Internacional - Población

El presidente de Sudáfrica asegura que "está claro que los incidentes fueron instigados"

2021-07-16

La oleada de incidentes comenzó el pasado 9 de julio, inicialmente en forma de protestas por...

 

Johannesburgo, (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, aseguró este viernes que "está bastante claro" que la oleada de disturbios violentos y saqueos masivos que vivió Sudáfrica durante los últimos días -con un balance de al menos 117 muertos y más de 2,000 detenidos- fue "instigada" y orquestada.

"Está bastante claro que todos estos incidentes de agitación y saqueos fueron instigados, hubo instigadores, hubo gente que los planeó y los coordinó", afirmó el mandatario durante su primera visita en persona a las zonas devastadas, en concreto a uno de los centros comerciales del área de la ciudad costera de Durban (este), que fue una de las urbes más golpeadas por la violencia.

En declaraciones a los medios y en medio de una fuerte presencia militar y policial, Ramaphosa admitió también que se debía haber actuado "más rápido" frente a la oleada de vandalismo que, durante seis días, provocó el caos en la nación más desarrollada de África.

"Sí, podríamos haberlo hecho mejor pero estábamos sobrepasados", reconoció el mandatario, que en los últimos días recibió muchas críticas por la lentitud de la respuesta por parte del Gobierno.

El presidente recalcó también que se va a localizar a los presuntos responsables de espolear la violencia y aseguró que la Policía y los servicios de inteligencia ya tienen una idea de qué es lo que ocurrió.

"Vamos a por ellos, hemos identificado a un buen número de ellos y no permitiremos que la anarquía y el caos se desplieguen en nuestro país. Desafortunadamente se ha hecho mucho daño y gente ha perdido su vida", lamentó Ramaphosa sin abundar en las teorías que se manejan sobre los presuntos instigadores.

La oleada de incidentes comenzó el pasado 9 de julio, inicialmente en forma de protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial después de negarse repetidamente a declarar por corrupción.

En los siguientes días, los altercados se replicaron en otras zonas -especialmente en Johannesburgo- y se fueron tornando en una caótica oleada de disturbios y saqueos masivos, con turbas arrasando centros comerciales y tiendas, quemando edificios y vehículos y cortando carreteras y calles.

El estallido de violencia se veía así alimentado por problemas sociales preexistentes, como la extrema desigualdad, el desempleo, los elevados niveles de criminalidad general en el país y el malestar por la pandemia de covid-19.

Aunque las autoridades sudafricanas no han señalado aún públicamente a presuntos culpables, los medios locales colocan en el centro de las investigaciones de la instigación de la violencia a familiares, exespías y veteranos antiapartheid militarizados afines a Zuma.

El propio presidente sudafricano comparó el lunes pasado la magnitud de estos incidentes con los niveles de violencia que la nación austral vivió a principios de los años 90, durante la convulsa transición entre el sistema de segregación racista del "apartheid" y la llegada de la democracia (1994).



Jamileth
Utilidades Para Usted de El Periódico de México