Huesped

Agitadores indignados

2006-08-20

En el mundo al revés, los agitadores y provocadores cuasi profesionales se indignan de que...

Por José Espina / Notimex . En el mundo al revés, los agitadores y provocadores cuasi profesionales se indignan de que las autoridades y los ciudadanos se indignen, valga la expresión, de lo que aquellos provocan.

Después de cerrar calles, avenidas y plazas públicas, de romper el pavimento y banquetas para anclar sus carpas y de convertir en baños públicos los prados, parques y jardines de la Ciudad de México, la cabeza de tal movimiento, Andrés Manuel López Obrador, levanta su voz para señalar enfático "nosotros no vamos a caer en provocaciones" a lo que la mayoría de los ciudadanos nos preguntamos de qué rayos habla.

El llamamiento a boicotear actos y ceremonias de todos los mexicanos como lo son: el informe de gobierno, el grito de independencia, el desfile militar y la entrega de la constancia al próximo Presidente Electo.

Así como el ilegal y arbitrario bloqueo de las principales avenidas de la capital del país, con todas las consecuencias sociales y económicas que provoca, ¨no son acaso provocaciones contra la autoridad para que ésta, en el legítimo derecho y uso de la fuerza, actúe precisamente contra ellos?

Y qué decir del intento de tomar por la fuerza y con vehículos automotores el palacio legislativo de San Lázaro, con miras a boicotear el próximo Informe Presidencial. Esta acción es quizá la de mayor gravedad porque se trata del allanamiento de la sede de uno de los Poderes de la Unión.

Y en el mundo al revés, AMLO, el agitador número uno señala: "nuestro movimiento es una resistencia civil pacífica". En el mundo real, dichas acciones no representan un auténtico movimiento civil ni pacífico. No representa en realidad a la ciudadanía en su conjunto ni siquiera a la mayoría de los electores.

No puede calificarse como pacífico cuando todos los días podemos constatar la manera en que pasan por encima de los derechos fundamentales de terceros, particularmente de las libertades de tránsito, reunión y trabajo.

El bloqueo a las principales avenidas de la capital del país y la amenaza de impedir actos cívicos u oficiales de la mayor importancia para los mexicanos, habla de algo más allá de la mera resistencia civil pacífica.

Pretenden pasar por encima de símbolos y ceremonias que pertenecen a todos los mexicanos que nos dan identidad y unidad. Significa también, un intento claro de desestabilización política y un ataque frontal a las instituciones de la República.

La bandera nacional, el Grito de Independencia y el desfile militar, son símbolos que nos unen a todos los mexicanos por encima de nuestras diferencias, son parte de nuestra cultura.

Los símbolos de identidad que nos unen, no pueden ser utilizados por nadie en beneficio de un interés personal por legítimo que sea y mucho menos por un capricho.

El ex candidato del PRD debe recapacitar. La violencia y el atropello de los símbolos nacionales, son simple y sencillamente inaceptables. Son actos que buscan provocar violencia con el objeto de encontrar nuevos pretextos para su movimiento.

Por ello, el uso de la fuerza pública legítima, como la que empleó la PFP en San Lázaro, es oportuna y apegada a derecho. No se puede ni debe permitir que, so pretexto de la libre manifestación de las ideas y de una posición política partidista, se pretenda el asalto de recintos federales con un signo claro de provocación y efecto mediático.

Igualmente inadmisible es el hecho de que legisladores federales y locales del PRD, escudados en el fuero del que gozan, encabecen una acción violenta e ilegal en contra de su propia casa. Ellos son los primeros que deberían poner el ejemplo de respeto hacia la sede legislativa, máxima tribuna de este país.

Cosa de recordar dos episodios en los que, igualmente, se allanó el recinto legislativo de San Lázaro. En el 2002, a fuerza de caballo, integrantes de El Barzón consideraron pintoresco y desde luego noticioso, entrar montados a caballo hasta el salón de sesiones.

En el segundo, legisladores del PRD, en el 2004, tomaron por la fuerza la tribuna e incluso pernoctaron sobre la misma ante el asombro de la opinión pública nacional e internacional. Es este el pobre y lamentable sello del partido del sol azteca.

En el mundo real, son los gobernantes y los representantes populares los primeros obligados a cumplir y hacer cumplir las leyes y a respetar las instituciones que nos hemos dado los mexicanos.

Por ello, frente a la violencia y la provocación de los agitadores, habrá que responder con la legítima aplicación de la ley; frente al capricho e interés personal o de grupo, está el interés general; frente a la arbitrariedad y la imposición.la democracia. Por más que los agitadores se indignen.

(Notimex) (El autor es Secretario General del CEN del PAN y Diputado Local en la ALDF)

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AAG

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