Como Anillo al Dedo
Andrés Manuel López Obrador, el mesías de la izquierda mexicana
PABLO SÁNCHEZ OLMOS | El Mundo
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el candidato de Morena (Movimiento Regeneración Nacional ), ha logrado una holgada victoria a la Presidencia de México, dando un histórico giro a la izquierda con más del 50% de los votos, según los primeros datos del órgano electoral.
A la tercera va la vencida (fue derrotado en 2006 y 2012) y durante el próximo sexenio Obrador será el presidente de México para materializar el gran cambio político que ha prometido: acabar con la corrupción y la desigualdad.
En 1990, el escritor Mario Vargas Llosa habló sobre México en estos términos durante un debate organizado por Televisa: "México es la dictadura perfecta. Tiene todas las características de una dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido inamovible". Vargas Llosa se refería al PRI, una formación que gobernó durante 70 años de manera ininterrumpida el país. Desde que México conoce la democracia, sólo en dos ocasiones, 2000 y 2006, una fuerza alternativa y conservadora, el PAN, ha logrado arrebatarles el poder. Ahora, con este triunfo Morena escribirá un nuevo capítulo de la historia mexicana, al colocar, por primera vez, a un candidato de izquierdas al frente de un país que lleva décadas esperando la oportunidad de coronar a su mesías.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha liderado todas las encuestas de intención de voto publicadas hasta la fecha y ha mantenido un amplio margen de ventaja con respecto a sus rivales (de en torno al 30%). Este tabasqueño de 64 años consigue, en su tercer intento, el objetivo que lleva persiguiendo durante los últimos 12 años. La situación de violencia y sensación de impunidad que se viven en el país han sido el caldo de cultivo para su ascenso.
Tan contundentes son sus posturas en contra de los males que azotan a México como difusas sus propuestas para solucionarlos, que suelen basarse en grandes eslóganes y críticas hacia el establishment mexicano, al que llama "la mafia del poder". En su nueva administración, que empezará el 1 de diciembre, tendrá que equilibrar sus tendencias populistas con el político pragmático que demostró ser en su gestión de jefe de Gobierno de Ciudad de México.
La carrera política de AMLO arrancó en su Tabasco natal de la mano del PRI, partido al que estuvo afiliado durante más de 10 años. Más tarde se desligó para enrolarse en las filas de un partido progresista de nueva creación, el PRD, del cual fue elegido presidente de la formación en Tabasco y más tarde a nivel nacional. De su mano logró conquistar el único cargo público que ha desempeñado hasta la fecha: jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2000-2005). Su Gobierno obtuvo entonces las tasas de aprobación más grandes registradas hasta la fecha, con un 86% de apoyos. Todos los días a las 6 de la mañana ofrecía un balance de las actividades del Gobierno en rueda de prensa y, durante sus 6 años como jefe de Gobierno, ofreció su cargo en dos consultas ciudadanas que le respaldaron con un 90% de los votos.
Tras acabar su mandato se lanzó a la carrera presidencial de la mano del PRD, en unas elecciones muy polémicas que terminó ganando el panista Vicente Fox. Su plantón dejó durante varios meses colapsada la capital mexicana, ante lo que consideraba que había sido un fraude electoral. Volvió a intentarlo, sin éxito, en las presidenciales del 2012, pero el amplio margen con el que se impuso Peña Nieto no dejó lugar a dudas.
Este domingo, AMLO y su nuevo partido, Morena, han logrado aglutinar el descontento social de un sexenio que se cierra con un margen de aprobación del 12%. Los flagrantes casos de corrupción y los pocos avances en materia de seguridad, han dado alas a un candidato que, con un discurso sencillo y sin propuestas muy concretas, ha conquistado los corazones de los votantes que repudian a los partidos tradicionales y que ansían un cambio. Un cambio hacia la izquierda liderado por un mesías que lleva 12 años en campaña ininterrumpida y que propone, entre otras medidas: acabar con la corrupción, acordar una amnistía al 'narco' que acabe con la violencia y liquidar las reformas energéticas y educativa.
Conocido como AMLO por sus siglas, el nieto del militante comunista español José Obrador Revueltas, ha prometido que su llegada a la Presidencia será la cuarta revolución en el país, tras la independencia, las reformas liberales del siglo XIX y la Revolución mexicana, recoge Efe.
Eso sí, esa gran transformación será la primera en la que "no se derramará sangre", ha sostenido en varias de sus intervenciones.
Sea como sea, López Obrador ya ha hecho historia al convertirse en el primer presidente izquierdista de México en décadas y haber superado a los dos grandes partidos que se han repartido el poder del país en los últimos 20 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).
regina