Enfoque

Energía ficción: ¿Veremos el petróleo a 500 dólares?

2008-01-04

A los países productores no les interesa un precio del petróleo más barato....

Por S. McCoy

Fuente: El Confidencial


Lo crean o no entra dentro de lo probable y, por tanto, en el ámbito de lo posible. Eso es, al menos, lo que opinan algunos analistas norteamericanos que no han dudado en colgar pronósticos tan catastrofistas en webs tan reputadas como Seeking Alpha, una de las líderes de opinión financiera en Estados Unidos, algo parecido al Huffington Post pero en versión Jim Cramer et altri. ¿El plazo? Cinco años. Chicago 2012. ¿El motivo? Uf, casi merece la pena entrar en el detalle.

El mecanismo del mercado de crudo tiene una doble dimensión. Por una parte, la física que está en la raíz de su existencia. Transacciones que buscan asegurar aprovisionamientos materiales. Un bazar persa en el que la oferta y la demanda son, teóricamente, los determinantes últimos de los precios de intercambio. Cuando la oferta escasea, caeteris paribus, crisis de principios de los 70, el petróleo se dispara hasta encontrar un nuevo punto de equilibrio. Cuando es la demanda la que flojea, finales de los 90, su coste se debilita hasta niveles que parecen hoy un sueño, incluso por debajo de los once dólares el barril. Tan sencillo como eso.

Sin embargo, junto a esa dimensión real, en los últimos años ha crecido una segunda categoría, la virtual. El mercado de futuros sobre el precio del oro negro ha pasado de 7.000 millones de dólares en 2001 a 145.000 a cierre de 2007. El auge de la diversificación de carteras unido a la aparición de nuevos operadores en el mercado, como los hedge funds, ha provocado que la operativa diaria sobre el petróleo se haya multiplicado por 20 en poco más de cinco años. Resulta difícil extraer crudo del suelo, pero muy fácil comprar el papel que lo representa, como resumía ayer en uno de sus artículos sobre el particular el Wall Street Journal.

Esta dualidad de mercados genera una pregunta a todos los efectos clave para discernir cuál puede ser la evolución del crudo en el corto plazo. ¿Los elevados precios actuales son consecuencia de la escasez de petróleo (aspecto material) o de la especulación sobre el mismo (aspecto virtual)? La respuesta no es, ni mucho menos unívoca. La OPEP ya ha subrayado que, a su juicio, el oro negro recoge una prima especulativa, no ajustada a fundamentales del mercado, superior al 40%. Bueno, eso supondría un coste por barril cercano a los 60 dólares que no es moco de pavo. Por el contrario, los operadores del mercado afirman que es precisamente la situación real de la estructura del negocio la que les lleva a apostar por precios más elevados en el futuro inmediato. La pescadilla que se muerde la cola. ¿Quién tiene razón? Pues ambos a la vez.

Es verdad que la apertura no sólo del petróleo sino del conjunto de las materias primas a nuevos perfiles inversores a través de vehículos como los ETFs o Exchange Traded Funds han provocado distorsiones en algunos mercados, siendo paradigmáticos los casos del oro y de la plata. Pero como se puede ver en alguna web de referencia en la materia como www.kitco.com, dichas ineficiencias han demostrado ser preludio de movimientos mucho más importantes en la misma dirección que señalaban, en su momento, los especuladores del mercado. Tan sólo una casualidad, puede ser. Pero da qué pensar. Ejercicio que les invito a hacer a todos ustedes.

Por tanto, lamentarse de lo que pueden estar haciendo unos traders ávidos de rentabilidad a corto plazo con el mercado de opciones y futuros del petróleo, probablemente sea pan para hoy y hambre para mañana. Mientras se discute el sexo de los ángeles, el crudo seguirá su propio camino, que es, en definitiva, el que marcan los parámetros básicos de comportamiento de la industria. Por tanto, dado ese rodeo mayestático -que menos que utilizar este epíteto en vísperas del 70 cumpleaños de Su Majestad, que es hablar de petróleo y venir el Borbón a la cabeza de quien esto escribe, qué asociaciones tan extrañas tiene la mente-, volvamos a los basics para ver si la proposición de partida es tan absurda como parece o no.

Jim Kingsdale, www.energyinvestmentstrategies.com, que es quien hace la controvertida apuesta, recordemos, crudo entre 300 y 500 dólares para 2007, señala cuáles son las tendencias que se apuntan a largo plazo las que sostienen su tesis. Uno, las reservas han tocado techo. Dos, las mejoras de eficiencia tanto de producción como de consumo sólo ralentizarán la reducción de las mismas pero no la evitarán. Tres, alguno de los principales pozos mundiales ven reducido su output a niveles cercanos al 15% anual, como Cantarell en Méjico (60% de su producción y… parte importante de sus ingresos fiscales. Uy,uy,uy.). Si esto mismo ocurriera en alguno de los principales yacimientos de Arabia Saudí, donde el nivel de reservas sobre los pozos existentes está reduciéndose a un ritmo superior al 6,5% anual, cuidado, veríamos al crudo doblar en muy breve espacio de tiempo. Este dato es de especial importancia dado que gran parte de las esperanzas por el lado de la oferta están depositadas en el petróleo por extraer bajo el desierto saudí.

Cuatro, la demanda emergente seguirá fuerte, aunque sólo sea por la derivada de la incorporación al primer mundo de los propios productores. Cinco, la nueva oferta se enfrenta a retos geopolíticos (zonas de conflicto), técnicos (simas marinas) o productivos (petróleo pesado de las oil sands). Sólo se puede justificar su extracción desde la atalaya de precios elevados y sostenidos en el tiempo dado el lapso temporal que se produce entre el descubrimiento de una bolsa de oro negro y su producción.

Conclusión: el petróleo ha multiplicado casi por 10 en apenas una década, cerca ya de los 102 dólares de techo histórico ajustado por la inflación de principios de los 80. ¿Cómo se les queda el cuerpo? Bueno, pues no se vayan todavía que aún hay más. Junto a estos factores racionales, se encuentra un componente de especulación intelectual, premisa que ha de acompañar a cualquier analista que se precie. A los países productores no les interesa un precio del petróleo más barato. Sin más vuelta de hoja. Se sienten poderosos y quieren hacer uso de ese poder. ¿Se lo creen?

Voy terminando. Todo ello lleva a un debate muy interesante que escapa la limitada capacidad de este artículo. Y es el siguiente. ¿Está el mundo industrializado preparado para un mundo sin petróleo? La respuesta obvia es no. ¿Se está preparando? Tampoco. Al menos al ritmo que se requeriría. Lo bueno que tiene bucear en webs norteamericanas es que prácticamente cada autor es un John Grisham en potencia. Y así Kingsdale, al hilo de estas reflexiones saca a colación lo que él llama Informe Hirsch que fija en 20 años el tiempo necesario para adecuar la modernidad a un entorno independiente del crudo para su funcionamiento. Eso si se hubiera producido antes de que las reservas a nivel mundial hubieran tocado techo, aspecto que abriría una nueva discusión paralela. La cuenta atrás ha comenzado. ¿Y? Pues eso. Prepárense para lo que está por venir. Ahora sí: esto es todo amigos. Buen fin de semana.



LLG
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