Internacional - Seguridad y Justicia

Emma Coronel, acusada de narcotráfico y detenida en Estados Unidos

2021-02-23

Coronel Aispuro, quien fue investigada durante al menos dos años, también fue acusada...

Alan Feuer, Adam Goldman, The New York Times

Coronel Aispuro, quien fue investigada durante al menos dos años, también fue acusada de conspirar para facilitar la fuga de su esposo, el Chapo Guzmán, el capo de la droga más famoso de México.

Emma Coronel Aispuro, la esposa del narcotraficante más célebre de México, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “el Chapo”, fue arrestada el lunes y acusada de ayudar a su esposo a administrar su multimillonario imperio criminal y de conspirar para sacarlo de prisión, luego de que fue capturado en 2014.

Coronel, exreina de belleza, fue investigada durante al menos dos años por las autoridades federales de Estados Unidos por ser cómplice de Guzmán Loera, su esposo, quien fue acusado en un juicio en 2019 por manejar una gran operación de drogas y, posteriormente, fue condenado a cadena perpetua.

Los documentos de la corte presentados en el caso de Coronel dicen que ella transmitió las órdenes de Guzmán para realizar envíos de drogas de 2012 a 2014, además de ayudarlo a evadir la captura por parte de las autoridades estadounidenses y mexicanas, que lo persiguieron durante años. En el juicio de Guzmán surgieron pruebas de que Coronel también tuvo un papel importante en el sofisticado complot para sacarlo de la prisión del Altiplano, en México, donde se cavó un túnel de 1,6 kilómetros de largo desde la ducha de su celda.

Coronel, de 31 años, quien es ciudadana estadounidense y mexicana y tiene raíces tanto en el sur de California como en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa, la ciudad que durante mucho tiempo ha sido la base de operaciones del grupo de tráfico de drogas de Guzmán, el Cártel de Sinaloa. Fue detenida en el Aeropuerto Internacional Dulles, cerca de Washington, y está previsto que el martes se presente ante la Corte Federal del Distrito de Columbia. Su abogado, Jeffrey Lichtman, quien también representó a Guzmán, no quiso hacer comentarios sobre la detención.

Aunque es inusual que los agentes de la ley vayan tras los cónyuges de las figuras del mundo de las drogas, los fiscales del juicio de Guzmán presentaron evidencia sustancial de que Coronel, a diferencia de otras esposas del narco, estaba profundamente implicada en el negocio criminal de su marido.

Presentaron mensajes de BlackBerry que dejaron claro que ella ayudó a Guzmán a llevar a cabo sus operaciones, a veces junto con su propio padre. Otros mensajes indicaron que no solo estuvo íntimamente involucrada en la famosa fuga del penal del Altiplano en 2015 por medio de un túnel, sino también en ayudarlo a escapar de las autoridades mexicanas y estadounidenses luego de un malogrado operativo en 2012 en Cabo San Lucas.

Durante el juicio de Guzmán, su exjefe de personal, Dámaso López Núñez le dijo al jurado que Coronel también había intentado ayudar a su esposo a escapar cuando fue recapturado en 2016 y devuelto al Altiplano. Según declaraciones de López, Coronel concibió un plan para sobornar al más alto funcionario penitenciario de México, pero Guzmán fue extraditado a Estados Unidos antes de que pudiera llevarlo a cabo.

Coronel, quien es la tercera —o tal vez cuarta– esposa de Guzmán y madre de dos de sus numerosos hijos, creció en el negocio de las drogas. Documentos de la corte observan que su padre, Inés Coronel Barreras, quien fue apresado en 2013 en México, era uno de los principales lugartenientes de Guzmán.

Los fiscales han presentado cargos contra varios miembros de la familia nuclear de Guzmán. Sus dos hijos mayores, Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quienes siguen prófugos en México, han estado acusados en Estados Unidos durante años. Dos de sus hijos menores, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, fueron acusados en Washington apenas días después de la condena de su padre y también siguen libres.

El FBI indicó que Coronel se casó con Guzmán alrededor de 2007. La boda —en las afueras montañosas de Culiacán— se llevó a cabo cuando Coronel tenía 17 años y Guzmán más del doble.

En una entrevista con The New York Times durante el juicio a Guzmán, Coronel defendió a su marido y dijo que no lo reconocía en el narcotraficante que presentaron los fiscales. “Lo admiro por ser la persona que conocí”, dijo, “y con la que me casé”.

Durante los tres meses que duró el juicio fue una presencia constante en el tribunal de Nueva York al que a menudo acudía con ropa de diseñador. Ferozmente leal a su esposo —a pesar de sus engaños en serie—, Coronel orquestó uno de los momentos más dramáticos fuera de la estrategia legal al enviar un mensaje a Lucero Guadalupe Sánchez López, una de las amantes de su esposo, que apareció un día como testigo.

Luego de que Sánchez López proclamó su amor por Guzmán en el banquillo, Coronel coordinó para que su marido apareciera en la corte al día siguiente vestido con un saco de terciopelo guinda idéntico al que ella llevaba. Era una señal de que Coronel era la esposa de Guzmán y que Sánchez López, en su uniforme de presidiaria, solo era la otra.

El lunes por la noche no era claro aún por qué las autoridades federales estadounidenses habían arrestado ahora a Coronel después de que hace más de dos años la implicaron en el crimen de su esposo.



JMRS
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