Policrato Philodemos

Delincuencia organizada

2017-07-25

Las organizaciones criminales cuando atacan a las instituciones gubernamentales, ya sean de...

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

"Cuando sociedad y gobierno respetan los derechos humanos,  
la armonía y la seguridad están garantizadas...
pero cuando los prostituyen la criminalidad rige todo"

"Un análisis de la criminalidad en México"

Ante el incremento desbordado de la delincuencia en México se hace indispensable efectuar un análisis de la situación, con el fin de conocer a fondo el escenario de inseguridad y riesgo personal en el que estamos viviendo, empezando por revisar seriamente, con espíritu de autocrítica positiva y sin autoconcesiones, las medidas o ausencia de ellas que han estado tomado los tres niveles de gobierno, para combatir este cáncer que tiene enferma a la nación, partiendo de dos paradigmas esenciales que son.

I.- Que lo único que no puede dejar de hacer un gobierno constituido es dejar de gobernar, dado que esa es la única tarea que lo legitima y vuelve aceptable ante sus gobernados.

II.- Que el poder no se comparte y cuando no se hace sentir proporcionando el bien común tiende a desaparecer, dejando un vacío que inmediatamente será ocupado por otro, ya sea en forma democrática o violentamente por el primero que llegue.

A Napoleón Bonaparte se le atribuye la siguente frase “Las bayonetas sirven para todo, menos para gobernar”, sentencia que señala que el poder que no busca el bienestar de sus gobernados cava su propia tumba.

Dentro de este contexto también es indispensable explorar la naturaleza del poder paralelo que llamamos “Crimen organizado”, dado que como poder fáctico, compite y busca anular al poder del estado, ya sea corrompiendo a funcionarios o boicoteando a las instituciones del gobierno constituido a través de infiltrarlos con “Quintacolumnistas”, y/o colocando a sus propios elementos en los puestos mismos del poder público.

Cabe señalar que el crimen organizado y la criminalidad se estructura como una empresa trasnacional que no reconoce fronteras nacionales ni límites para ejercer sus actividades delictivas, y por lo  tanto es ajena y contraria a los valores patrióticos y al bienestar de la sociedad, para lograr sus objetivos de lucro ilegal e imponer su voluntad y reglas, utiliza como herramientas la violencia, el terror y/o el soborno, para doblegar voluntades y apoderarse de los bienes de particulares o de los pertenecientes al estado.

Quienes pertenecen a los cárteles de la delincuencia organizada, por el solo hecho de militar en dichas mafias, están abjurando de su condición ciudadana como mexicanos y declarándose, “de facto”, en enemigos de México que buscan debilitar al estado y pretenden anular la institucionalidad rechazando nuestras leyes y efectuando actos criminales, mismos que perturban o lesionan la paz social cuando tratan de anular la seguridad ciudadana a través de la violencia y el despojo imponiendo gabelas.

Las organizaciones criminales cuando atacan a las instituciones gubernamentales, ya sean de seguridad o de la administración pública, actúan de la misma manera como lo haría un gobierno extranjero enemigo de México en una guerra irregular no declarada y por este motivo debieran ser tratados de acuerdo al derecho natural de autodefensa y/o de retaliación de parte del Estado Mexicano, que son actos legales y aceptados dentro del derecho internacional.

De la misma manera los funcionarios de la administración pública coludidos con la criminalidad organizada en cárteles, actuando como informadores deben ser considerados como espías del enemigo o como agentes saboteadores según la naturaleza de su colaboración con las bandas criminales, y en el caso de los  individuos con cargos públicos (en puestos de elección popular o designados), que soterradamente sean miembros activos de las mafias criminales deberían ser considerados como reos de lesa nación y traidores a la patria, para ser tratados como corresponde según el daño que causen a los intereses nacionales.

Lo anteriormente expuesto puede parecer un enfoque exagerado del problema de inseguridad que se vive en México, pero dada la gravedad del problema y su generalización afectando la gobernabilidad institucional en todos los niveles de gobierno, así como a la misma procuración de justicia, actualmente corroída e ineficiente, que actualmente daña la seguridad personal y patrimonial en todos los estratos sociales, a lo que se añade la aberración jurídico-legal de la existencia de territorios feudalizados por los cárteles de la droga, donde la criminalidad es la autoridad de facto que impone alcabalas a los habitantes, por lo que el problema exige soluciones radicales para salvar a México de ser convertido en un estado fallido y de total ingobernabilidad.

Resumiendo, los cárteles criminales han invadido el territorio de la república actuando como un gobierno paralelo de ocupación, cuyos estragos en la población se encuentran a la vista de quien quiera ver, situación que solamente es negada por una pequeña minoría de la plutocracia y de la élite acomodada, beneficiarios de la situación que viven aislados en sus nichos (Bunkers de lujo), de comodidad y con abundantes recursos financieros para poder escapar a otro país en un momento de crisis para ellos.... reitero los cárteles criminales deben ser considerados y declarados enemigos de México, mientras que sus cómplices en la administración pública como traidores a la patria.

Concluyo el presente escrito recordando a mis lectores un antiguo paradigma estratégico que señala: “No se puede ganar una guerra cuando el enemigo se encuentra en las propias filas”.



JMRS