", aseguró el expresidente, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y que busca recuperar protagonismo político con una campaña que le ha llevado a varias regiones del interior del país en los últimos meses.
Lula insistió en cargar contra el actual Gobierno de Brasil, al que acusó de "golpista" por desalojar del poder a su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, y afirmó que, en caso de volver a la Presidencia, revertiría las medidas más polémicas adoptadas por el presidente Michel Temer, entre ellas las privatizaciones.
"Si ellos no son competentes para arreglar este país, yo lo voy a arreglar", dijo.
Durante el mitin en Duque de Caxías, una de las principales localidades de la Baixada Fluminense -una región marcada por la corrupción y la violencia y donde el PT ha perdido un importante caudal de votos en los últimos años-, Lula reivindicó su inocencia frente a las acusaciones de desvíos y reiteró que hasta ahora ni la policía ni los fiscales han podido probar nada en su contra.
"No me encontraron nada. Fueron a mi casa y no encontraron. En casa de Cabral (el exgobernador Sergio Cabral, preso por corrupción) sí encontraron", añadió Lula, que evitó referirse a la estrecha relación que mantuvo con el exgobernador para conseguir que Río de Janeiro se adjudicara los Juegos Olímpicos de 2016.
Las investigaciones posteriores han demostrado que la candidatura de Río estuvo empañada por sobornos y desvíos millonarios como los que se atribuyen a Cabral, que llegó incluso a apropiarse de fondos destinados a la mejora de las favelas con motivo de la cita olímpica.
Lula concluirá mañana su etapa en Río de Janeiro, la tercera de una campaña que comenzó en agosto en el empobrecido noreste y que le ha llevado también a Minas Gerais.
Un sondeo divulgado esta semana por la firma Datafolha otorgó a Lula el 34 % de los votos en la primera vuelta y una victoria aplastante, con el 50 % de los sufragios, ante cualquier adversario en la segunda.
Sin embargo, su eventual candidatura está en manos de un tribunal de segunda instancia, que tendrá que pronunciarse sobre la condena de nueve años y medio impuesta por supuesta corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de un caso relacionado con la red corrupta destapada en la petrolera estatal Petrobras.
De ratificarse la sentencia, lo que podría ocurrir a mediados del próximo año, Lula -que acumula otros seis procesos penales con la Justicia- no podría presentarse a las elecciones.
regina
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