Internacional - Política
¿Qué sigue para Bolsonaro? No la presidencia, sostienen sus aliados en Brasil
Por Anthony Boadle y Ricardo Brito
BRASILIA, 11 abr (Reuters) - El expresidente Jair Bolsonaro promete ser muchas cosas en los próximos años: un líder de la oposición política de Brasil, una espina en el costado del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y un hacedor de reyes en la política de derecha.
¿Pero un candidato presidencial? Ni siquiera los aliados más poderosos de Bolsonaro confían en eso.
El expresidente enfrenta más de una decena de casos en la corte electoral debido a su conducta en la campaña del año pasado, cuando atacó repetidamente la legitimidad del sistema de votación electrónica de Brasil mientras se postulaba para la reelección.
Expertos legales y dos fuentes judiciales de alto nivel dijeron a Reuters que esperan que pierda al menos uno de esos casos, lo que le impediría participar en la campaña presidencial de 2026.
Incluso el exjefe de gabinete de Bolsonaro está planteando alternativas, contando con el exmandatario para que lo ayude.
"Cualquier candidatura con el respaldo de un Bolsonaro no elegible ganaría fácilmente las elecciones", dijo el senador Ciro Nogueira, que dirige el conservador Partido Popular, en una entrevista con Reuters.
La perspectiva electoral de Bolsonaro contrasta fuertemente con la del expresidente estadounidense Donald Trump, otro populista de derecha que cuestionó los resultados de su fallida campaña de reelección.
A pesar de los cargos penales presentados contra Trump la semana pasada por un pago de dinero en secreto que, según los fiscales, apuntó a beneficiar su campaña de 2016, sigue siendo el favorito en los mercados de apuestas para ser el candidato republicano en las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo año.
Si bien Bolsonaro también puede estar en peligro en aproximadamente media docena de investigaciones penales, es más probable que una decisión que selle su destino político provenga del Tribunal Superior Electoral (TSE), el organismo de mayor rango en el singular sistema judicial de Brasil.
El caso de TSE de mayor avance contra Bolsonaro se centra en una rueda de prensa que realizó para el cuerpo diplomático en Brasilia en julio, cuando acusó al sistema electoral de estar abierto al fraude en declaraciones transmitidas en vivo por la televisión y las redes sociales.
"Si no es este caso, será el próximo", dijo Henrique Neves, ex juez electoral, cuando se le preguntó sobre la probabilidad de que el TSE declare a Bolsonaro inelegible para el cargo.
Bolsonaro nunca admitió su estrecha derrota en las elecciones de octubre y sigue cuestionando la confiabilidad del sistema de votación de Brasil. El TSE rechazó su demanda formal de impugnación del resultado y multó a su partido con más de 4 millones de dólares por lo que calificó como litigio de mala fe.
El presidente de su Partido Liberal de derechas, Valdemar Costa Neto, que está pagando por la defensa de Bolsonaro, se negó a comentar sobre el caso y dijo que al expresidente se le debería permitir postularse porque no cometió ningún delito.
El mes pasado, en un evento con simpatizantes en Florida, el propio Bolsonaro dijo que esperaba ser declarado inelegible, aunque argumentó que hablar con diplomáticos era su derecho como presidente.
A pesar de los desafíos, el regreso de Bolsonaro a Brasil a fines de marzo después de tres meses en Estados Unidos demostró que está ansioso por seguir siendo un protagonista político. Con tres hijos en cargos electos y decenas de millones de seguidores en las redes sociales, no hay duda de que su influencia continuará.
Y los reveses legales en Brasil no siempre son inamovibles.
Al propio Lula se le prohibió postularse para presidente en 2018 debido a una condena por soborno que la corte suprema desestimó a tiempo para que ganara las elecciones del año pasado.
ESTRELLAS CONSERVADORAS EN ASCENSO
Aún así, los poderosos conservadores aliados con Bolsonaro se aprestan a reorganizar las cartas para el próximo ciclo electoral.
El senador Nogueira dijo que varios líderes de derecha que surgieron de la mano de Bolsonaro podrían postularse para presidente, en contraste con el Partido de los Trabajadores, que tiene pocos herederos obvios de Lula.
Nogueira citó a estrellas emergentes de la derecha como el gobernador de Sao Paulo, Tarcisio Freitas; el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema; y la exministra de Agricultura, Tereza Cristina.
Freitas fue ministro de Bolsonaro y ahora dirige el estado más rico y poblado de Brasil, tradicionalmente un trampolín hacia la presidencia, aunque todavía está en su primer mandato. Zema es llamado un "bolsarista de armario" porque ha mantenido una distancia política con Bolsonaro que podría ayudarlo a reunir a los moderados de centro-derecha, aunque no es muy conocido fuera de Minas Gerais.
La esposa de Bolsonaro, Michelle Bolsonaro, sería "una gran candidata a vicepresidenta", dijo Nogueira.
Costa Neto dijo que la primera prueba de la influencia política duradera del expresidente vendrá cuando busque aliados en las elecciones municipales del próximo año.
Pero, con o sin Bolsonaro, Costa Neto dijo que confiaba en un regreso de la derecha en 2026. Indicó que la decisión del TSE de impedir que Bolsonaro se presente solo impulsaría el atractivo político del expresidente.
Cualquier sustituto de la derecha podría ganar con su respaldo, agregó, si bien elude las altas tasas de rechazo que enfrentó Bolsonaro como candidato el año pasado.
"Hay buenas razones para creer que una candidatura de derecha puede ganar en 2026", dijo Mario Sergio Lima, analista senior de Brasil de Medley Global Advisors, citando preguntas sobre la economía y la falta de un heredero aparente para Lula, de 77 años.
Pero Lima se mostró escéptico sobre la influencia personal de Bolsonaro.
"Lo más probable es que sea despojado de sus derechos políticos, y sin ellos le resultará muy difícil liderar cualquier tipo de proyecto de derecha", dijo. "Candidatos como Tarcisio o Zema intentarían distanciarse de él para atraer a moderados", explicó.
aranza
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