Nacional - Economía

Babo Yaro, árbol medicinal, con potencial de negocio fructífero

2009-05-29

Las cápsulas de su hoja ayudan en el control de diabetes, purifican la sangre, fortalecen el...

Silvia Arzate, Periódico de México

Desde hace miles de años, el árbol de Babo Yaro es usado en la lucha contra plagas, con la ventaja de que no afecta insectos benéficos, además de que se emplea en la rica cocina asiática, lo mismo que en la elaboración de cosméticos y, sobre todo, como planta medicinal. En México apenas comienza a cultivarse y comercializarse en cápsulas o té.

Esta historia comenzó cuando Viviana Cabrera, directora de la firma Babo Yaro, se enteró de las virtudes de este árbol conocido también como Ním. Una revista científica alemana detallaba los grandes poderes medicinales de la planta asiática y decidió sembrarla en Colima hace 12 años. Sus esfuerzos ya cosechan frutos y desde hace un año realiza la comercialización medicinal en cápsulas, pastillas y té en. Sus productos están certificados desde 2008 por Öko Garantie BCS y USDA Organic, firmas suiza y alemana, respectivamente.

Ahora, la meta de Viviana es trascender fronteras, ya que hay un interés manifiesto por este tipo de productos en Rusia, Grecia, Alemania y algunas naciones árabes. El proyecto se hizo posible al establecer en 1997 un cultivo cien por ciento orgánico en la finca Babo Yaro, ubicada en el norte de Comala, donde la compañía cuenta con una superficie de 70 hectáreas con 4,000 árboles. Esta planta ha tenido una excelente adaptación a éste y otros climas del país.

La superficie total de la finca es de 200 hectáreas donde el Babo Yaro coexiste con árboles frutales de mango, nanche, guayaba, naranja, plátano, palma y florales como la rosa morada. El árbol tiene grandes bondades, ya que requiere agua sólo los dos primeros años luego de que se planta.

Por ahora, la empresa está en busca de una distribuidora seria de sus productos, por lo que sostiene pláticas con el dueño de las tiendas de Green Corner, caracterizada por vender productos sustentables y orgánicos mexicanos, informa Viviana Cabrera.

Para procesar el árbol e industrializarlo, la empresa traslada la materia prima a un laboratorio de Guadalajara, donde se transforma en cápsulas, aceites y té.

El árbol del Babo Yaro/Ním es considerado sagrado en muchas partes del mundo y es originario de Asia. En Indonesia, Filipinas, Tailandia, India, Myanmar-Burma y Sri Lanka se han utilizado todas las partes del árbol (raíz, hoja, fruta, semilla, corteza, madera y flor).

Las cápsulas de su hoja ayudan en el control de diabetes, purifican la sangre, fortalecen el sistema inmunológico, ayuda en alergias, restauradoras de flora intestinal, efectivas para la migraña y anulan el envenenamiento por piquetes de alacrán, avispas y víboras, según afirma Viviana Cabrera.

Las cápsulas de flor, hoja y corteza son antioxidantes, preventivas de cáncer, es un tónico hepático y sirve para atender enfermedades como la epilepsia; la corteza de este árbol ayuda contra enfermedades de vías urinarias; es preventivo del sarampión, tétanos, para la flebitis/trombosis y enfermedades de próstata. El aceite es excelente para evitar infecciones en heridas, efectivo en el combate de la candidiasis vaginal, hemorroides, hongos, herpes, úlceras. El té es desintoxicante y antipirético (baja la fiebre), asegura Cabrera.



EEM

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