Nacional - Economía

México intenta blindarse con plan de expansión ante crisis financiera

2008-10-11

La crisis financiera en EU

MEXICO, (AFP) - México intenta blindarse con un plan de expansión a la espera de un mayor impacto de la crisis financiera generada en Estados Unidos, su principal socio comercial y desde donde recibe el segundo flujo monetario del exterior a través de las remesas de particulares.

La crisis financiera en Estados Unidos "es una pulmonía muchísimo más grave de lo que esperábamos y por lo mismo la consecuencia sobre nosotros ha sido más severa de lo esperado", admitió el ministro de Hacienda, Agustín Carstens, en entrevista el jueves con el programa televisivo Primero Noticias.

Ante los coletazos de la crisis en su vecino del norte, México reaccionó con un plan de expansión en infraestructura que prevé una inversión de 57,000 millones de pesos (unos USD 4,100 millones) que paralelamente intenta avanzar en la apertura a capitales privados de la petrolera estatal Pemex, un objetivo central del gobierno conservador de Felipe Calderón.

A diferencia de lo ocurrido en otros países, el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo "no constituye un rescate financiero, sino que está enfocado a impulsar los motores internos que impulsan la economía mexicana", había dicho Calderón el miércoles en un mensaje desde su residencia oficial.

Sin embargo, el proyecto de presupuesto para 2009 fue modificado con una contracción del gasto de 27,600 millones de pesos (USD 2,260 millones).

Este jueves el presidente trató de tranquilizar a sus ciudadanos en un mensaje televisivo en el que volvió a explicar sus medidas ante la crisis y a destacar la solidez del sistema financiero y bancario mexicano.

"Tenemos reservas internacionales por más de 90,000 millones de dólares y tenemos prácticamente pagado el servicio de nuestra deuda externa por el próximo año y medio", afirmó.

"Tenemos la tasa de inflación más baja de América Latina. Nuestra economía sigue creciendo y generando empleos, ciertamente mucho más lento, ciertamente mucho más despacio, pero sigue creciendo", añadió.

El ministro Carstens exhortó ante los medios a que el Banco de México (Banxico) considere reducir sus tasas de interés, actualmente situadas en 8.25%, como medida de apoyo al programa de expansión en infraestructuras.

Por su parte, el sector empresarial respaldó el programa anunciado por Calderón, que prevé también medidas de fomento a las pequeñas y medianas empresas, pero pidió que las medidas se ejecuten de inmediato, a pesar de que primero deben ser aprobadas por el Congreso.

"El programa es positivo. Ahora esperamos que haya efectivamente hechos, no solamente propuestas que luego no se ejecuten. Es importante enviar un mensaje de confianza", dijo Ricardo González Sada, presidente de la influyente Confederación Patronal de México (Coparmex), el jueves.

En similar sintonía, Claudio González, titular del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, pidió "ir a fondo, en serio; el secreto es instrumentarlo (el plan), pero ya". Sobre todo es necesario "destrabar las inversiones en infraestructura, que su implementación sea eficiente", consideró.

Calderón reconoció por primera vez el miércoles que México no saldrá inmune de la "pulmonía" que afecta a Estados Unidos, y que ese impacto se verificará en una baja del turismo, el comercio y las remesas de esa procedencia.

México, la segunda economía latinoamericana, destina 80% de su comercio a Estados Unidos, de donde además proviene casi todo el flujo de remesas de dinero, segunda fuente de ingresos del país, detrás del petróleo.

Después de que el Banco Central se viera obligado a intervenir en el mercado cambiario el miércoles para evitar una mayor caída del peso, el gobierno revisó a la baja las pautas de crecimiento de 2.4% a 2.0% para 2008 y de 3.0% a 1.8% para 2009.

En ese contexto, será imposible crear los 800,000 empleos anunciados por el gobierno para 2008, admitió el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Alejandro Werner Wainfeld.

En el terreno monetario, la divisa local registró este jueves su nivel histórico más bajo al cierre, a 12.80 pesos por dólar, contra 12.45 del miércoles. Ese día el Banco Central intervino con una subasta de 2,500 millones de dólares para frenar la fuerte depreciación de la moneda mexicana.

En tanto, la bolsa mexicana reaccionó con cautela al plan de contingencia del gobierno, con una caída el jueves de 1.78%, inferior a los bruscos retrocesos en los principales mercados bursátiles.



AGVR

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