Huesped

Duro se dan los narcos

2006-08-04

Los últimos reportes "policiacos" revelan cifras alarmantes y preocupantes. Tan...

Por Miguel Luna Flores

Mientras la clase política nacional se pelea por los resultados de la pasada elección presidencial, México vive uno de los momentos más críticos de su historia por la violencia desatada por el narcotráfico.

La ola de asesinatos y de ajustes de cuentas entre organizaciones criminales ha dejado un saldo rojo nunca antes visto en nuestro país, lo que ha visto opacado por los temas poselectorales que hoy acaparan los principales reflectores.

Es aquí donde entra la duda respecto a quien gobernará al país, aunque lo cierto es que quien sea el próximo Presidente de México, tendrá una papa caliente al inicio de su sexenio.

Los últimos reportes "policiacos" revelan cifras alarmantes y preocupantes. Tan sólo en el estado de Michoacán se habla de más de 200 asesinatos. A nivel nacional la cifra podría alcanzar las mil ejecuciones en lo que va del año.

La violencia podría explicarse por dos razones fundamentales: una, que los gobiernos estén haciendo bien su trabajo en la lucha contra el crimen organizado y se trate de una venganza de los capos de la droga y otra que a las autoridades se les haya salido de las manos este fenómeno y estén siendo completamente rebasadas.

Cualquiera que sea la razón (la segunda es la más viable), el Ejecutivo Federal y los gobernadores tienen un gran reto por delante. Las decapitaciones de policiacas hablan del grado de injerencia que tiene el narcotráfico en las corporaciones del país.

Sus tentáculos no tienen límite, pues asesinan a quienes les estorban o a quienes ya no les sirven.

La lucha contra el narcotráfico debe seguir, así le queden sólo cinco meses al gobierno del presidente Vicente Fox. No debe haber tregua en este asunto, pese a que a los políticos les interese más en estos momentos la situación poselectoral.

Con el actual presidente, con el nuevo mandatario o incluso con un gobierno interino (si es el caso) no se deben bajar los brazos y por el contrario, deben reforzarse las acciones y la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno.

La tarea no es fácil y mucho menos lo es cuando se tiene la mente en otro canal o cuando las prioridades son otras. Ya es hora de que las autoridades, del partido político que sean, entreguen buenas cuentas a la sociedad y frenen la ola de violencia que han desatado los principales carteles del narcotráfico o de lo contrario, lo que ahora se dirime en el Tribunal electoral en el futuro no tendrá ningún sentido, ya que serán "otros" los que gobernarán al país.



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