De Fábula

El gato y los ratones

2007-07-03

¿a quién no lo han golpeado los desengaños?

Un gato, llamado Rodilardo, causaba entre las ratas tal estrago y las diezmaba de tal manera que no osaban moverse de su cueva.
 

Así, con tal penuria iban viviendo que a nuestro gato, el gran Rodilardo, no por tal lo tenían, sino por diablo.
 

Sucedió que un buen día en que Rodilardo por los tejados buscaba esposa, y mientras se entretenía con tales cosas, reuniéronse las ratas, deliberando qué remedio tendrían sus descalabros.
 

Habló así la más vieja e inteligente:

-Nuestra desgracia tiene un remedio: ¡atémosle al gato un cascabel al cuello! Podremos prevenirnos cuando se acerque, poniéndonos a salvo antes que llegue.


Cada cual aplaudió entusiasmada; esa era la solución ¡estaba clara!


Mas poco a poco reaccionaron las ratas, pues ¿cuál  iba a ser tan timorata?

¡Quién iba a atarle el cascabel al gato!  

Así he visto suceder más de una vez -y no hablo ya de ratas, sino de humanos-:

¿a quién no lo han golpeado los desengaños?



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